2021 fue un año de un extraordinario crecimiento económico para Chile. El PIB se expandió casi el doble que el promedio de América Latina el año que recién pasó. Sin embargo, los ojos de los organismos y el mercado se han centrado en lo que ocurrirá este año, donde se prevé una fuerte desaceleración. La Cepal entregó sus proyecciones y fue más pesimista que el Banco Mundial y otras instituciones y estimó un fuerte freno para el año en curso.

Según la Cepal, tras crecer un 11,8% en 2021 Chile se expandirá un 1,9% este año, muy por debajo del 3,2% que estimaron en agosto. Además, el crecimiento económico de nuestro país se ubicaría levemente por debajo de la región, que crecería un 2,1%. Para la economía global en tanto proyectan un crecimiento de 4,9% para este año.

“En el contexto de los países de la región, la coyuntura macroeconómica también se volverá más incierta y compleja en 2022, con un crecimiento económico y una recuperación del empleo más lenta de lo anticipado, mayores presiones inflacionarias y una elevada volatilidad cambiaria, que se sumarán a los bajos niveles de inversión y productividad, y los altos niveles de informalidad, desigualdad y pobreza”.

La desaceleración económica de 2022 se debería en parte a que ya no hay una baja base de comparación. Además ya han comenzado a disminuir o a retirar los programas de apoyo fiscal que se implementaron como consecuencia de la pandemia. En Chile por ejemplo, hasta diciembre estuvo presente el Ingreso Familiar de Emergencia universal.

“En Chile destaca el impulso a la liquidez de las familias dado por la aplicación de subsidios como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) Universal, así como los retiros de fondos previsionales”, dijo la Cepal.

Este año estiman que será complejo para la región por una serie de factores, como la pandemia, el alza inflacionaria, una baja inversión y una lenta recuperación del mercado laboral.

“La desaceleración esperada en la región en 2022, junto a los problemas estructurales de baja inversión y  productividad, pobreza y desigualdad, requieren que reforzar el crecimiento sea un elemento central de las políticas, al tiempo que se atienden las presiones inflacionarias y riesgos macrofinancieros”, dijo Alicia Bárcena desde Ciudad de México.

El organismo indicó además que los países de la región deberían priorizar estímulos al crecimiento junto con la contención de la inflación, ya que el alza de precios es una de las principales preocupaciones para los países de la región y el mundo.