Un nuevo actor en el sector de redes de adquirencia se podría sumar pronto. Banco de Chile anunció, mediante un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que constituyó una sociedad filial llamada Operadora de Tarjetas B-Pago S.A.

El capital de la sociedad pertenece en un 99,9% al banco, y en un 0,1% a Banchile Asesoría Financiera S.A, según detalló Banco de Chile en el hecho esencial. Ahí también revela que el 5 de julio recibió la autorización de la CMF para constituir dicha sociedad filial, además de aprobar sus estatutos.

Santander, Bci y BancoEstado ya tienen su propia red de adquirencia. Por eso, entre los bancos más grandes del país, solo faltaba que Banco de Chile se uniera al club. De concretarse, podría convertirse en el cuarto banco en lanzar su propia red de adquirencia y salir a competir con Transbank.

Según describe la CMF en su sitio web, “los operadores de tarjetas de pago son los encargados de manejar la recepción, envío y devolución de la información. También otorgan el servicio de redes que conecta a los emisores, marcas de tarjetas y el comercio asociado a dichas tarjetas”.

Transbank es actualmente la mayor red de adquirencia del país, y es precisamente de propiedad de los bancos, donde Banco de Chile tiene una participación de 26%; Santander 25%; Scotiabank 22,7%; y donde Itaú, Bci y BancoEstado tienen 8,7% cada uno.

Pero además de eso, Santander cuenta con su propia red de adquirencia, Getnet. De hecho, el banco de capitales españoles fue el primero en salir a competirle a Transbank, pues empezó a operar oficialmente en el primer trimestre de 2021. Luego vinieron BancoEstado con Compraquí y Bci con Bci Pagos; que partieron operando en forma oficial durante el segundo semestre de 2021.

Si bien a fines de 2022 Scotiabank inició los trámites en la CMF para lanzar su propia red de adquirencia, “ScotiaPay”, lo cierto es que eso hasta ahora no se ha concretado.

El inicio

Desde que Banco Santander anunció en 2018 que terminaba el contrato de adquirencia con Transbank, y luego informó que saldría de la propiedad para lanzar su propia red, desató un efecto en cadena en la industria.

El resto de los bancos accionistas de Transbank comenzó a evaluar si continuarían o no en la propiedad de la firma; y además, evaluaron si lanzarían o no sus propias redes de adquirencia en paralelo. Es así como algunos lo han ido concretando, y otros se han quedado solo en evaluarlo.

En lo que sí están todos los bancos alineados, es en la venta de Transbank, proceso que sigue abierto pero que ha encontrado dificultades dado que sus frentes judiciales aún no están del todo cerrados.

Al interior de Transbank, y los propios bancos accionistas, esperaban al menos cerrar un acuerdo de venta a fines de 2023. Sin embargo, los plazos se fueron extendiendo hasta que la incertidumbre regulatoria que rodea a la firma se terminó imponiendo, dejando la enajenación de la compañía a la espera de que se resuelven los casos judiciales, radicados en la Corte Suprema, que podrían modificar completamente su situación.