En su primera Reunión de Política Financiera, el Banco Central (BC) decidió no activar el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC), pues consideró que “la evolución de distintos indicadores financieros analizados no sugiere vulnerabilidades que amplifiquen los riesgos sistémicos”.

En 2019, la reforma a la Ley General de Bancos estableció que el BC, en línea con las exigencias de Basilea III a nivel global, tendría la facultad de incrementar los requerimientos de capital de la banca mediante un colchón de capital adicional, que puede ser activado dependiendo de las condiciones crediticias del sistema, así como del contexto económico, de cara a fortalecer el patrimonio de la industria ante eventuales problemas económicos futuros.

“El RCC es un requerimiento al sistema bancario de carácter macroprudencial cuyo objetivo es aumentar la resiliencia de dicho sistema frente a escenarios de estrés severos, producto de riesgos de carácter sistémico”, dijo el Banco Central en un comunicado.

La decisión, tomada por la unanimidad de los consejeros, consideró que “en lo externo, en un entorno de alta incertidumbre global, los bancos centrales se encuentran realizando ajustes monetarios en respuesta a procesos inflacionarios más persistentes. El conflicto en Ucrania y los cuellos de botella asociados a la pandemia han contribuido a agudizar las presiones por el lado de la oferta. Todo lo anterior ha redundado en condiciones financieras más estrechas”, detalló la entidad comandada por Rosanna Costa.

Junto con ello, apuntó que la economía local se ha ubicado por sobre su potencial desde la segunda parte de 2021, y que los efectos inflacionarios derivados de ello se han agudizado por el escenario externo, lo que llevó al instituto emisor a elevar su Tasa de Política Monetaria.

“A marzo del 2022, el crédito bancario se ha seguido desacelerando y su ratio respecto del PIB se encuentra bajo su tendencia histórica. La Encuesta de Crédito Bancario del primer trimestre muestra que la demanda permanece debilitada y las condiciones de oferta se han seguido estrechando desde el año previo. En tanto, la banca presenta indicadores de liquidez apropiados y se encuentra solvente, con capacidad para continuar proveyendo crédito”, sostuvo la entidad.

Así, consideró que “la evolución de distintos indicadores financieros analizados no sugiere vulnerabilidades que amplifiquen los riesgos sistémicos. Hacia adelante, se espera que la economía continúe su proceso de ajuste con un escenario internacional menos favorable, lo que implicaría un menor ritmo de la actividad crediticia y un aumento de la morosidad, que se acercaría a niveles de prepandemia”.

Junto con ello, el BC detalló que las pruebas de tensión, presentadas en el Informe de Estabilidad Financiera, indican que el sistema bancario tiene provisiones y capital suficientes para enfrentar escenarios severos, por lo que “en síntesis, el análisis realizado no sugiere que se cumplan las condiciones para activar el Requerimiento de Capital Contracíclico”.

De haberse activado, el ente emisor tendría que haber definido el capital adicional entre 0% y 2,5% de los activos ponderados por riesgo del sistema.

Desde la Asociación de Bancos (ABIF) valoraron la medida, pero también la realización de estas reuniones.

“Es importante destacar el valor de instaurar una reunión especial para temas de estabilidad financiera. En tanto que en relación a la decisión de no activar un requerimiento de capital contra cíclico, esto es claramente coherente con el entorno y perspectivas del ciclo económico en Chile”, indicó Luis Opazo, gerente general del gremio.

En tanto, desde el mercado también analizaron como positiva la decisión. Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, sostuvo que “tiene sentido activar el capital contracíclico en períodos de alta expansión, con el fin de suavizar las fluctuaciones del crédito y resguardar la solvencia de la banca”, no así en períodos como el que vive la economía actualmente. “Era esperable lo que señala el Banco Central. La banca está bien capitalizada y estamos en una fase en la que la economía se está ajustando”, concluyó el economista.