El deterioro de las condiciones financieras a nivel global, la situación financiera de los hogares pero, sobre todo, las explicaciones sobre la necesidad de reconstruir amortiguadores ante shocks externos se tomaron el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2023, publicado este miércoles por el Banco Central y donde se tomó la agenda los nuevos requerimientos de capital para los bancos.

El martes el Emisor decidió activar el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC), exigiendo así a los bancos un 0,5% más de capital, decisión que fue ampliamente explicada en el informe.

El BC explicó que se optó por activar el RCC “como una medida precautoria ante la mayor incertidumbre externa”, y si bien el “escenario macroeconómico ha evolucionado en línea con lo previsto, no se puede descartar completamente el riesgo de ocurrencia de un shock externo severo. Aunque su probabilidad es baja, su impacto negativo en la economía sería significativo. En dicha circunstancia, la liberación del RCC previamente constituido ayudará a mitigar los impactos respecto de la evolución del crédito a hogares y empresas”.

Con todo, la entidad comandada por Rosanna Costa señaló que " la implementación del RCC se enmarca en un contexto donde es necesario que todos los actores de la economía sigan recomponiendo sus capacidades para enfrentar posibles eventos adversos. La definición del nivel y plazo del RCC cuenta con el informe previo favorable de la Comisión para el Mercado Financiero”. De hecho, el informe enfatiza que, “considerando el actual nivel de capitalización, las holguras disponibles de la banca, el nivel de cargo de RCC y el plazo definido para enterarlo, su activación tendrá efectos acotados y transitorios en la evolución del crédito”.

Adicionalmente, indica el IEF, “el efecto en crédito se atenúa por la anticipación del anuncio respecto del nuevo cargo, el cual se hace exigible dentro de un año y puede ser parcialmente acomodado por los bancos usando sus holguras de capital. La evidencia indica que los bancos enfrentan nuevos requerimientos de capital utilizando parcialmente sus holguras disponibles respecto a límites regulatorios, aunque en el mediano plazo los bancos tienden a volver a su holgura original”.

Escenario

El IEF expuso que desde marzo se han producido episodios de tensión en la banca de EEUU, y que “si bien la reacción de las autoridades ha contenido dichas turbulencias, persisten dudas en el mercado respecto de la evolución del sistema financiero en las economías desarrolladas”.

Sin embargo, el documento señala que el mercado financiero local no se ha visto especialmente afectado por estas turbulencias externas. “Desde el Informe anterior, las tasas de interés soberanas cayeron en torno a 120 y 60 pb para bonos en pesos y UF, respectivamente, manteniéndose en torno a sus promedios históricos. Además, se observó una disminución del spread soberano. En el mismo período, los premios por riesgo corporativo y bancario aumentaron entre 5 y 30 pb”, dice el BC.

Si bien en el informe se “da cuenta de la solidez de la banca local”, y que “los resultados de las pruebas de tensión muestran que el sistema se encuentra en una posición adecuada de solvencia y liquidez para enfrentar la materialización de escenarios tensionados”, también se menciona que “al igual que el resto de los agentes de la economía, es importante que continúe fortaleciendo sus capacidades para enfrentar nuevos eventos adversos”.

De hecho, el BC señala que “los indicadores de tamaño de mercado dan cuenta de una reducción en algunos mercados que han funcionado en el pasado como buffers frente a fluctuaciones y shocks externos, como los activos en fondos de pensiones. Estos se redujeron desde poco más de 80% del PIB hacia fines de 2019 a 56% del PIB en lo más reciente”.

La activación del RCC fue el principal tema de conversación en la presentación del informe por parte de Rosanna Costa, presidenta del BC, ante la Comisión de Hacienda el Senado.

En la instancia, Costa comentó que con la medida “estamos aumentando las herramientas con las que contaría el Banco Central en un evento de esa naturaleza”, y que la decisión se toma en estos momentos porque se ha visto que “las tensiones macrofinancieras han ido creciendo” en el escenario externo.

“La inflación está alta y persistente en economías desarrolladas, no solamente en economías en desarrollo, y la política monetaria ha sido muy contractiva en esas economías, y tendrá que seguir siéndolo en muchas de ellas. Eso ha generado eventos, el de los bancos (en Europa y EEUU) es uno, han sido contenidos, bien manejados por las autoridades, y nuestro escenario central no ha cambiado. No estamos diciendo que el escenario más probable es que ese evento se produzca, pero el riesgo existe y como economía tenemos que estar preparados y reconstruir colchones e instrumentos y capacidades para enfrentar shocks nuevamente”, recalcó la economista.

Además, precisó que aplicar la medida “hoy tiene un costo menos que en otras oportunidades, a pesar de que el crédito está cayendo”, y explicó que “justamente cuando se está dando un plazo de un año, cuando los bancos tienen holguras de capital, los bancos pueden enterar este requerimiento de varias formas, no solamente contrayendo el crédito, lo pueden hacer traspasando esas holguras, lo pueden hacer aumentando el capital o parcialmente disminuyendo el crédito. Dadas las holguras que tiene la banca, su solvencia, el efecto sobre el crédito en este momento es de una magnitud baja, y es por esa razón que estimamos que el valor de protegerse y contar con un instrumento es hoy extraordinariamente necesario”.

Situación de las empresas

Según da cuenta el informe del primer semestre, el endeudamiento e impago bancario de las empresas se encuentra en niveles prepandemia, aunque en los últimos meses el crédito comercial ha seguido mostrando caídas en su variación anual, mientras el impago se ha mantenido en alza.

“El aumento de impago sigue centrado en los sectores comercio, construcción e inmobiliario; las empresas de menor tamaño y las que optaron por la reprogramación de deudas y/o créditos FOGAPE. Se destaca que continúa la debilidad del sector construcción e inmobiliario, que enfrenta un mercado menos dinámico y mayores restricciones de financiamiento, tanto a proyectos inmobiliarios como a créditos hipotecarios”, dice el BC.

Consejo del Banco Central

Así, el nivel de impago retornó al nivel del inicio de la pandemia, ya que el índice aumentó desde 1,3% de las colocaciones en junio de 2022 a 1,7% en marzo de 2023. “Estas cifras, sin ponderar por deuda, representan 8 y 10% del total de empresas en el mismo período. Cabe notar que, en los últimos meses el número de firmas con impago más reciente –hasta 6 meses– alcanzó máximos desde 2009, lo que sugiere presiones financieras en el sector que aún deben resolverse”, dijo el Emisor.

Además, comentó que las empresas que reportan a la CMF continuaron elevando su rentabilidad, “con endeudamiento, cobertura de intereses y liquidez retornando a niveles previos a la pandemia. La rentabilidad sobre activos alcanzó 9,2% a fines de 2022, lo que corresponde al máximo observado desde el año 2004″, aunque explicó que al excluir el sector de transporte y telecomunicaciones, este indicador llega a 7,1%.

Respecto de la crisis de las aseguradoras privadas de salud, el informe sólo señaló que “la situación de las isapres se ha ido agudizando. Si bien la exposición directa del sector financiero es acotada, la actual situación amerita particular atención, atendidos los posibles impactos indirectos sobre el sector salud en general.

Las tres amenazas

Tres amenazas para la estabilidad del sistema financiero son las que detectó el Banco Central en su Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre.

La primera de ellas es un empeoramiento del escenario financiero global, el que podría generar episodios de alta volatilidad, menor liquidez en moneda extranjera y salida de capitales desde emergentes. “Un escenario de riesgo donde las tasas de política monetaria deban permanecer elevadas por más tiempo de lo esperado debido a la persistente inflación, junto con nuevas turbulencias en la banca global, podría gatillar incrementos abruptos en los premios por riesgo y profundizar salidas de capitales por parte de inversionistas no residentes desde países emergentes desde mediados de abril”, escribió el BC.

En un segundo escenario detalló que “el potencial deterioro de condiciones financieras externas podría tener efectos negativos particularmente en ciertos sectores que aún no se recuperan del todo desde la pandemia, como el inmobiliario”, pero a nivel internacional, en particular en China.

“Un eventual recrudecimiento de las condiciones financieras externas encontraría a la economía local aun resolviendo los desequilibrios de gasto de los últimos años”, describió el emisor en un tercer escenario.

Al respecto, señaló que “el proceso de ajuste de la economía ha sido algo más lento que lo previsto, el consumo agregado y la inflación siguen elevados. En el ámbito financiero, el mercado de capitales ha mostrado señales incipientes de mayor dinamismo, con nuevas emisiones de bonos. Hacia adelante, es crucial la priorización y promoción de políticas que incentiven el ahorro de largo plazo, de modo que el mercado de capitales recupere su capacidad como amortiguador de shocks externos”.