Con el 55,65 % de los votos fue electo Javier Milei en la segunda vuelta presidencial argentina el 19 de noviembre de 2023. Casi tres meses han pasado desde entonces, y el economista libertario ha impulsado una serie de medidas con las que busca liberalizar la economía del país trasandino, combatir la inflación y generar inversión.
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Uno de los aspectos que Milei buscaba normalizar era la situación del tipo de cambio. Desde el dólar Coldplay, utilizado para pagar a artistas internacionales en el marco de conciertos, al dólar Qatar puesto en marcha para aquellos que viajaron al Mundial de Fútbol del año pasado, en Argentina existen en torno a 15 tipos de dólar distintos. Sin embargo, es el dólar oficial el que marca el precio dado por el gobierno al tipo de cambio, el cual siempre se mostró muy desalineado respecto del dólar blue, o informal, que es el más utilizado por la población del país y también por quienes lo visitan.
Desde el día previo a la elección de Milei, el dólar blue ha subido 13%, desde los $950 argentinos a $1.075. Pero ese incremento ha sido muy menor en relación al aplicado por el gobierno, que ha devaluado fuertemente el tipo de cambio oficial para transparentar los precios de la economía y generar incentivos al sector productivo. Así, desde el 19 de noviembre del año pasado hasta este jueves, el dólar oficial ha saltado 163%, pasando de $335 pesos argentinos a $880,59.
Ello ha implicado que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el informal se reduzca desde un 62,7% el 17 de noviembre, a un 18% el cierre de este jueves, lo que constituye una convergencia desde el valor oficial al de mercado.
Marcelo Elizondo, presidente de International Chamber of Commerce en Argentina, señala que hasta ahora “el gobierno ha avanzado mucho en poner en orden las cuentas fiscales. Argentina viene de muchos años de déficit, pero los números de enero ya están mostrando equilibrios presupuestarios, ha reducido la emisión monetaria que el Banco Central utilizaba para financiar el déficit, y eso probablemente hará bajar la inflación en breve, y ha controlado el tipo de cambio paralelo como consecuencias de ello”.
Sin embargo, hay aspectos que hacia adelante harían necesarias devaluaciones más pronunciadas del dólar oficial. Melisa Sala, economista jefe de la consultora argentina LCG, señala que en el marco de un crawling del tipo de cambio oficial del 2% -un mecanismo de devaluación mensual de la moneda argentina en ese porcentaje-, “la ganancia de competitividad ganada con la devaluación de diciembre en buena parte se habrá erosionado. Así, es esperable una nueva corrección del dólar oficial”.
Una de las variables clave que el gobierno de Milei busca controlar es la inflación, para lo que ha reducido la emisión del Banco Central, lo que a su vez ha tenido efectos sobre el dólar. En un informe respecto del IPC de enero -que llegó a 20,6% mensual- publicado el miércoles, Credicorp indicó que “aunque las medidas actuales parecen que van por el camino correcto, la configuración económica actual sugiere una perspectiva compleja para la inflación, teniendo en cuenta que la velocidad de devaluación del tipo de cambio permanece por debajo de lo que indicaría la variación de la inflación y aun no se ha presentado un plan de unificación del tipo de cambio, con lo que la brecha cambiaria tiene margen para ampliarse”.
Así, el banco de inversión apuntó a que “las autoridades han estado sugiriendo la liberación de los controles cambiarios este año, lo que podría incrementar nuevamente la inflación (al menos en el corto plazo)”. Por lo mismo, la entidad dijo que “mantenemos la expectativa de que la inflación cierre el año en un 339% año a año”.
En esa línea, Elizondo comenta que el Presidente Milei “ha desmontado la serie de represiones de variables: había un tipo de cambio oficial retrasado, miles de precios fijados por la autoridad gubernamental que impedían que la inflación fuera más lejos, tarifas de servicios públicos dependientes de subsidios. Se desmontó eso y será muy bueno en adelante porque permitirá a la actividad privada trabajar con menos distorsiones, pero mientras tanto eso acelera la inflación. Hoy hay un proceso de acomodamiento de la economía”.
¿Pero qué tan probable es una dolarización de la economía de Argentina con el escenario actual, que era lo que Javier Milei prometía en campaña? Para Melisa Sala, “la dolarización no termina de ser descartada (sobre todo por los comentarios del Presidente), pero asumiendo que se posterga en pos de una unificación cambiaria, podrá esperarse entonces una nueva corrección del dólar oficial ante la liberación de las restricciones. No esperamos una suba hasta los niveles de los paralelos, que no se condicen con los fundamentales de la economía, pero sí a niveles que permitan mantener un saldo positivo en la cuenta corriente.”. Así, apunta a que “nuestra proyección de dólar oficial en torno a $ 3.600 hacia finales de año”.
Para Elizondo, es posible que “en algunos meses el gobierno intente alguna modificación de la legislación vigente en términos de monedas autorizadas para efectuar contratos y pagos, y que permita que sean utilizadas distintas monedas y que haya opción de hacer contratos y pagos en dólares o en euros, u en otra moneda. Eso sí creo que va a ocurrir, no una dolarización obligatoria, sino una desregulación y el mercado elegirá la moneda que quiera”.