El gobierno impulsa una reforma de pensiones que se discute en el Congreso. La propuesta considera entre otras cosas un 6% de cotización adicional que irían a un fondo común. El economista y exconvencional constituyente, Bernardo Fontaine, dijo en Pulso TV que tras el rechazo de la idea de legislar de la reforma tributaria el escenario cambió, y que la reforma previsional debe rehacerse.
“Confirma la necesidad de rehacer la reforma de pensiones. El gobierno presentó una reforma que ignora el efecto de la PGU. La centroderecha ha hecho la política de solidaridad más importante de la historia en pensiones, como es establecer la PGU, que significa que en promedio las tasas de reemplazo tienden a ser de 70% para los pensionados. Esto cambió totalmente la discusión. Además, el gobierno pretendía aprobar una reforma en contra de la opinión de los ciudadanos. Lo que el gobierno estaba pidiendo es un acto heroico incluso para sus propios parlamentarios, que es que votaran a favor de una reforma que no tiene en cuenta la opinión de los ciudadanos”, indicó Fontaine.
Asimismo agregó que “cuando tienes que una enorme mayoría de los chilenos, casi todos por así decirlo que quiere que todo o parte de las cotizaciones vayan a sus cuentas individuales, y el gobierno quiere que todo vaya al Estado tenemos una piedra de tope. La reforma en cuanto al 6% de cotización adicional, lo que hace fundamentalmente es quitarle parte de la rentabilidad que ganaría a futuro a ese 6% adicional, para usar esa plata para subir las pensiones actuales. ¿Qué es lo que produce? que los cotizantes sobre todo los jóvenes y futuros cotizantes, van a recibir peores pensiones en beneficio de los jubilados actuales. Lo que hay en el fondo es una propuesta que lo que hace es bajarle la jubilación a los jóvenes y subírselas a los jubilados actuales. Es una discusión que debiéramos transparentar. Quiénes ganan y quienes pierden con la reforma”.
Propuesta de Chile Vamos
Por otro lado, el economista se refirió a la propuesta que está trabajando Chile Vamos en materia previsional, que estaría considerando por ejemplo dejar fuera las cuentas nocionales y asegurar la propiedad de los fondos. Fontaine sostuvo que las cuentas nocionales deben quedar excluidas de la propuesta.
“Las cuentas nocionales son una forma de expropiar sin pagar indemnización. La cuenta nocional significa que todos vamos a cotizar este 6% en un fondo solidario y este fondo nos va a dar la mitad o menos de la rentabilidad que efectivamente gana nuestra plata. En el caso de la cuenta nocional no hay propiedad sobre ese ahorro y no hay herencia. Además, el fondo se queda con la mitad o más de la rentabilidad. Como se queda con la mitad o más de la rentabilidad, resulta que terminamos con menos pensión. De alguna forma, el fondo nos va a devolver nuestras cotizaciones solo si tiene financiamiento, si tiene los recursos en n años más cuando jubilemos. La cuenta nocional viene a ser un imaginativo mecanismo para capturar la rentabilidad y que el Estado se quede con gran parte de nuestros ahorros, y pueda con eso financiar aumento de pensiones. Aumentos que podría financiar de otra manera. Creo que esta fuera de toda discusión que las cuentas nocionales deben quedar fuera de la reforma, porque no entregan propiedad, no entregan herencia, y permiten expropiar sin indemnizar el grueso de la rentabilidad que entregarían los fondos”, señaló.
Sobre establecer la propiedad de los fondos dijo que “es clave. Qué parlamentario estaría dispuesto a votar contra el 85% de las personas que opina que las cotizaciones son de ellos. Salió una encuesta que dice que si la nueva Constitución no garantiza la propiedad de los ahorros previsionales el 67% votaría en contra de su aprobación. La reforma tiene que garantizar la herencia de los ahorros y de las cotizaciones. Lo que hace sentido es que la cotización adicional tienda a estar en la cuenta individual. Tiene que haber un elemento de solidaridad mayor. Ya tenemos la PGU. Necesitamos profundizar la solidaridad y habrá que ver el mecanismo para eso”.
Sobre cómo incrementar la solidaridad el economista apuesta por financiarla vía impuestos generales.
“Nuestra preferencia ha sido siempre financiarla con impuestos, porque es más justo. Los impuestos lo pagamos todos y más los que más ganan. La solidaridad que le gusta al gobierno es una solidaridad donde solo los trabajadores con contrato son los que financian la solidaridad. En definitiva, la clase media es la que financia la solidaridad. Hay fórmulas mejores, por ejemplo con impuestos generales. Si no es suficiente o no se puede, hay posibilidad de buscar financiamiento con cotizaciones. Hay varios sistemas que son mejores que este fondo de solidaridad, que es un fondo complejo, que tiene riesgo que futuros gobiernos lo desfinancien, se gasten la plata, administren mal, y caro, porque hay que construir una entidad estatal nueva”, sostuvo.
Y agregó que “una fórmula es que el grueso de las cotizaciones vayan a cuentas individuales y que una parte se la presten al Estado, estando el Estado obligado por ley a devolverlas con una tasa de interés al momento de jubilar. De esa forma se mantiene la propiedad de las cotizaciones. Es muy distinto a poner la plata en el fondo del Estado. Aquí habría una certeza de que los cotizantes van a recibir el día de su jubilación esas cotizaciones”.
Autopréstamo
El economista asegura que es necesario avanzar en una reforma de pensiones, pero indicó que hay temas a destrabar en el debate, para que la propuesta pueda llegar a puerto.
“Lo veo super necesario. Hay un tema a destrabar es que que las cotizaciones adicionales son de los trabajadores, no pueden haber cuentas nocionales, y asegurarse que la mayor parte de ellos vaya a la cuenta individual. Si se necesita algo para solidaridad que sea a través de un préstamo al Estado y no vía traspasar cotizaciones a un fondo. El segundo nudo es el tema de la administración. La reforma pavimenta el camino para que el Estado sea el único administrador y entonces controle el mercado de capitales. Eso es malo para los cotizantes y la economía. Incluso es malo para la democracia y la política”, señaló.
Por otro lado, más que elevar la edad de jubilación, el exconvencional dice que se podría debatir sobre años de cotización para jubilarse.
“Nadie se atreve políticamente y ya vemos mirando a Francia por qué. Pero en Chile hay una diferencia. La diferencia es que la edad de jubilar es la mínima, no está obligado a jubilar a diferencia de otros países. Por eso las mujeres tienen a jubilar más tarde. De hecho jubilar más tarde significa un aumento de pensión muy importante. Creo que la discusión hay que cambiarla. Más que una edad hay que establecer años de cotización. No es tan importante la edad cronológica de jubilación, sino que la persona jubile con hartas cotizaciones. Hay mucha laguna. La gente cotiza pocos años, el 10% es poco, y eso hace que el ahorro cunda poco. Me inclino por discutir cuales son los años de cotización para que la persona jubile más que la edad”, dijo Fontaine.
Tras el rechazo del proyecto de autopréstamo, el economista se refirió a la medida que contiene la reforma de pensiones del gobierno, y dijo que con ciertos márgenes podría ser un inventivo para cotizar.
“El autopréstamo puede ser un buen mecanismo, para incentivar que los chilenos coticen, que es nuestro gran problema. Creo que un mecanismo donde los chilenos puedan tener un autopréstamo acotado para la vivienda podría ser una alternativa. Lo que si un sistema de pensiones no puede con que cada vez que hay un problema los políticos aprueban un retiro, nos va a conducir a pensiones cada vez más bajas”, indicó.