La inflación en Estados Unidos superó la expectativas en septiembre, aumentando la presión para que la Reserva Federal (Fed) inicie el retiro de su plan de estímulos monetarios.

De acuerdo a los datos dados a conocer este miércoles por el Departamento del Trabajo, el Índice de Precios al Consumidor registró un incremento de 0,4% en septiembre, versus el 0,3% que esperaba el mercado.

Con este resultado se acumuló un alza en 12 meses de 5,4%.

El incremento en los precios en septiembre se explicó principalmente por aumentos en los alimentos, vivienda y energía. Esto en un escenario de estrechez en la cadena de suministros.

“La inflación ya no es transitoria”, dijo Sung Won Sohn, profesor de finanzas y economía de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles a la agencia Reuters .

“Los cuellos de botella en la cadena de suministro están empeorando. Es poco probable que el atasco se alivie pronto a pesar de la última intervención de la Casa Blanca”, añadió.

En tanto la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y los combustibloes, subió 0,2% en el mes, en línea con lo esperado, con lo que acumuló un crecimiento anual de 4%.

Minutas

El mercado esta ahora atento a la publicación de las minutas de la última reunión de politicia monetaria de la Fed, que se darán a conocer esta tarde, para conocer más señales respecto de los próximos pasos que podría dar el banco central estadounidense.

En dicho encuentro, que se realizó a fines del mes pasado, la entidad presidida por Jerome Powell, adelantó que el retiro gradual de los estímulos monetarios está en camino y que en sus proyecciones se inclinan con más ímpetu en favor de un alza de tasas en 2022.

“Si el progreso continúa ampliamente como se esperaba, el Comité juzga que pronto se justificará una moderación en el ritmo de las compras de activos”, dijo en dicha oportunidad la Fed en su comunicado.

A ello se agregaron las declaraciones de Powell quien indicó que en la reunión se discutió sobre el ritmo apropiado de la disminución de compra mensual de US$80.000 millones de bonos del Tesoro y US$40.000 millones de bonos respaldados por hipotecas, precisando que la mayoría de los participantes ven que, mientras la recuperación se mantenga en curso, un tapering gradual podría concluir alrededor de mediados del próximo año.