Bernardo Larraín: “Los empresarios no debemos pasar a tener una postura de observadores catastrofistas”
El presidente de la Sofofa afirma que “hay, claramente, un deseo de cambios diferentes a los que muchos anticipaban, de un reformismo más profundo que gradual". Frente a ello asevera que el mundo empresarial, más que restarse de la discusión pública, debe tener un rol preponderante en el debate.
El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín, analiza los resultados de la elección de constituyentes con tranquilidad. Si bien no era lo que esperaba, sostiene que se deben analizar “con humildad”, porque “hay un mayor apoyo a un reformismo más profundo que gradual”.
En cuanto a la reacción que puedan tener los inversionistas extranjeros sobre Chile, el dirigente gremial puntualiza que “más que la reacción que tenga los mercados mañana (hoy), lo que me preocupa es la mirada que se tenga de Chile para los próximos 20 años”.
¿Cuál es el primer análisis que hace de este proceso electoral?
Primero, decir que fue una doble jornada electoral ejemplar, pese a que hubo una menor participación a la esperada. Lo segundo, es que hay un par de tendencias claras. Una derrota de las dos principales coaliciones que han liderado la política durante los últimos 30 años: Chile Vamos y la ex Concertación. Es un gran triunfo del mundo independiente. Y buen resultado de la coalición Frente Amplio y Partido Comunista.
Con ese buen resultado de los independientes y de la coalición del Frente Amplio y el Partido Comunista, ¿se materializa el escenario que usted describe como reformismo refundacional?
A raíz de esos resultados y siendo objetivo se pueden extraer dos consecuencias. Primero, debemos analizar los resultados con mucha humildad, porque hay claramente un deseo de cambios diferentes a los que muchos anticipaban. Hay un mayor apoyo a un reformismo más profundo que gradual. Eso es evidente con los resultados. Ese mundo independiente que logró sacar más de 40 integrantes para la convención, si bien hay algunos que tienen tendencia política, hay mucha diversidad. Hay que aprender a conocer a ese mundo independiente y sus posiciones. Esta expresión del mundo independiente va a requerir escuchar mucho más para conocer esos liderazgos.
¿Pero ve que ahora puede haber ese reformismo más rupturista?
Siempre he sido un convencido de que los países progresan, tanto desde el punto de vista del desarrollo social y económico, con reformismos graduales, pero decididos. Ahora habrá una cuota más rupturista. Hay que tener mucha humildad para entender y conocer a este mundo independiente. Los empresarios no debemos pasar a tener una postura de observadores catastrofistas, pesimista. Chile requiere que sus empresarios tengan una mirada de futuro, optimista. Para eso no se puede ser ingenuo, hay que construirlo y es más necesario que nunca que el mundo empresarial esté activo en la esfera de lo público. Probablemente con un desafío mayor, que es conectarse con una mayor diversidad de mundos que se expresaron en estas elecciones. El llamado para los empresarios es que estemos a la altura de los cambios que el país requiere. Eso siempre hay que decirlo sin resignar nuestra visión de proyecto país que queremos construir.
¿Este resultado, entonces, en ningún caso debería inhibir al sector empresarial de participar en el debate?
Sería un grave error. Siempre he pensado que la empresa debe estar activa en lo público. Lo pensaba el viernes y lo pienso ahora, luego de los resultados de esta elección. Hay que ser realista, nosotros creemos en un proyecto país que se funda en ciertos pilares fundamentales como es el emprendimiento, pero creemos que hay que hacer reformas relevantes. Quizá en los últimos 15 años, y lo hemos dicho, y Juan Claro lo dijo en la última cuenta pública de la Sofofa: hemos sido autocomplacientes. Los pilares del proyecto país que creemos siguen siendo completamente válidos, pero no se defienden solos, por lo tanto, esa es la principal demostración de que debemos estar en la cancha de lo público. Con mucha convicción, pero con mucha apertura a conocer esta realidad diversa que surge en esta elección.
En cuanto al contenido y los temas en discusión, ¿ve que pueda haber cambios importantes en el modelo económico del país?
Esperamos que la estrategia de desarrollo o el modelo económico no sea tanto tema de la convención, sino que de las elecciones democráticas. Y, por lo tanto, un riesgo es que este resultado implique un cierto maximalismo constitucional, de querer establecer en la Carta Magna aspiraciones de distintos sectores políticos legítimas, pero que son temas más propios del debate político. Los escenarios como los actuales se deben transformar en oportunidades. En el pasado no salimos a la esfera de lo público a compartir nuestro liderazgo y eso es lo que debemos hacer hoy.
¿Qué impacto cree que puedan generar entre los inversionistas extranjeros estos resultados?
Cuando se tiene estos resultados, donde hay una expresión de independientes mucho más diversa y una expresión política que tiene una línea de un reformismo más profundo, por definición genera más incertidumbre, porque respecto a la primera hay una mayor diversidad y un menor conocimiento. El segundo tipo de incertidumbre va a estar vinculado a ese mayor apoyo a estas posturas que son más de reformas profundas y rupturistas. Pero más que la reacción que tengan los mercados mañana (hoy), lo que me preocupa es la mirada que se tenga de Chile para los próximos 20 años.
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