El sistema de aseguramiento privado de salud acusa estar pasando por la mayor crisis de su historia. Luego de dos años de pérdidas, las isapres empezaron a ver algunas ganancias este año, pero estiman que eso se revertirá desde enero, cuando llegue de golpe una baja de 12% promedio en sus ingresos producto de que este mes empezaron a anular las alzas del precio GES que habían implementado en octubre de 2022, según ordenó la Corte Suprema. Además, están a la espera de ver cómo se implementa otro fallo del máximo tribunal: el de la tabla de factores, que según el gobierno, implicará devoluciones por US$1.000 millones.

Todo esto ha generado diversos efectos sobre el sistema, como una merma en la atención de cara a los afiliados en muchos casos, lo que sumado a la situación económica por la que atraviesan las familias y el alza de planes de las isapres, por diversos motivos, como el aumento del precio GES que se implementó en octubre de 2022 y que recién ahora se revirtió, ha generado una migración desde las isapres a Fonasa.

Esta fuga de beneficiarios -la suma de cotizantes y cargas- se viene observando desde hace 45 meses, ya que a partir de febrero de 2020 solo se han registrado bajas interanuales de afiliados en las isapres, completando más de tres años y medio con la misma tendencia.

Pero ha sido durante 2023 cuando se han registrado por lejos las mayores salidas de afiliados, marcando récord históricos para el sistema durante varios meses seguidos. Es más, en octubre se registró un nuevo hito, pues los afiliados disminuyeron 12,73% interanual, la mayor baja en doce meses de la que hay registro en el sitio web de la Superintendencia de Salud desde enero de 1996.

De esta manera, los beneficiarios de las isapres terminaron octubre totalizando 2.750.997, su menor nivel en más de doce años, desde abril de 2011. Eso significa que se han ido 401.298 afiliados de las isapres en doce meses, la tercera mayor fuga en un año móvil desde que hay registro en el sitio web de la Superintendencia de Salud, siendo solo superado por las 403 mil personas que se fueron a septiembre recién pasado, y las 408 mil personas que se fueron a agosto de 1999.

Adicionalmente, ya van 21 descensos mensuales ininterrumpidos, desde enero de 2022. En el caso de octubre recién pasado, la baja mensual fue de 0,78%, esto es un retroceso de 21.698 personas mes contra mes.

Las fugas del año 2023

En lo que va del año, las aseguradoras han perdido 325.625 afiliados. El 75% del total de afiliados que salieron en ese periodo se explica solo por dos isapres, que fueron precisamente las que registraron las mayores alzas de precio GES en octubre de 2022. El ranking de salidas lo encabeza Cruz Blanca. La aseguradora controlada por el grupo inglés Bupa marca 125.576 beneficiarios menos en lo que va de 2023, totalizando 483 mil afiliados a octubre. Cruz Blanca es la única isapre que decidió eliminar su fuerza de ventas, en diciembre de 2022.

El segundo lugar del ranking se lo lleva Consalud, al registrar 118.566 afiliados menos en el mismo periodo, por lo que cuenta con un total de 525.252 beneficiarios a octubre. Precisamente la isapre controlada por Inversiones La Construcción (ILC, el brazo de inversiones de la Cámara Chilena de la Construcción) fue la aseguradora que quedó con el cobro más alto del precio GES en el último proceso de octubre del año pasado: 1,39 UF mensuales. Esto significa que la isapre más que duplicó el valor de la prima GES, pero ahora lo tuvo que revertir. A esto hay que sumar que Consalud es la isapre que cuenta con los cotizantes que tienen las menores rentas imponibles.

En paralelo, según cifras de Fonasa, a septiembre de este año han ingresado 521.798 afiliados al asegurador público, totalizando 16.135.382 personas. Además, son 601.264 beneficiarios los que han ingresado en un año móvil, entre septiembre de 2022 y septiembre de 2023. Así, ya se han sumado 901.568 personas a Fonasa entre enero de 2022 y septiembre de 2023.

El año pasado las isapres abiertas registraron la máxima partida de beneficiarios en un año calendario, en más de dos décadas: el año 2022 cerró con 3.076.622 afiliados, un 5,3% menos que la cifra de 2021 (3.249.997). Así, en los doce meses terminados en diciembre del año pasado se fueron 173 mil afiliados del sistema, convirtiéndose en la mayor baja interanual desde el 2000 y cayendo a su menor nivel de beneficiarios desde 2012.

Pero al ritmo que han venido bajando los afiliados de las isapres durante 2023, este año podría terminar con un nuevo récord, ya que sólo a septiembre han salido más beneficiarios que durante todo 2022. Es más, casi se han duplicado las fugas.

Hay que considerar que aquellas personas que las estadísticas del regulador reflejan que salieron en octubre, corresponden a afiliados que anunciaron su baja en agosto de 2023. Esto, porque los empleadores pagan las cotizaciones de los trabajadores en las isapres con un mes de anticipación, antes del 10 de cada mes, y cuando el afiliado anuncia que se va de una aseguradora privada, en realidad se mantiene en dicha isapre durante ese mes y el siguiente.

Las isapres atribuyen directamente la fuga de afiliados a la deteriorada situación económica del país, y estiman que, tal como ha ocurrido en episodios similares previos, una vez que mejore la situación económica se revertirán estas cifras de desafiliación.