La demanda por efectivo durante la crisis ha sido grande y pese al aumento de la oferta, el segundo retiro del 10% de las AFP le pone presión al sistema. De hecho, los billetes y monedas en circulación han aumentado 42% en 12 meses, ya que a octubre de este año circulaban US$18.719 millones. Nunca, desde que el Banco Central (BC) lleva registro en su sitio web (1994), se había registrado un incremento mayor a 30% en un año. El mes que anota la mayor alza histórica fue precisamente agosto, cuando se empezó a pagar el primer retiro del 10% de las AFP, pues hubo un incremento de 45% en el total de billetes en circulación.

En tanto, el dinero que circula fuera de los bancos y el BC (circulante), en octubre marcó su mayor alza desde que hay registro (1987): subió 67,6% en un año a US$15.276 millones.

Las personas van menos veces a los cajeros automáticos, pero están sacando montos considerablemente más altos. En agosto, el monto promedio mensual retirado fue 54% mayor que hace un año, pero el número de transacciones se redujo 21%, según cifras del BC.

Y pese a que ha subido la cantidad de efectivo que tienen las personas, eso no necesariamente se ha visto reflejado en la economía. Ya hace rato era comentario en la banca: parte del dinero que se ha retirado en efectivo, no ha vuelto a la economía con la velocidad que pensaban. Dos teorías circulan en la industria: o la gente lo tiene guardado “debajo del colchón” o ahora parte importante de los billetes están pasando de mano en mano en negocios de barrio, pero no escalan a la banca, grandes empresas o distribuidores.

El BC lo tiene claro. “La demanda por dinero en efectivo ha venido subiendo durante el último año, tanto en Chile como en el mundo. En el caso de nuestro país, este fenómeno se ha acentuado por el retiro de los fondos de pensiones. Este efectivo no ha estado volviendo al sistema -comercio, empresas y bancos- a un ritmo normal, cosa que también se observa a nivel global, y es posible que se deba a que tanto personas como empresas están guardando efectivo de manera precautoria, ante los efectos de la pandemia y mayor incertidumbre”, comentó el instituto emisor, tras ser consultado.

Por otro lado, el presidente del BC, Mario Marcel, dijo la semana pasada que en el primer retiro del 10%, las personas retiraron en efectivo un cuarto de todo lo que les depositaron, es decir, más de US$4.000 millones, lo que significa 250 millones de billetes. El superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, proyectó que el primer pago del segundo retiro del 10% implicaría transferir recursos por US$12.700 millones, y en el segundo pago serían US$6.000 millones. Es decir, si se repite la misma demanda por efectivo que en el primer retiro, con el pago de la primera cuota se podrían retirar cerca de US$3.000 millones de los cajeros automáticos y sucursales bancarias. A esto hay que sumar el efecto Navidad, que incrementa la demanda por liquidez.

Con todo, este lunes Contraloría hizo la toma de razón del segundo retiro, por lo que solo resta que se publique en el Diario Oficial para que se convierta en ley, lo que ocurriría el jueves.

No solo las personas están aumentando su caja, también lo hacen las empresas. Entre las 502 firmas que informaron al tercer trimestre a la CMF, el efectivo y equivalente al efectivo subió 57% interanual.

También ha crecido en forma relevante la base monetaria del BC (constituida por circulante y reservas monetarias de los bancos, como cuentas corrientes en el Central y caja): el instituto emisor casi ha duplicado su balance en un año, ya que a octubre registraba un alza de 97% en 12 meses, a US$32.180 millones.

Esto se explica en parte por la compra de bonos bancarios que ha hecho el BC, y también ha incidido que el alza de las cuentas corrientes de los fondos de pensiones en los bancos ha incrementado las obligaciones de reserva técnica, las cuales han sido constituidas principalmente con depósitos en cuenta corriente del sistema bancario en el BC.

Javier Vergara, socio de Valtin Capital, comenta que “lo que ha pasado, por un lado, es que toda la liquidez que le ha entregado el BC a los bancos no se ha canalizado en créditos al sector real, tanto de empresas y personas. ¿Por qué? Porque los bancos tienen políticas de riesgo más restrictivas, dado el riesgo que tiene hoy el sector real, y las personas están menos proclives a endeudarse. Por lo tanto, no se ve que el aumento del balance del BC se canalice en una política monetaria efectiva”.