El Banco Central considera que es necesario recalcar que seguirá manteniendo las tasas de interés en un nivel mínimo histórico para apoyar de la reactivación económica, de acuerdo a las minutas de la última reunión de política monedaria realizada a fines de enero, en la que su Consejo acordó dejar sin cambios la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 0,5%.

“Todos los consejeros coincidieron en que, dado el contexto macroeconómico causado por la pandemia, el mensaje de política monetaria debía seguir enfatizando que se mantendría un elevado impulso monetario por un período prolongado de tiempo, de modo de asegurar la consolidación de la recuperación económica y el cumplimiento de los objetivos del Banco”, señalan las minutas.

Esto hacía prever que la TPM seguiría en su nivel mínimo durante gran parte del horizonte de política monetaria de dos años y que las medidas no convencionales continuarían en aplicación, añade.

Debilitamiento del crédito comercial

En ese sentido, todos los consejeros concordaron en que el avance en el proceso de recuperación económica hacía necesario adecuar las condiciones financieras para que las empresas pudieran hacer frente a las necesidades que surgían en esta nueva etapa del ciclo económico.

En particular, indican las minutas, hubo acuerdo en que el debilitamiento de la demanda y oferta de crédito comercial observado en los últimos meses reflejaba que la mera disponibilidad de nuevos créditos para capital de trabajo ya no sería suficiente para satisfacer las necesidades de las empresas.

Esto, porque algunas necesitaban financiamiento para inversiones o porque otras registraban una acumulación de obligaciones que no estarían en condiciones de cumplir con los flujos de ingresos que tendrían en los meses siguientes.

Ante ello todos los consejeros estuvieron de acuerdo en que el banco podía jugar un rol relevante proveyendo la liquidez necesaria para que el sistema financiero generara la condiciones para que las empresas lograran adecuar su carga financiera.

En particular, la recientemente aprobada legislación sobre garantías estatales —Fogape Reactiva— abría un espacio para que el banco adaptara y completara el impulso comprometido por el Consejo a través de instrumentos no convencionales, mediante un mecanismo que había asegurado una efectiva transmisión.

Por ello respecto de la Facilidad de Financiamiento Condicional al Incremento de las Colocaciones (FCIC) el Consejo acordó abrir una tercera etapa que contempla un monto de US$10 mil millones y una vigencia de seis meses.

Para ello, aun manteniendo las condiciones financieras residuales de la segunda etapa de la FCIC, sería necesario adecuar las condiciones de acceso, incorporando las nuevas definiciones del Fogape, focalizarse en flujos brutos, dado que no se buscaba elevar necesariamente el apalancamiento de las empresas, y ampliar los colaterales