Rompió el silencio. A casi un año de dejar la presidencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), el máximo gremio empresarial del país, Alfonso Swett salió de su ostracismo público y abordó la coyuntura económica, política, social y gremial del país.
No se guardó casi nada. En una extensa conversación con Pulso Domingo, el empresario reveló en qué estuvo tras salir de la contingencia y comentó sus impresiones sobre el nuevo Chile post plebiscito, que lucha contra una crisis sanitaria que, a su vez, generó un profundo daño a la economía.
Y precisamente es en torno al tema constitucional donde Swett quizá genera más ruido. En la conversación, el empresario no reveló si votó Apruebo o Rechazo, pero sí expresó preocupación por el potencial efecto que tendría en la inversión el periodo comprendiendo entre la antigua y nueva Constitución.
Por lo mismo, hizo una propuesta que promete generar controversia y que además pone cierta presión al nuevo ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, quien es su amigo.
“Efectivamente, ese es el otro gran desafío para Rodrigo: el tiempo de discusión que necesita la convención constituyente. Va a ser muy difícil atraer inversiones si no están las reglas claras, tanto para extranjeros como para locales. Dado eso, sería una buena iniciativa generar un estatuto especial de inversiones para los años 2021 y 2022”, dijo el empresario.
Swett precisó que se trata de un estatuto especial para los años en que se va a discutir la nueva Constitución, de manera de dar certeza jurídica a quienes inviertan en Chile. De manera más simple, que se les respete las reglas vigentes en el momento y que no van a variar por un lapso determinado.
“Es decir, invariabilidad de reglas hacia adelante en lo tributario, ambiental, laboral, desde el momento en que se realiza la inversión y hasta un plazo razonable dependiendo del proyecto, del monto y de los puestos de trabajo que genera directa e indirectamente. El ministro Cerda conoce el tema, porque lo estuvimos trabajando en Clapes UC”, explicó Alfonso Swett.
En tal sentido, el extimonel de la CPC dijo que las autoridades deben lograr administrar una transición que no afecte el crecimiento, el empleo y las remuneraciones.
“Aquí más que el instrumento, tenemos que reflexionar sobre cómo vamos a administrar la transición de una Constitución antigua a una nueva, que va a tomar dos años. Chile no se puede dar el lujo de tener paralizada la inversión por el tiempo que tome elaborar y aplicar la nueva Constitución”, sostuvo.