Representantes de juntas de vigilancia de la Región del Maule, junto al diputado UDI, Juan Antonio Coloma, entregaron una carta al presidente Gabriel Boric, advirtiendo de un complejo escenario si no se repara la infraestructura dañada por el sistema frontal de hace algunas semanas atrás, y al ocurrido a fines de junio. Según indicaron en la misiva, se está viendo seriamente amenazada la temporada de riego.
En un comunicado, indicaron que los sistemas frontales de junio y agosto mantienen afectadas más de 400 mil hectáreas en la región, viéndose gravemente amenazado el inicio de la temporada de riego en la zona -programado para fines de septiembre-, puesto que más del 50% de la infraestructura extra predial, que son todas las obras que captan, conducen y distribuyen el agua, se encuentra seriamente dañada, como compuertas, bocatomas, equipos de telemetría y sistemas electrónicos.
Por otro lado, señalaron que no han recibido la ayuda estatal que fue anunciada tras el último sistema frontal, y además señalaron que si no se reparan las obras dañadas por el sistema frontal, podría haber consecuencias en el empleo agrícola e incluso en el abastecimiento de alimentos.
“La gravedad de la situación es de tal magnitud, que a pocos días del inicio de la temporada agrícola no estamos en condiciones de entregar agua a la gran mayoría de los agricultores de la región. Tradicionalmente, las aguas se empiezan a entregar en nuestra región después del 18 de septiembre de cada año. Sin embargo, en esta oportunidad ello es del todo imposible. De hecho, ya estamos comunicando a los usuarios que, probablemente, daremos inicio a la temporada de riego a partir del 15 de octubre próximo, sin siquiera tener la certeza de poder cumplir en tal fecha”, indica la carta entregada al Mandatario, y que la firmaron en total seis juntas de vigilancias del Maule.
El representante de la Federación de Juntas de Vigilancias de la Región del Maule, Carlos Díez, dijo que las inundaciones “destruyeron gran parte de las bocatomas, los canales de captación de agua y los sistemas de reparto. Son alrededor de 26 mil agricultores o accionistas que ya no tienen los recursos para hacer todos los trabajos que se requieren y, por lo mismo, en este minuto no tendríamos agua para hacer agricultura, provocando cesantía y desabastecimiento de alimentos”.
Y luego agregó que “toda la infraestructura dañada tiene que estar funcionando a finales de septiembre. Sin embargo, los fondos propios de los agricultores ya se acabaron, y aún no tenemos un apoyo estatal que se nos esté aportando, ni mediante concursos ni de forma directa. Por eso decidimos concurrir a La Moneda, porque la verdad es que estamos muy complicados económicamente”.
El diputado UDI, Juan Antonio Coloma, por su parte, sostuvo que “la única manera para que los agricultores puedan volver a ponerse de pie es contando con un apoyo real del Estado, de lo contrario la situación se va a volver cada vez más crítica en nuestro país. Si no se logra volver a regar de aquí a finales de septiembre no sólo se va a ver gravemente perjudicada la agricultura en la zona centro sur del país, sino que también cientos y miles de puestos de trabajo que entrega el sector agrícola, justo cuando esta semana se informó de un nuevo aumento en la tasa de cesantía. Pero lamentablemente hasta ahora, las ayudas comprometidas por el Gobierno aún no se han concretado, y por eso este llamado de desesperación”.