El recrudecimiento del conflicto en medio oriente mantiene al mundo en vilo. La posibilidad de una extensión del enfrentamiento hacia Irán es algo que tiene encendidas las alertas de las principales potencias globales, no sólo por las consecuencias geopolíticas, sino que también por el eventual impacto que podría tener sobre el precio del petróleo y sobre la economía mundial.
Este lunes se cumplió el primer aniversario de los ataques liderados por Hamas en territorio de Israel del 7 de octubre de 2023, en los que murieron unas 1.200 personas y otras 250 fueron secuestradas. Las consecuencias se sienten hasta el día de hoy: la respuesta contra Gaza implicó la invasión de Israel y, hasta ahora, deja más de 40 mil muertos y una crisis humanitaria. Y en los últimos días, el conflicto se ha ampliado al Líbano, donde las Fuerzas de Defensa de Israel expandieron las operaciones militares enviando más tropas para combatir a Hezbolá.
Sin embargo, uno de los aspectos que mantiene tensionado a los mercados es un eventual ataque de Israel a Irán. Fue el pasado 1 de octubre cuando éste último país efectuó una ofensiva con alrededor de 180 misiles balísticos contra Israel, argumentando una respuesta a las recientes acciones de las fuerzas israelíes, que iniciaron una operación terrestre en Líbano y lograron asesinar al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, con un ataque aéreo sobre posiciones en Beirut a finales de septiembre.
Desde entonces, el mundo intenta calibrar la respuesta del régimen del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que podría involucrar desde un ataque a la producción petrolera de Irán, o a su programa de desarrollo nuclear. En cualquier caso, eso involucraría un conflicto mayor que podría afectar a toda la región, disparando el precio del combustible, lo que complicaría el proceso de baja de tasas por parte de los principales bancos centrales del mundo.
En este contexto, los precios del petróleo han vuelto a saltar. Sólo este lunes el valor del WTI - de referencia para EEUU y Chile- se empina 3,94% hasta los US$77,31 por barril - al cierre de esta edición-, alejándose del mínimo anual de US$65,75 que tocó el pasado 9 de septiembre. Por su parte, el Brent -de referencia para Europa- subía 3,79% en la jornada hasta los US$81.
Para el mundo, y Chile, las consecuencias de un alza del precio de los combustibles yacen en la inflación. Un incremento del valor del crudo empujaría el costo de la vida, aunque el tamaño del impacto, por ahora, es acotado.
Marco Correa, economista jefe de Bice Inversiones, señala que “a la fecha el precio de los combustibles en Chile venía bajando, tendencia que se revertiría de mantenerse los actuales niveles del petróleo y del tipo de cambio, por lo tanto podría generar un efecto de alza en la inflación. De todas formas, este debería ser acotado, y no afectaría la visión de largo plazo de los precios al tratarse de un shock de oferta y no una aceleración de la demanda, así no afectaría la decisión del Banco Central respecto del proceso de baja de Tasa de Política Monetaria”.
Según Tomás Flores, economista de LyD, “en los últimos 10 días, el precio del petróleo ha subido cerca de 15%, mientras que el tipo de cambio lo ha hecho en 2%. Ambas variables presionan al alza los combustibles en Chile. Sin embargo, dado que el Mepco está cobrando impuestos en la actualidad, no debería haber alzas en precio al consumidor, sino reducción del impuesto específico cobrado, por lo cual el efecto sobre inflación aún es acotado”.
No obstante, Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, señala que el alza de nel precio el barril de petróleo, si bien genera incertidumbre y lo ve como “más transitorio”, lo cierto es que “hemos revisado una décima al alza la inflación a cierre de año”.
En tanto, Alejandro Fernández, socio de Gemines Consultores, señala que el alza efectivamente podría tener un efecto sobre la inflación, “pero si se mantiene más o menos donde está ahora, no será mucho”. No obstante, acota que ante un recrudecimiento del conflicto que implicará “un alza gradual (del petróleo) pero sostenida y pasara de los US$90 o US$95 dólares por barril”, habría un efecto mayor sobre la inflación en el país.
Por su parte, los mercados cerraron a la baja. El rendimiento de los bonos referenciales a 10 años del Tesoro de Estados Unidos subía un 4% este lunes, tras datos laborales que disiparon los temores a una recesión, reduciendo las apuestas a una bajada de las tasas de interés y apoyando al dólar y a la renta variable, al menos inicialmente. Wall Street operó a la baja mientras que la bolsa de Santiago se acopló al pesimismo de los mercados globales.
Así, el S&P500 y el Nasdaq cayeron 0,96% y 1,17%, respectivamente. En Chile, el IPSA bajó un 0,12% a 6.473,07 puntos.
El dólar, a su vez, cerró en $926,4, lo que implica una subida de casi $2,1 con respecto al cierre del viernes.