En la última Reunión de Política Monetaria (RPM), el Banco Central subió nuevamente la tasa en 75 puntos base (pb), llevándola a 9,75%, pero el ente autónomo evaluó en dicha cita ir más allá e impulsar un alza de hasta 100 puntos base.
“Todos los Consejeros estuvieron de acuerdo en que las opciones de 75 y 100 pb tenían la virtud de acercar la Tasa de Política Monetaria (TPM) a un nivel que lucía más congruente con la política monetaria necesaria para lograr la convergencia de la inflación a la meta en dos años”, consignó la entidad por medio de las minutas que dan cuenta del contenido de tal encuentro.
Al final y como ya es conocido, los miembros del consejo del Banco Central llegaron al consenso de “que más allá de esta evaluación, era bastante probable que el proceso de aumento de la TPM debería continuar y que un alza de 75pb dejaba más espacio para la evaluación que se realizaría en el IPoM de septiembre”.
Sin embargo, en caso de haber subido la tasa de política monetaria en 100 puntos, no habría sorprendido demasiado al mercado, ya que este este tenía entre sus expectativas un alza de la TPM en ese rango.
Por otro lado, se descartó un alza de 50 puntos base, ya que al Banco Central no le “parecía coherente con el encuadre macro actual. Se indicó que una forma de considerar esta opción como válida sería suponer que el nuevo escenario tendría asociado una mayor contracción de la demanda cuyos efectos sobre los precios compensarían gran parte de la mayor inflación de corto plazo, lo que se veía poco probable”.
No obstante, un miembro defendió la posibilidad de un alza menor a la realizada, “si se ponderaba el efecto menos negativo que tendría sobre una inversión que ya caía con fuerza”, pero la opinión no tuvo respaldo entre sus pares, según consigna la minuta.
Otra de la razones para rechazar un alza de 50 puntos base fue que no sería coherente para llegar a la meta de inflación del 3% y “varios consejeros añadieron que un alza de esta magnitud se encontraba por debajo de lo esperado en los precios de mercado, lo que podría aumentar la volatilidad cambiaria y, eventualmente, causar problemas en otros segmentos del mercado financiero”.
Mercado del dólar y peso chileno
Otros de los temas que se tomó la reunión del Banco Central fue el mercado del dólar, un día antes de anunciar el programa de intervención cambiaria y provisión preventiva de liquidez en dólares.
“Hubo coincidencia en que el Banco Central no tenía ninguna limitante para actuar en el mercado cambiario, pero que cualquier acción en esa materia debía ser analizada en su mérito, refiriéndose al funcionamiento de dicho mercado y sus eventuales repercusiones en otros segmentos del mercado financiero”, resalta el texto.
En su análisis también destacaron que el peso chileno enfrentaba una alta volatilidad desde la reunión anterior, pero los “mercados habían sido capaces de absorber los shocks de manera adecuada y la volatilidad en el mercado cambiario no se había trasladado a otros segmentos del sistema financiero, los que habían operado con niveles de liquidez adecuados”.
Sin embargo, El Banco Central estimaba que en esos días “se estaban observando cambios con una inusual rapidez. De hecho, en los últimos días se estaba acumulando un incremento significativo de la volatilidad cambiaria, lo que podría introducir una diferencia respecto de la evaluación hecha a comienzos de esa semana”.
Antes esto y como se conoció al día siguiente de la reunión, el Banco Central estimó que la “depreciación del peso se ha dado con una intensidad y volatilidad inusualmente alta”, y salió a intervenir el mercado del dólar para no “generen distorsiones significativas en el funcionamiento del mercado financiero en general”.