Ha pasado cerca de un mes y medio desde que AES Andes -ex AES Gener- actualizara ante sus acreedores el presupuesto final de construcción y el plan de negocios de largo plazo de Alto Maipo, pronósticos pesimistas que justificaban para la compañía una renegociación de deudas que no podrá pagar en tiempo y forma.

Los acreedores -grandes bancos locales e internacionales- eran a junio de 2021 titulares de acreencias por US$ 1.437 millones y Alto Maipo realizaba pagos trimestrales. La hidroeléctrica, que tiene un avance del 99% y entra al sistema en diciembre, quiere rebajar tasas de interés, ampliar plazos y hasta, dice un acreedor, entregar acciones preferentes que no darán participación de derechos políticos ni parte relevante de la propiedad, pero sí acceso a pagos extra si mejoraran los flujos. La primera aproximación molestó.

Para abordar una pelea que se pronostica intensa, los acreedores ya comenzaron a armarse. Para sustentar sus posiciones, los acreedores ficharon a la firma financiera fundada por Georges de Bourguignon: Asset Chile. Y también a la consultora multinacional con sede en Washington DC, FTI Consulting, compañía que también es la asesora financiera de Latam Airlines en la propuesta de reorganización que le permita abandonar el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.

En la otra vereda, Alto Maipo tiene como bufete de cabecera a Claro y Cía. y está trabajando con el banco de inversiones Lazard.

Los financistas temen que AES Andes termine abandonando el proyecto en manos de sus acreedores, pero creen que el costo reputacional de una renuncia como aquella desincentive a la multinacional.