El CEO y cofundador de NotCo, Matías Muchnick, dice que, tras cerrar el acuerdo para crear una nueva empresa entre la startup chilena y la gigante de la industria alimentaria Kraft Heinz, no hubo mucho espacio para festejar el logro. “Aquí se celebra muy poco, se cumple un hito y ya estamos pensando en cómo ejecutarlo. Así que la celebración dura como un segundo y después sentimos la gran responsabilidad de lo que significa esto”, dice Muchnick. La prueba no es menor: NotCo seguirá con su hoja de ruta por sí sola y el joint venture, llamado Kraft Heinz Not Company, tendrá que hacer su propia historia en el área de la innovación alimentaria basada en plantas. Pero no desde cero, la empresa ligada al empresario y uno de los hombres más ricos del mundo, Warren Buffett, tiene una extensa cartera de productos alimenticios en los que la startup nacida en Chile puede sacar el componente animal de la ecuación. Y otro tamaño: Kraft Heinz es una multinacional que factura US$ 26 mil millones al año. NotCo pondrá a disposición de la nueva alianza su inteligencia artificial, la misma que explica su éxito actual. Y Kraft Heinz ofrecerá su capacidad para producir y posicionar los productos en mercados de casi todo el mundo, un nivel al que NotCo nunca pensó llegar en tan corto plazo. “La celebración va a venir en el momento correcto”, dice desde Nueva York, a dos días de firmar el acuerdo y vistiendo su ya casi institucional polerón negro.
¿Quién toca la puerta de quién para generar esta nueva sociedad?
-Ninguna historia parte con uno tocando la puerta del otro. Siempre es un proceso en que vas mirando y conversando con el otro. Nosotros habíamos hablado con Kraft Heinz hace un tiempo atrás, pero como conversamos con ellos también lo hicimos con otras grandes compañías desde que lanzamos nuestro primer producto. Está siempre la curiosidad por saber qué estamos haciendo, cuáles son nuestros planes y plantear la posibilidad de hacer algo en conjunto. Ellos se dan cuenta que somos relevantes y que hacemos las cosas bien.
¿En qué momento de esas conversaciones se llega a un acuerdo concreto?
-Cuando llegamos a EE.UU., la cosa cambió. Nos invitaron a presentarnos en un foro de innovación interno y ahí fue cuando se comenzó a dar naturalmente la conversación para hacer algo en conjunto. Y lo bueno es que este diálogo nació del CEO de Kraft Heinz, Miguel Patricio, quien reconoció nuestra agilidad, la tecnología, y que nosotros tenemos, como NotCo, cosas que ellos no tienen, y viceversa. Que la intención de hacer algo en conjunto naciera del CEO de Kraft Heinz ayudó mucho a las conversaciones y para llegar a un acuerdo.
¿Cómo fue el proceso para formalizar la nueva sociedad?
-No fue una propuesta única de NotCo u otra de Kraft Heinz, fueron términos que se iban intercambiando constantemente. Fue un proceso que se demoró 10 meses, porque esto significa definir la idea, la ejecución y hasta la parte legal, algo que toma mucho tiempo. Hay muchas cosas que hacer para que las cosas pasen y en NotCo tenemos que cuidar el futuro de la empresa.
Si hablaron con otras empresas, ¿por qué con Kraft Heinz llegaron a un acuerdo?
-Hablamos con muchas empresas. Esta no es la primera vez que hay un acercamiento para cerrar un joint venture o un partnership con otra compañía. Pero sí fue la invitación más genuina que hemos recibido en nuestra historia. Siempre supimos lo que ellos querían y no había nada oculto entre las cláusulas. Entonces vimos que una multinacional de la envergadura de Kraft Heinz quería cambiar su manera de hacer sus productos y con el objetivo de hacer un futuro más sustentable. Algo que nosotros como NotCo vamos a proteger, porque es la misión de nuestra compañía.
¿Cuáles fueron las otras empresas con que tuvieron conversaciones de este tipo?
-No puedo comentarlo. Solamente te podría decir que son empresas de gran tamaño en el mundo.
¿Kraft Heinz les ofreció comprar NotCo en algún momento?
-No, nunca estuvo en la línea de las conversaciones. Yo creo que ellos ya sabían que nosotros no íbamos a vender y asumo que ellos no estaban dispuestos a comprar, porque tampoco conocían cómo operábamos internamente. Cuando una compañía compra a una chica es muy difícil que se mantenga la agilidad y la velocidad de esta, porque todo tiene una implementación de procesos propio de una startup y que si se vende deja de serlo. NotCo por mucho que sea la compañía de US$ 1.500 millones, y pese a esta alianza con Kraft Heinz, sigue siendo una startup, nos movemos y tomamos decisiones pensando de esa manera. La agilidad que aportamos al joint venture se refleja en que ya el primer producto de esta nueva alianza se va a lanzar durante este año.
¿Cuánto es el monto de los recursos involucrados? ¿Quién y cómo se aportan?
-Las dinámicas del joint venture no las podemos decir, porque es algo confidencial, pero lo que te puedo destacar es que la compañía va a estar liderada por el actual CEO de NotCo en EE.UU. Entonces entrelíneas se puede leer que el liderazgo de esta nueva alianza va a estar hecho con la mentalidad de NotCo. Yo creo que Kraft Heinz va a ser muy consciente de esto. La compañía siempre nos dice que les sorprende nuestra agilidad con la que lanzamos productos y la calidad de estos. Entonces, queremos usar eso como el motor del desarrollo de esta marca.
¿No ven una incongruencia al aliarse a un gigante alimentario que emplea subproductos de animales?
-Nosotros como NotCo nos abocamos 100% a lo nuestro, que es cambiar el mundo y mover la aguja a la sustentabilidad. Esta alianza nos permite agarrar una escala de cambio a nivel mundial que nunca habíamos pensado. Es pasar de una empresa que quizás pueda colocar un producto en base a planta en reemplazo de uno animal en 10 mil salas de supermercados en tres años de existencia en EE.UU., a poder en pocos días estar en 45 mil puntos de ventas dentro del mismo país. Estamos hablando de una magnitud y escala distinta. Nuestra misión es cambiar el mundo, reducir el CO2 y el gas metano. Siempre me gusta hablar del concepto de mover la aguja, porque mover la aguja son resultados y datos. Así que si nos dieron esta oportunidad, nosotros vamos a tomarla. Cambiar el mundo es muy difícil y estas oportunidades no aparecen casi nunca.
¿Y qué sucederá con NotCo por sí sola?
-No alteramos nada de nuestros planes como compañía, NotCo sigue siendo NotCo. ¿Qué va a pasar acá? NotCo va a recibir un reconocimiento y exposición de la marca que nunca podríamos haber soñado en 10 años y la empresa va a ser reconocida en todo el mundo muy rápido, porque los productos en conjunto con Kraft Heinz van a tener el logo de NotCo al frente del envase. Vamos a ser conocidos como nunca nos imaginamos. Y en vez de haber hecho esto en 10 años, lo podemos lograr de un día para otro. Podremos hacer que las ventas en NotCo sean mucho mayores a lo que nosotros estábamos proyectando, sobre todo en EE.UU.
¿Y cuál fue la reacción de los inversionistas de NotCo a la noticia? ¿Existe preocupación de que los esfuerzos se concentren más en la nueva empresa?
-Siempre está el riesgo de desenfocarse, así que tenemos que manejar ese riesgo para que las operaciones de NotCo salgan bien y se cumplan a la perfección. Los inversionistas nos felicitaron por lo que logramos como empresa y porque esto trae un valor económico real y con un potenciador de la marca realmente exponencial. Sin embargo, también está el mensaje para que el joint venture no sea una prioridad sobre NotCo. Todo el mundo estaba súper contento con la noticia y lo bueno siempre viene con una advertencia.
Al tener mayor exposición, ¿cómo se enfrentan a la posibilidad de nueva competencia o al plagio de sus productos?
-Lo más importante tiene que ver con la autenticidad con que hacemos las cosas. Creemos que tenemos y construimos una marca muy relevante a la hora de transmitir nuestro mensaje al consumidor. El Not es una marca poderosa y que logra persuadir. Tenemos una capacidad de ejecutar a una velocidad que al resto de los competidores les cuesta mantener, razón por la cual firmamos el joint venture. Si tú lo piensas, a nivel mundial no hay ninguna otra compañía que juegue en la misma cantidad de categorías, expansión geográfica y con márgenes importante en los puntos de venta. Además, cambiamos la dinámica de consumo en los países en que estamos y prueba de ello es que así logramos hacer una alianza regional con Starbucks, Burger King y Papa John’s. Entonces a la competencia siempre la miramos muy bien, porque nos va a presionar a nosotros a hacer mejor las cosas. Mientras que los plagios son bienvenidos, porque solo enaltece lo que venimos haciendo nosotros y esa es nuestra manera de competir.
¿Y qué es lo que vamos a poder ver como consumidores de esta nueva alianza?
-Lo único que podemos adelantar es que vamos a lanzar un producto el 2022. La verdad es que no podemos decir nada por confidencialidad y porque tampoco tenemos la hoja de ruta tan clara. Si te pones a pensar, hace unos días que firmamos el contrato de cómo vamos a operar. Todavía no sabemos qué producto vamos a lanzar y en qué parte del mundo.
¿Y para el caso de NotCo?
-Sigue su senda de crecer exponencialmente, de ir abriendo nuevas regiones, nuevos clientes, nuevos consumidores y productos. Estamos mirando al mar porque sentimos que es una industria que está realmente quebrada, con problemas severos y que no para de darnos malas noticias.
Impacto local
¿Crees que este hito ayuda al ecosistema de startups en Chile?
-Los ecosistemas se crean a partir de un efecto dominó. Yo lo decía hace tres o cuatro años, cuando me preguntaban porque el país no tiene una empresa unicornio (compañías que logran una valoración de más de US$ 1.000 millones), y yo lo primero que decía es que necesitamos uno para que vengan un segundo y así pudiera venir el tercero y el cuarto. Tenemos que ser conscientes de que recién estamos comenzando a ver lo que Chile es capaz de hacer en términos de capacidad tecnológica y de escalabilidad. Antes nos quedábamos muy pegados en Chile y ahora tenemos startups que están operando en el resto de Latinoamérica. Creo que como NotCo vamos haciendo camino al andar y estamos creciendo como ecosistema en general.
¿Y un consejo?
- Una de las cosas con que tenemos que dejar de obsesionarnos es con conceptos como el de los unicornios. Un fundador no debe estar pensando todo el rato en llegar a ser una empresa unicornio. Todo esto de las etiquetas es muy tóxico. Si nosotros queremos ser compañía de los próximos 10 años, no podemos estar pensando en la valorización de la compañía. Tenemos que estar celebrando el día a día, los nuevos contratos con los proveedores o los clientes que vamos generando. Entonces cuidado con el ecosistema que creamos, cuidado con los conceptos con que nos obsesionamos. Generemos una obsesión en democratizar la tecnología, crear ambientes saludables y ayudar a crecer al ecosistema. No nos concentremos en tirarnos para abajo y a pegarnos codazos entre compañías chilenas. Y eso creo que se ha generado. Nosotros tenemos la mejor de las relaciones con Cornershop, Fintual o ComparaOnline. Es muy lindo ese grupo de chat que tenemos en WhatsApp, donde hablamos las cosas y nos vamos ayudando, sobre quién tiene los contacto para esto y lo otro. Estamos en el camino correcto.