Internalizado. Así definen los expertos el movimiento al alza realizado este miércoles por el Banco Central, donde elevó la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 75 puntos básicos hasta un 9,75%. Y si bien el mercado esperaba un alza mayor, desde el inicio del proceso de subidas el mercado ha sentido sus efectos.
De acuerdo a lo comunicado por el Emisor, “el deterioro de las condiciones financieras globales ha sido más rápido e intenso que lo previsto, reduciendo el precio de las materias primas y las perspectivas de mercado sobre el crecimiento global”, escenario que “ha llevado a una fuerte depreciación del peso”. Y anticipan que estos hechos, en el corto plazo, provocarán “un alza adicional de los precios internos, en un contexto en que la inflación y su persistencia ya son elevadas”.
Luis Flores, gerente general de STF Capital, señala que la subida fue valorizada por el mercado durante la jornada, y que “sólo se ha visto volatilidad en el tipo de cambio debido principalmente a la brusca caída del cobre”. Así, “no vemos otros riesgos sistémicos tal como indica el BC”, comenta.
En esa línea, Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta 4, comenta que “el mercado ya tenía internalizado esta tasa Por lo mismo vimos un dólar declinando durante la tarde. El dato de inflación tan alto en EEUU hacia esperar un alza de tasas de esta magnitud o incluso de hasta 100 puntos básicos de una vez”.
De hecho, durante la jornada el tipo de cambio llegó en los $1.031,23, aunque al término de la sesión cerró en $1.011, cerrando por segundo día consecutivo sobre el techo de los $1.000.
Según Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, “las tasas swaps proyectaban una TPM que alcanzaría máximos de 11%, escenario que dado el comunicado es altamente probable. Por el lado de la tasas de renta fija a muy corto plazo puede que haya algún ajuste, aunque modesto. Respecto del tipo de cambio, creo que seguirá la volatilidad y se mantendrá en los actuales niveles, ya que tampoco hubo algún anuncio por ese lado mas allá de reiterar lo que ya sabíamos del comunicado anterior”.
En un informe enviado a sus clientes, Bice Inversiones señaló que “estimamos que la TPM podría alcanzar un techo en el rango de 10% a 11%. En este escenario, desde el punto de vista de los inversionistas en la renta fija local, reiteramos la importancia de mantener una mayor ponderación en activos en UF, en este contexto de mayores presiones en los precios de corto plazo”.
¿Pero qué ha cambiado desde que se inició el proceso de alza de tasas por parte del Banco Central? Para Ogaz, por una parte “puede ser que la UF esté más cara dada la persistencia del shock (inflacionario). Estimo que la UF continuara siendo un activo rentable dado que tendremos máximos de inflación durante esta segunda parte del año”.
Por su parte, Germán Guerrero, socio de MBI, apunta que " en general los money market no pagaban nada, ahora si . Otra cosa es en términos reales que es negativo igual , pero al menos dejar la plata en la cuenta corriente hoy es carísimo”.
En esa línea, comenta Guerrero que “aquí hay un tema muy relevante de retornos reales versus nominales . Los temas más relevantes son perspectivas económicas y políticas . Algo más o menos de TPM no es relevante . Aquí la pregunta es si Chile cae en un abismo o no”, pues en el país “la cosa se ha ido complicando. EChile n el tema de la pandemia le costó muchísimo más que el resto del mundo con beneficios a la población que en promedio triplicaron el promedio en el del globo, esa cuenta se paga, a lo que se suma la incertidumbre de la nueva constitución”.
Según Araya, “la inflación en USA ha sido una sorpresa negativa y el dólar se ha apreciado multilateralmente, es decir, respecto a todas las monedas a nivel global y otros activos. Lo anterior ante expectativas de que la FED deba ser más agresiva en sus alzas de tasas en lo que resta del año. A nivel local, a pesar de todo, se ha visto una caída en la tasa de los bonos de largo plazo”.
De acuerdo al comunicado del ente rector, el escenario marcoeconómico presenta riesgos elevados”. Y por ello, describe que “el deterioro de las condiciones financieras globales ha sido más rápido e intenso que lo previsto, reduciendo el precio de las materias primas y las perspectivas de mercado sobre el crecimiento global”