El Banco Mundial (BM) entregó un nuevo pronóstico para la economía de Chile. La mirada del organismo internacional mejoró respecto a la pasada, pero igual sigue apostando con que el país sufrirá una contracción. Un mejor escenario local que se da en un contexto en que el BM estima que la economía mundial se encuentra en una situación precaria en medio de tasas de interés elevadas.
En concreto, el Banco Mundial pasó de estimar en abril pasado que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile bajaría un -0,7% en 2023, a ver ahora una caída de 0,4%.
“Se prevé que la actividad en Chile se contraiga un 0,4% en 2023. La recesión proyectada para todo el año es el resultado de los efectos de arrastre de tres trimestres de crecimiento negativo en 2022. Esta desaceleración puede atribuirse principalmente a la brusca retirada de importantes estímulos monetarios, fiscales y cuasifiscales”, explicó el Banco Mundial.
El organismo internacional también apuntó que “la inflación alcanzó su punto máximo el año pasado, pero la inflación subyacente ha sido más persistente y ha aumentado en los últimos meses, lo que ha llevado al Banco Central a mantener una postura restrictiva”.
Otras de las razones que explican las proyecciones para Chile apunta al futuro negativo que se tiene para el cobre, el principal producto de exportación del país: “Se prevé que caiga modestamente en 2023, con escaso efecto sobre el crecimiento. Se espera que el crecimiento aumente hasta el 1,8% en 2024 a medida que se suavice la política monetaria”.
“Además, existe el riesgo de que el sector inmobiliario de China se debilite todavía más, lo que afectaría los precios de los metales (principalmente, del cobre y del hierro) y representaría un riesgo de deterioro para Brasil, Chile y Perú”, agregó el Banco Mundial sobre los factores que presionan al país.
De esta forma, las proyecciones del Banco Mundial se encuentran en línea con la visión más pesimista del Banco Central, que en el último Informe de Política Monetaria (IPoM) proyectó un rango de -0,5% y 0,5% para el PIB de este año.
Por su lado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe de perspectivas de noviembre pasado proyectó un PIB para Chile de -0,5%.
En esa línea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se mantiene como uno de los organismos más pesimistas sobre la economía de Chile, ya que, pese a que ha ido mejorando sus proyecciones, en su última publicación dijo que veía a Chile con una contracción de un 1%.
Mientras que, en el caso más optimista sobre la economía de Chile se encuentra el gobierno del Presidente Gabriel Boric. En el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre de este año mostró una proyección en que la economía de Chile subía 0,3% durante este año.
La región y el mundo
Tras las nuevas proyecciones del Banco Mundial, Argentina entró al grupo de economía que anotarán una contracción este año tras que en la estimación pasada se preveía que el país vecino no crecería. Ahora el BM dijo que ve a Argentina con una caída de 2,0%, luego de ver un crecimiento nulo en abril pasado. En tanto, los pronósticos para Haití fueron revisados a la baja de 1,1% a 2,4% para su PIB del 2023.
Así, Chile, Argentina y Haití componen este grupo de las economías dentro de América Latina y el Caribe que caerán en 2023.
En tanto, en la otra cara de la moneda, y en relación a América del Sur, se estima un crecimiento para Bolivia, (2,5%), Brasil (1,2%), Colombia (1,7%), Ecuador (2,6%), Paraguay (4,8%), Perú (2,2%) y Uruguay (1,8%).
Por su parte, para América Latina y el Caribe se anticipa que el crecimiento se reducirá al 1,5 % en 2023 y para los países de América del Sur un crecimiento de 0,8%. El mundo en su conjunto crecería 2,1% este año.
“Se prevé que el escaso crecimiento en las economías avanzadas incidirá en la demanda de exportaciones, mientras que es probable que las políticas monetarias restrictivas que se sigan aplicando en esas economías y la inflación interna persistentemente alta impidan cualquier mejora sustancial de las condiciones financieras a corto plazo”, agregó el Banco Mundial.