Bonos en default de Venezuela se disparan en Wall Street en medio de la tensión de la proclamación de Guaidó
El mercado ve con buenos ojos que el gobierno de Maduro llegue a su fin y que llegue una nueva administración que levante la debilitada economía del país.
Los bonos en default de Venezuela saltaron a su máximo nivel en seis meses. Esto, en medio de las especulaciones que generaron las protestas más grandes en seis meses contra el gobierno de Maduro y la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino del país.
Mientras los venezolanos salían a la calle, los US$4.000 millones en bonos en default con vencimiento en 2027 aumentaron 2,4 centavos a US$0,307, anotando el precio más alto desde junio del año pasado. A esta alza se sumaron los bonos del gobierno en el extranjero y de la petrolera estatal PDVSA.
Los inversionistas apuestan a que la molestia popular contra maduro eventualmente conducirá a su remoción y el establecimiento de una nuevo gobierno que sea capaz de impulsar la producción petrolera y poner en marcha nuevamente a la economía.De esta manera se allanaría el camino para un acuerdo de reestructuración de deuda, tras los registrar US$9.000 millones de default.
los acreedores han estado en la incertidumbre desde noviembre de 2017, cuando el presidente Nicolás Maduro, anunció que suspendería los pagos en medio de una crisis económica, mientras que las sanciones de Estados Unidos impidieron cualquier tipo de renegociación que abriera el camino para que se reanuden los pagos.
La oposición se unió detrás del llamado del líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaido, quien invocó la constitución mientras impulsaba la restauración del orden democrático luego de que Maduro comenzara un nuevo término considerado ilegítimo por buena parte de la comunidad internacional.
"La oposición ahora está unida en torno a un nuevo líder con una estrategia más radical", dijo Siobhan Morden, jefe de la estrategia de ingresos fijos de América Latina en Nomura, Nueva York. "Es posible que pronto llegue a un punto de ruptura, mientras que el estrés del flujo de caja continúa empeorando y la crisis política se transforma en una crisis social".
Morden dice que la nueva estrategia de la oposición se distingue esta vez de las protestas anteriores en 2014 y 2017, y podría tener más posibilidades de éxito. Los bonos venezolanos se negociaron en un rango durante la mayor parte del año pasado, ya que la mayoría de los inversionistas se quedaron al margen, pero una nueva especulación de que el gobierno de Maduro podría ser derribado está atrayendo a algunos a regresar, comenta.
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