El Banco Central publicó esta mañana el esperado Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a septiembre, el cual corrigió las proyecciones para el desempeño de la economía chilena en 2020 y 2021.
Sin embargo, uno de los puntos que generaba mayor expectación giraba en torno a qué iba a decir sobre el retiro de fondos de las AFP, el cual ya se calcula en más de US$ 15.000 millones.
La entidad dirigida por Mario Marcel dedicó una parte especial del informe a explicar el efecto que tendrá en la actividad. En tal sentido, concluyó que el volumen del retiro de ahorros, unido a información preliminar de encuestas y ventas del comercio minorista,” es coherente con un impulso relevante —aunque transitorio— al consumo”.
De acuerdo al instituto emisor, la mitad del retiro ya aprobado (el que se ubica en torno a 6% del PIB del 2019), será destinado al consumo de bienes, en tanto que la mitad restante irá al pago de cuentas, créditos, inversiones financieras o ahorro.
Dijo que, dadas las restricciones imperantes a la actividad de servicios, el mayor consumo estará más concentrado en bienes que lo usual, “lo que elevará el componente importado”.
Calculó que en torno a dos tercios del gasto se concretará durante el 2020, “contribuyendo de forma significativa, pero transitoria, a compensar la caída de la demanda interna y la actividad este año”.
El saldo restante, detalla el informe, se concretará en los primeros meses del 2021, “con un impacto naturalmente menor”.
“Hacia el más largo plazo, deberán ponderarse no solo los efectos de corto plazo sobre el consumo, sino también el impacto más permanente sobre el ahorro, la inversión y las cuentas fiscales, lo que dependerá, entre otras cosas, de cómo sea compensada la reducción de los ahorros previsionales”, adivirtió.