En una extensa audiencia, que se alargó por siete horas, este viernes el 4° Juzgado de Garantía de Santiago resolvió revocar la prisión preventiva a Rodrigo Topelberg, socio de los hermanos Ariel y Daniel Sauer en el factoring Factop y de la corredora de bolsa STF, imputado por estafa y otros delitos económicos.
La jueza Carolina Araya ordenó que el imputado quedara sujeto a arresto domiciliario total.
El pasado martes 27 de agosto, el ingeniero en administración de empresas efectuó una declaración a fin de revocar la medida cautelar a la que estaba sujeto desde el pasado 20 de abril. En las audiencias los fiscales Felipe Sepúlveda y Juan Pablo Araya, querellantes, y los defensores, Alejandro Awad y Miguel Schürmann, realizaron consultas a Topelberg.
En una pequeña sala del Centro de Justicia de Santiago, Topelberg reconoció que fue él quien envió el audio de la grabación entre los abogados Leonarda Villalobos y Luis Hermosilla, ambos también detenidos por cohecho, lavado de activos y delitos tributarios, y Daniel Sauer.
“Yo no filtré ningún audio, yo envié un audio a las autoridades y a un medio periodístico, porque dudaba de la agilidad del Ministerio Público”, sostuvo.
Topelberg comenzó su relato explicando que ingresó a Factop de la mano de sus amigos de la infancia, Daniel y Ariel Sauer. “Ingresé al factoring y a Ziko, realizando distintas labores operativas”, dijo. “Ya por el año 2012 se implementaron las transferencias electrónicas y mi misión inicial era capacitar a los hermanos Sauer, pero no resultó”, añadió de manera pausada. También comentó que “en el transcurso de 2009 a 2020 tuve una labor formal en el holding. Recibí sueldos que iban desde un millón y medio hasta seis millones y medio, con boletas de honorarios”.
“En 2020 tuve una saturación personal por la monotonía que presentaba mi trabajo. No detectaba ningún ilícito. Quería desarrollarme en lo que a mí me gustaba. Consideraba que estaba estancado allí y ellos también estaban estancados”, expresó.
En su declaración, Topelberg aseguró que su paso por Factop lo dejó con una deuda de US$ 30 millones. “A principios de 2021, cuando murió mi hermana, tenía ganas de retirarme. Pero había una deuda muy grande de forward de depósitos a plazo, que estaban en garantía con inversiones varias y otras deudas pequeñas. Y pese a que le daba plazos a los hermanos Sauer, los plazos no se cumplían. Cada vez había más excusas”, explicó. Su plan era salir de la empresa y quedar como inversionista.