El 2024 será un año de cambios para la minería en Chile. Tras la aprobación del proyecto royalty minero en mayo pasado, el cual incrementa la carga tributaria hasta un máximo de 46,5% para aquellos productores que superen las 80 mil toneladas métricas de cobre fino (TMCF), y de 45,5% para aquellos cuya producción sea menor al nivel antes mencionado, las grandes mineras que operan en el país contarán un escenario impositivo desafiante.
Y pese a que la visión desde los gremios mineros en Chile reflejó una preocupación por la posible pérdida de competitividad del país en el concierto mundial minero, durante la semana pasada una de las principales mineras internacionales entregó señales sobre su interés por seguir invirtiendo en Chile.
Fue Mike Henry, CEO de BHP -que en Chile opera Minera Escondida, el principal yacimiento de cobre del mundo, además de las minas Spence y Cerro Colorado- quien confirmó que el grupo anglo australiano mantendrá sus inversiones en el país.
En el marco del World Mining Congress 2023, celebrado en Queensland, Australia, Henry aseguró que, pese al incremento del royalty en Chile “BHP seguirá invirtiendo allí”.
La declaración marca un claro cambio en relación a las preocupaciones que expresaba la compañía minera previamente. Hace casi un año atrás, cuando el proyecto de royalty encendía todas las alarmas del sector al considerar cargas tributarias de hasta 55%, la minera planteaba que si la iniciativa se materializaba en esos términos “tendríamos que reevaluar nuestro plan de inversiones para Chile”, dijo al El Mercurio el 17 de julio de 2022.
La declaración hacía alusión al ambicioso plan de inversiones que la empresa había anunciado en la Conferencia Mundial del Cobre CRU-CESCO, a fines de marzo de 2022, por más de US$10.000 millones.
“En BHP queremos crecer en Chile y estamos acelerando los estudios para hacerlo. Quisiéramos invertir US$10.000 millones o más para proyectos adicionales”, dijo entonces Ragnar Udd, presidente de Americas BHP.
Con el correr de los meses, y pese a que el proyecto se iba moderando, el tono no cambiaba. “Una carga de 50% sigue siendo excesiva”, afirmó Udd en entrevista con Pulso, el 16 de abril de este año.
Solo unos días después, de hecho, planteaba que ante el desafiante clima de inversión en Chile presente en ese momento “nos gustaría desesperadamente resolverlos para ayudar a encontrar un clima en el que podamos continuar invirtiendo aquí”, señaló Udd, en el marco de la Conferencia Mundial del Cobre 2023, el pasado 18 de abril.
Sin embargo, las palabras de Henry llegan a poco más de un mes desde que el proyecto superara los trámites legislativos, tras la aprobación final de la Cámara de Diputados el 18 de mayo pasado.
En su discurso, de hecho, el máximo ejecutivo de la anglo australiana comentó el proceso que llevó al aumento de la carga impositiva a la actividad minera en Chile. Sus palabras incluso fueron para expresar una valoración del resultado final.
“En Chile, hubo un impulso por incrementar los royalties del cobre. A pesar de ser un gobierno de izquierda dura, se comprometieron con la industria y trataron de entender y trabajar para lograr un resultado que equilibrara las necesidades públicas y lo que se requería para mantener la competitividad de la industria y del país”, dijo Henry.
“Este proceso de compromiso se desarrolló a lo largo de varios años. Fue respetuoso y se centró en el entendimiento y la colaboración”, complementó.
“Tanto el resultado como el proceso fueron propicios para mantener el atractivo de la inversión y BHP continuará invirtiendo allí”, remarcó el principal ejecutivo de la minera anglo australiana.
Contraste con Queensland y el carbón
Las palabras de Mike Henry sobre el caso de incrementos tributarios a la minería en Chile, eso sí, fueron la antesala a una dura crítica que lanzó el ejecutivo en medio de un salón repleto directivos mineros con actividades en el país oceánico.
En específico, por el royalty que el estado australiano de Queensland aplicó a la actividad minera del carbón, llegando a usar los niveles más altos contemplados en la normativa local sobre las tasas. La estructura tributaria del carbón en dicho estado grava las ventas en tasas que van desde 7% a un 12,5%, cuando el valor medio de una tonelada va entre los U$100 y US$150. Sin embargo, al superar ese umbral, se aplica una sobretasa de 15% del valor al saldo restante.
Para Henry, la determinación estatal de aplicar dichas tasas, justo en momentos en que el carbón experimentaba precios récord ante la crisis energética desatada por la guerra de Ucrania, contrastó con el diálogo con las autoridades en Chile.
“A modo de contraste, y me entristece tener que decir esto en este escenario y en este lugar, pero creo que se lo debemos a nuestro estado anfitrión y a esta audiencia para ser honestos - aquí en Queensland, el enfoque para aumentar los royalties no podría haber sido más diferente. No ha habido compromiso con la industria, ni esfuerzo por comprender, ni interés por comprender”, sostuvo, tras comentar la experiencia con las autoridades chilenas.
Henry incluso cuestionó que “la casi triplicación de los royalties hace de Queensland el régimen fiscal del carbón más alto del mundo”, y advirtió que para BHP, dicho resultado ha significado “que tenemos oportunidades de invertir para obtener mejores rendimientos y menor riesgo en otros lugares del mundo, así como aquí en estados australianos”.
“Y no invertiremos más dólares de crecimiento en Queensland en las condiciones actuales”, enfatizó.