Luego de dos meses de bloqueo, finalmente este martes fue desalojada la central Pangue, y los trabajadores de Enel pudieron retomar las operaciones de la planta, para mantener el funcionamiento de la misma.

Según detalló la empresa en un comunicado, “valoramos la intervención ordenada por la Delegada Regional, dando cumplimiento al deber de resguardar el orden público y la seguridad del suministro eléctrico. Después de más de dos meses de bloqueado el acceso a nuestra planta, nuestros trabajadores podrán ingresar a las instalaciones de manera segura para mantener el correcto funcionamiento de la central que además significa seguridad para la cuenca del Río Biobío”.

Y agregó que “comprometemos nuestros esfuerzos técnicos y administrativos para reestablecer a la brevedad el estándar de operación y confiabilidad de esta unidad. Sin perjuicio de perseguir las responsabilidades respectivas en su momento y ante quien corresponda, tutelamos los mecanismos de diálogo respetuoso y transparente instalados en el territorio y confiamos en el trabajo colaborativo para el desarrollo local construido con las comunidades en Alto Biobío”.

A mediados de marzo, la empresa denunció el bloque a la central y alertó por el riesgo de abastecimiento eléctrico. Además, indicó que dicha situación ponía en riesgo el agua para riego y otras actividades que dependen de este recurso natural.