A días de una nueva formalización en el marco del caso Factop, con foco en el Fondo Capital Estructurado I administrado por Larraín Vial Activos AGF, Rodrigo Topelberg Kleinkopf, socio del factoring e imputado en la causa, presentó una segunda ampliación de querella. El documento, que se suma a las acciones judiciales iniciadas el 31 de julio de 2023 y ampliadas el 3 de agosto del mismo año, acusa la participación de múltiples actores en un esquema financiero ilícito y señala los presuntos delitos de administración desleal, uso malicioso de instrumentos privados mercantiles falsos, estafa, lavado de activos y delitos tributarios.
En la ampliación de querella, Topelberg apunta directamente al conglomerado financiero Larraín Vial y su rol clave en las maniobras fraudulentas. Según el texto, al que tuvo acceso Pulso, “Larraín Vial procuró beneficiarse a sí mismo, y de paso a los hermanos Jalaff, mediante la compra con descuento de instrumentos falsos, típicamente facturas, a Factop, provenientes de empresas controladas en los hechos por los Sauer, y su posterior cobro por su importe total, ganando el respectivo diferencial o interés”.
El libelo también detalla cómo se estructuró un fondo de inversión con objetivos poco claros: “LarrainVial estructuró, en coordinación con STF Capital, un Fondo para auxiliar a Antonio Jalaff ante sus abrumadoras deudas, cuyo verdadero propósito era doble: por un lado, beneficiar a los gestores del Grupo Patio, entre quienes destacan los Jalaff y Menichetti [...] y de paso pagarse a sí misma deudas con origen delictivo, engañando así a quienes invirtieron en el referido Fondo”.
El querella admitida este jueves a tramitación por el 4° Juzgado de Garantía de Santiago describe en detalle un esquema en el que los hermanos Daniel y Ariel Sauer emitían facturas falsas a través de empresas bajo su control, entre las que destacan Comercial Textil Ziko Limitada, Inversiones Guayasamín SpA, Inversiones DAS Limitada y Asesorías e Inversiones Art SpA. Estas facturas eran luego vendidas a Larraín Vial, que las adquiría con un descuento y posteriormente cobraba su valor completo, obteniendo así un margen de ganancia. “El fraude tiene necesariamente dos extremos: (i) aquél en que se fabrican las facturas falsas, donde los Sauer en general aparecen emitiéndolas y los Jalaff [...] las reciben y aceptan; (ii) y aquél donde Larraín Vial compra las facturas falsas con un descuento, las que luego cobra en su importe completo, ganando un margen de utilidad por cada una de las facturas falsas”.
Este sistema permitió a los involucrados operar bajo lo que la querella denomina una “bicicleta financiera”. Según explica el texto, “los hermanos Sauer y Jalaff fabricaban una nueva factura falsa que había de ser recepcionada por otro falso receptor de algún bien o servicio, la vendían y con el precio recibido pagaban la factura original. [...] Permitía a los hermanos Jalaff retener en los hechos el dinero que habían recibido en un principio [...] sin tener que devolverlo realmente”.
Rodrigo Topelberg, quien dejó Capitán Yáber hace tres semanas, bajo arresto domiciliario total y arraigo nacional, es asesorado por los abogados Alejandro Awad y Miguel Schürmann.
Impacto
El impacto económico del esquema quedó reflejado en las finanzas de Factop, que acumuló una deuda superior a los $50.000 millones. Según la querella, “más del 40% está representado por pequeños y medianos inversionistas, a los que se les debe más de $24.000 millones”. Topelberg subraya que estas pérdidas no habrían sido posibles sin la participación activa de Larraín Vial: “Cualquier institución financiera [...] exige, entre otras cosas, seguros de desgravamen y exámenes médicos para entregar créditos. Pero los ejecutivos de Larraín Vial compraban las facturas falsas sin mirarlas o, aún peor, sabiendo que eran apócrifas”.
El texto es particularmente crítico del rol de LarrainVial en este esquema. “Larraín Vial invita a sus inversionistas a descansar en la premisa de que existe un escrupuloso análisis y control de los activos en que se invierte su dinero. Pero lo cierto es que estos expertos compraron cientos de facturas falsas a Factop, emitidas siempre por sociedades relacionadas a la misma [...] y recibidas consistentemente por sociedades de papel de los hermanos Jalaff sin empleados y cuyos giros no correspondían a las glosas de las referidas facturas”.
“Larrain Vial Asset Management Administradora General de Fondos S.A. es la que dirige el Fondo de Inversión Larrain Vial Facturas, que, a su vez, invierte en el Fondo de Inversión Facturas Nacionales y en Fondo de Inversión Privado Facturas I, estas dos últimas administradas ⎯solo en teoría⎯ por la muy controversial Fondos de Inversión Amicorp S.A”, concluyó la acción judicial.
La reacción de Larraín Vial
Frente a la ampliación de la querella, el grupo reaccionó: “Las recientes acusaciones de Rodrigo Topelberg son un conjunto de falsedades, que vienen de una persona que ha estado reiteradamente encarcelada por delinquir gravemente”.
El grupo agregó que Topelberg ha reconocido públicamente y ante el Ministerio Público que ha mentido, y en repetidas ocasiones, para evitar su responsabilidad. “Estas acusaciones de Topelberg son simplemente una más, en el conjunto de mentiras que ha dicho, y así quedará demostrado en la investigación”, respondió Larraín Vial.