Avanzando en la integración energética de América del Sur

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Existe un amplio consenso respecto de que el futuro de la energía será renovable, y Chile y sus vecinos pueden tomar un rol de liderazgo a nivel mundial.

Latinoamérica es la región que concentra la mayor participación de energías renovables del planeta, y la dotación de recursos de energía variable de América Latina y el Caribe es suficiente para cubrir más de 22 veces la demanda eléctrica proyectada a 2050 para toda la región.

En este sentido, las energías renovables presentan una enorme oportunidad para el desarrollo y el crecimiento sostenible de nuestros países, pero también para superar importantes barreras de acceso y vulnerabilidad energética.

Este panorama nos ofrece innumerables oportunidades y desafíos, y quizás uno de los más importantes es avanzar en la integración energética entre nuestros países, y así aprovechar los beneficios de la generación renovable.

Participar en un mercado eléctrico integrado es una gran oportunidad para aumentar la flexibilidad del sistema, y una mayor seguridad en el suministro energético.

El reciente estudio La Red del Futuro, elaborado por el BID, establece que una mayor integración regional permite tomar ventaja de las economías de escala asociadas a proyectos de generación con uso de renovables y, también, aprovechar la complementariedad entre fuentes de energía renovable no convencional en diferentes espacios geográficos.

El estudio es claro en relacionar el impacto de la integración energética con los objetivos de cambio climático señalando que, a través de la interconexión, la participación de la energía solar y eólica aumentaría entre cuatro a seis veces de aquí al 2030, gracias a la complementariedad y el intercambio de mutuos beneficios.

En el gobierno del Presidente Sebastián Piñera creemos en ello y apostamos por la interconexión eléctrica, pues sabemos que es una efectiva herramienta estratégica para el desarrollo económico, productivo y social, así como una forma de mejorar la respuesta a los efectos del cambio climático, dado que una de las grandes virtudes de las interconexiones eléctricas es que brindan la posibilidad de aumentar la incorporación de las energías limpias.

Desde un punto de vista político, este tipo de acuerdos energéticos puede ser el primer paso para una mayor integración regional, tal como ocurrió en la Comunidad Europa en sus inicios, con la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que favoreció el intercambio de materias primas.

Como ministerio estamos trabajando en fomentar el diálogo y la construcción de confianzas con nuestros países vecinos; para lo cual estamos avanzando en el desarrollo de marcos regulatorios binacionales y regionales y la concreción de estudios técnicos y económicos para determinar beneficios y complementariedades con Argentina y Perú.

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