Dos cambios relevantes hicieron ayer los diputados de la Comisión de Trabajo en el proyecto del gobierno para retirar un 10% de las AFP, y que ahora los reguladores piden modificar.
Previo a la votación del proyecto en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados que se hará esta mañana, acudieron para presentar, por cinco minutos cada uno, el presidente del Banco Central, Mario Marcel; el presidente de la Comisión para el Mercado Financiero, Joaquín Cortez; y el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías.
Allí, todos solicitaron que haya más tiempo para poder efectuar los pagos, y también pidieron que en el primer desembolso se baje el monto máximo que se puede depositar.
Lo anterior, considerando que si bien el proyecto del gobierno establecía que los pagos se harán en dos cuotas iguales de 15 días hábiles cada una, los diputados ayer lo bajaron a 10 días hábiles para el primer pago, y otros 10 días hábiles para el segundo. Además, los parlamentarios establecieron que si el pago es inferior a UF35, se deposite todo en una sola cuota.
Logística
Sobre ello, Marcel dijo que “todo el proceso de retiro de fondos, es un proceso que involucra desafíos logísticos que son muy importantes, que parten desde la solicitud de fondos del afiliado, hasta que el afiliado usa los fondos que ha retirado. En ese proceso hay por lo menos tres grandes etapas”.
Detalló que la primera etapa, es donde las AFP reciben la solicitud, validan los datos, transfieren los fondos a las instituciones financieras, y en paralelo liquidan los activos para los pagos.
La segunda etapa involucra a los bancos, que deben recibir los fondos de las AFP, validar que los montos sean correctos, abrir una segunda cuenta para resolver problema de evitar el cobro de cualquier tipo de descuento, y luego disponibilizar los recursos para que se puedan hacer giros.
La tercera etapa es cuando el afiliado dispone de esos recursos y para eso puede mantenerlos en sus cuentas bancarias, gastarlo por medios electrónicos, o retirarlo en efectivo.
“Aquí intervienen distintas instituciones, bajo distintas normas, y todo esto es un proceso que no puede hacerse de manera instantánea”, señaló.
El presidente del BC agregó que “el tema de los plazos es un tema de prudencia y de responsabilidad respecto de los beneficiarios de esta medida, o sea, no sacamos mucho con acortar los plazos a un punto en el cual los riesgos en que haya problemas en alguna etapa del proceso, que haya una falla, signifique que haya personas que no puedan retirar los fondos en los plazos que le asignó la ley”.
Marcel también dijo que hay consideraciones también de protección de las personas en términos de salud, de evitar aglomeraciones, de seguridad, y que las personas no tengan que transportar grandes cantidades de efectivo.
El dilema del efectivo
“El segundo tema más técnico, es que este proceso, al menos en lo que sería su primera etapa, va a estar ocurriendo en diciembre. Diciembre es el mes de mayor actividad y tensionamiento de todos los sistemas relacionados con la banca y sistema financiero. A fin de año se efectúan muchos pagos (...) y en general este es un mes en el cual la demanda por liquidez es mucho mayor que en cualquier otro mes del año”, dijo Marcel.
Añadió que “por lo tanto, los riesgos de sobrecargar los sistemas concentrando todas las operaciones ligados al retiro dentro de este mes, maximiza esos riesgos (...) Diciembre es lejos el mes de mayor actividad de la banca, de mayor demanda por liquidez, de mayor número de transacciones”.
Marcel destacó que el uso de tarjetas y giros de cajeros automáticos en diciembre ya crece normalmente 25% respecto del resto del año y, a su vez, la liquidez en el mercado de renta fija se reduce 15%.
Y respecto del efectivo, Marcel detalló que en el primer retiro del 10%, “una cuarta parte de todos los fondos retirados se retiraron como efectivo, es decir, personas que retiraron todos sus fondos, desde cajeros automáticos, cajas de los bancos, etc. Es una proporción muy alta si uno piensa que hoy existen los medios para hacer transacciones electrónicas, sin embargo, desgraciadamente no se usan lo suficiente esos medios”.
Esto significó que en el primer retiro hubo “algo más de US$4.000 millones girados en efectivo”, puntualizó Marcel. “¿Qué significa eso en términos billetes? Significa 250 millones de billetes”.
Es por esto que agregó: “Quisiera que se entienda la escala de lo que estamos hablando y por qué es necesario entonces, tanto por esta razón, por todos los eslabones previos de la cadena, la concentración de actividad bancaria en diciembre, y por una cuestión de prudencia, que sinceramente, creo yo, de protección del propio afiliado, de no exponerlo a riesgos de salud, de su seguridad y de confianza en el sistema; que es importante actuar con prudencia respecto de los plazos, no ayuda mucho poner plazos que después no se van a cumplir o van a generar riesgos de que haya algún traspié en alguna etapa de esta cadena que es bastante compleja”.
Operación gigantesca
Por su parte, Macías recordó que el primer retiro fue una operación gigantesca, la más grande del sistema financiero, pues se han pagado US$18.000 millones a 10 millones de personas.
Es por esto que el superintendente de Pensiones pidió que haya 15 días hábiles para hacer el primer pago, porque las AFP necesitan tiempo para validar los datos y que no hayan fraude, posteriormente traspasar esa información y el dinero a los bancos, que también tienen que hacer sus propios procesos de validación, explicó. “Eso requiere de tiempo”, dijo Macías.
Con todo, el superintendente comentó que si en la primera cuota hay que pagar UF35 de forma obligatoria, el primer pago implicaría transferir recursos por US$12.700 millones, y en el segundo pago serían US$6.000 millones. Es decir, dos tercios del dinero se concentraría en el primer pago.
Es por esto que Macías dijo que “dado la gran demanda de efectivo que se produce en diciembre, no parece aconsejable concentrar dos tercios del dinero en la primera cuota del retiro”.
En cambio, dijo que si se pusiera el límite de UF30 para la primera cuota, se transferirían US$9.800 millones en el primer pago, y US$9.000 millones en el segundo, lo que “le quitaría bastante presión al manejo de efectivo del sistema bancario”, comentó.
Presión en BancoEstado
Macías también detalló que tres cuartos de lo pagado en el primer retiro del 10% lo hizo BancoEstado. Cortez también destacó esto: “(Inicialmente) pensamos que el 60% de las transferencias se iban a hacer a través de BancoEstado”, explicó, sin embargo, dijo que finalmente fue cerca del 80% de los pagos.
En esa línea, recordó que la estatal tiene un límite máximo de transferencias diarias que puede hacer, por lo que tuvieron que partir antes haciendo estos desembolsos. “Si no hubieramos partido antes, habría sido muy difícil cumplir con lo impuesto por ustedes”, dijo Cortez.
Además, recordó que en diciembre se juntan más pagos, sobre todo en la segunda parte del mes. “Pensamos que sería imprudente que por un par de día más, esto no se pueda ejecutar bien”, agregó. Y también recordó la posibilidad de contagios por aglomeraciones en sucursales. “Agradeceríamos los días que nos puedan dar para ejecutar esto bien”, añadió.