El debate en torno al aumento de las tasas de informalidad en Chile ha ido creciendo de la mano de sus nocivos efectos para los trabajadores y la sociedad: salarios más precarios y sin seguridad social, menor estabilidad económica y menos recaudación de impuestos. Un estudio de Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP), revela que casi la mitad de los trabajadores informales en Chile son dependientes, es decir, que tienen un vínculo de subordinación y se caracterizan por acatar órdenes, tener jefatura y horarios que cumplir.
“Habitualmente cuando se hace alusión al fenómeno de la informalidad laboral, este suele asociarse al empleo independiente y, en particular, a ocupaciones tales como vendedores ambulantes y emprendimientos de subsistencia, entre otros. Sin embargo, la realidad es que una porción muy relevante de los empleos que se ejercen en la informalidad en Chile son dependientes, es decir, empleos realizados bajo un vínculo de subordinación”, explica el estudio liderado por el economista. Un trabajador dependiente es clasificado como informal cuando no cuenta con cotizaciones de salud y previsión social por concepto de su vínculo laboral con un empleador.
Según el estudio de la OCEC, el 45,3% de los empleos informales eran dependientes al trimestre enero-marzo de 2024, es decir, 1.184.176 de trabajadores de un universo de 2.614.641 empleos informales en nuestro país. De ellos, 134.915 son asalariados del sector público, lo que implica que hay 1.049.261 dependientes informales en el sector privado. Dentro de los dependientes informales del sector privado, 131.727 son personal de servicio doméstico y 917.534 son asalariados del sector privado, añade la investigación (ver infografía).
La realidad en el mundo privado
El estudio considera preocupante la fuerte expansión que está registrando el empleo asalariado informal en el sector privado. Al trimestre enero-marzo de 2024 el empleo asalariado informal en el sector privado registró un alza anual de 68.256, equivalente a una tasa de crecimiento anual de 8%, cifra superior al crecimiento de 3,8% que anotó el empleo asalariado formal en el sector privado. Con ello, el 16,2% de los asalariados del sector privado estaba en la informalidad laboral, un alza de 0,5 puntos porcentuales, respecto al 15,7% registrado en el trimestre enero-marzo de 2023.
Al desglosar las cifras según características personales, el estudio revela que la prevalencia de asalariados del sector privado que están en la informalidad laboral es mayor entre las mujeres. “Mientras que el 16,9% de las asalariadas del sector privado era informal, esta cifra es del 15,8% entre los hombres asalariados del sector privado. Al desglosar por nacionalidad se aprecia que el porcentaje de asalariados del sector privado en la informalidad laboral es de 21% entre personas extranjeras, mientras que es del 15,5% entre quienes tienen nacionalidad chilena”, complementa la investigación.
Pero el estudio de la OCEC-UDP va más allá y revela una preocupante estadística si se analizan los datos según formalidad de la entidad empleadora. Para el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), un asalariado trabaja en una unidad económica de mercado que pertenece al sector informal cuando dicha unidad económica no cuenta con registro en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y tampoco puede ser clasificada como cuasi-sociedad, ya que no tiene oficina contable ni cuenta con los servicios de un contador.
“Las cifras indican que la mayoría de los asalariados informales del sector privado trabaja para una organización perteneciente al sector formal de la economía. En efecto, al trimestre enero-marzo de 2024 el 78,3% de los asalariados informales del sector privado trabajaba en una organización perteneciente al sector formal. Este antecedente es muy relevante, pues indica que a pesar de que la organización empleadora opera en el sector formal está optando por generar empleos exigiendo subordinación pero sin cumplir con las normas laborales inherentes a estos vínculos”, concluye el estudio.
Una de las características de la informalidad de los asalariados en el sector privado es la ausencia de contrato escrito. “Al trimestre enero-marzo 2024 el 79,1% de los asalariados informales del sector privado no tenía contrato escrito. El resto, a pesar de tener contrato escrito no accede a la seguridad social, que es la razón por la cual son clasificados como informales”, añade.
Asimismo, la mayoría de este tipo de trabajadores está concentrado en las microempresas. La prevalencia de asalariados informales en la microempresa privada es del 47%, superando el promedio nacional de 16,2%. “A medida que aumenta el tamaño de la empresa privada menor es la prevalencia de asalariados informales. Así, en la pequeña empresa el 15% de los asalariados es informal, en la mediana empresa el 6,3% de los asalariados es informal y en la gran empresa el 4,5% de los asalariados se encuentra en esta situación”, finaliza la investigación.