Bajos niveles de riesgo a pesar de las cifras de dos dígitos que registra el desempleo. Ese es el escenario que actualmente enfrentan los bancos, situación que en la industria parecen ver como transitorio. Y es que la recuperación económica no es algo del todo seguro, y los niveles de impago podrían subir.
Así al menos lo explican desde algunas entidades al momento de justificar por qué en los últimos meses, a nivel sistema, los bancos del país han constituido provisiones voluntarias por US$839 millones. Según un informe de Security, sólo en noviembre el sistema constituyó $82.918 millones bajo esta modalidad.
Actualmente, en el ítem las entidades acumulan US$1.983 millones, no obstante, a noviembre la morosidad mayor a 90 días del segmento personas continuó a la baja hasta alcanzar 1,59% de la cartera hipotecaria y 1,47% de la cartera de consumo, respectivamente, marcando nuevos mínimos históricos en ambos casos. En tanto, la morosidad de la cartera comercial se mantuvo sin cambios relevantes respecto a octubre, situándose en 1,72% de las colocaciones.
Luis Opazo, gerente general de la Asociación de Bancos, sostiene que “el comportamiento de pago de las distintas carteras muestra indicadores de no pago relativamente bajos. Sin embargo, la industria ha aumentado de manera relevante las provisiones adicionales, situación coherente con un escenario económico con factores de riesgo latentes”.
El banco con las mayores provisiones adicionales es BancoEstado con $504.405 millones, seguido de Banco de Chile con $300.252 millones. Más atrás se ubica BCI, con $162.524 millones, e Itaú con $150.950 millones.
De hecho, estos gastos también han presionado las ganancias. A noviembre, el sistema registró beneficios por US$1.452 millones, dato que según la CMF es 55,3% inferior al del mismo periodo del año previo, explicado “primordialmente por la pérdida excepcional que registró Itaú Corpbanca en el mes de junio y por el mayor gasto en provisiones registrado en el Sistema Bancario”.
Sin embargo, el gran gasto parece ya estar hecho. Así al menos lo ve Jonathan Fuchs, analista de Bice Inversiones: “A noviembre del 2020 el sistema chileno mostró niveles de cobertura de 164% (vs 124% visto en diciembre del 2019). Lo anterior es un reflejo del aumento de provisiones voluntarias”.
Además, apunta que “creemos que los bancos dejarán de realizar provisiones voluntarias durante 2021, y a medida que comience a aumentar la morosidad de sus carteras, irán consumiendo dichas provisiones voluntarias. Creemos que el año 2021 será un año de transición en cuanto al riesgo para los bancos, todavía estará por sobre sus promedios históricos, porque esperamos que vengan ciertos eventos de crédito durante el año, sin embargo, en nuestras estimaciones estamos incorporando niveles de provisiones más bajos que lo que vimos en el 2020”.
Parte del menor riesgo que han visto los bancos es el hecho de que las AFP han entregado más de US$30.000 millones con cargo a los dos retiros del 10%, recursos que las personas en parte han destinado a pagar deudas, pero también al programa Fogape Covid. Según los últimos datos de la CMF, el total de solicitudes aprobadas y cursadas por los bancos alcanza a las 269.809, por un total de US$12.748 (BancoEstado sólo representa el 17,7% de este dato).