La población en el país se muestra intranquila ante la posibilidad de que exista un sistema de salud público universal y se inclina mayoritariamente por la libertad de poder elegir entre seguros complementarios. Esas son algunas de las conclusiones a las que llegó un estudio realizado por Cadem, encargado por Metlife, sobre la “percepción e impacto de los seguros complementarios en Chile”, donde hay varias preguntas que apuntan a temas que abarcó el debate de la nueva Constitución en materia de salud.
El trabajo consideró encuestar a dos muestras distintas. El primer grupo objetivo fueron trabajadores dependientes e independientes, de todos los niveles socioeconómicos, pertenecientes a todas las regiones de Chile, entre los cuales algunos tenían seguros y otros no. El segundo grupo fueron clientes de Metlife que tienen seguros complementarios de clínicas.
En ambos casos, un 76% de los consultados está de acuerdo con que en Chile todas las personas puedan elegir libremente entre un sistema público o privado de salud al cual pertenecer.
Adicionalmente, el 63% de los trabajadores y 62% de los clientes respondió que siente poca o ninguna tranquilidad ante la posibilidad de que su salud dependa únicamente de un sistema público. En tanto, a un 24% de los trabajadores le da mucha o bastante tranquilidad, lo que alcanza un 25% en el caso de los clientes.
“Por el contrario, y a propósito del debate constitucional, una proporción mayoritaria (50% trabajadores y 60% clientes) cree que la nueva Constitución debería permitir que entidades privadas puedan realizar prestaciones de salud a cambio de una prima o cotización”, concluye el estudio de Cadem.
Por el contrario, el 33% de los trabajadores y 31% de los clientes responde que la nueva Constitución debería “impedir que privados entreguen prestaciones de salud a cambio de una prima o cotización”.
Asimismo, el 82% de los trabajadores y 85% de los clientes responde que las personas deberían poder optar libremente a seguros complementarios de salud.
Al consultar si se deberían eliminar los seguros complementarios de salud, el 26% se muestra de acuerdo, mientras que el 63% de los clientes y 48% de los trabajadores está en desacuerdo.
El country manager de Metlife Chile, Gregorio Ruiz-Esquide, comenta que según lo evidencia este estudio, “los seguros de salud complementarios se posicionan como un actor clave en un potencial nuevo sistema de salud, actuando como segunda capa del seguro universal, sea público o mixto (...), ya que un 82% cree que las personas deberían poder optar libremente a seguros complementarios de salud, y el 73% de nuestros clientes pertenecientes a Fonasa están en desacuerdo con eliminar los seguros complementarios de salud”.
Cadem también concluye en este estudio que “a pesar de declarar que hoy los seguros complementarios no están al alcance de todos, la opinión mayoritaria en ambos segmentos (trabajadores y clientes) es que todas las personas deberían poder acceder a ellos, ya que los ven como una posible solución a las deficiencias del actual sistema de salud en relación a los montos y prestaciones que cubren las isapres y Fonasa”.
Por otro lado, mencionan que, “en general, 3 de cada 4 usuarios de seguros evalúan positivamente la relación precio–calidad/cobertura de las garantías complementarias de salud (notas sobre 5 en escala 1 a 7). En este ámbito, el seguro que complementa el pago de isapre/Fonasa es el mejor evaluado”.
En términos emocionales, la encuesta dice que “quienes tienen seguros complementarios declaran que tenerlos les genera mucha tranquilidad (68% trabajadores, 81% clientes). Igualmente, quienes no tienen seguros complementarios declaran mayoritariamente sentirse preocupados por ello (45% trabajadores, 48% clientes). Por su parte, entre quienes han utilizado sus seguros en el último tiempo, se observa altos valores de satisfacción (66% de evaluaciones con nota 6 y 7 entre trabajadores, y 75% entre clientes)”.
El estudio también muestra que la industria de seguros alcanza al 43% de la población activa. Esto, porque un 24% tiene un seguro de vida; 19% tiene un seguro complementario de salud; 16% tiene un seguro de salud con otras instituciones como FALP, o bancos; 15% tiene un seguro catastrófico o de enfermedades graves; y 7% tiene un seguro de salud con clínica, “siendo una industria de gran penetración entre los trabajadores del país”, concluye.