Este jueves el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), publicó su informe trimestral sobre Balance Estructural y nivel prudente de deuda, donde hizo un llamado al gobierno y al Congreso a hacer un esfuerzo, para contener el alza del gasto público en las próximas leyes de presupuesto, y planteó algunas medidas para lograrlo.
En concreto, el organismo indicó que para cumplir las metas de BE y lograr estabilizar la deuda pública, es crucial que el gobierno y el Congreso hagan un esfuerzo para que en las próximas leyes de Presupuesto el gasto público no crezca más que alrededor de 1,6% en promedio entre 2025 y 2028.
El CFA valoró que el Ejecutivo haya reducido sus estimaciones de gasto público, para el año en curso, pero indicó que es insuficiente, para cumplir meta estructural de -1,9% del PIB.
Por otro lado, el organismo reiteró en su informe que las proyecciones de la Dipres muestran que el estrés de las finanzas públicas se va a prolongar entre 2025 y 2028, con pequeñas holguras para nuevos gastos.
“Contar con pocas holguras reduce la posibilidad de implementar nuevas políticas públicas que impliquen gastos permanentes, salvo que vayan acompañados de fuentes de financiamiento también permanentes”, dijo el CFA en su informe.
Y agregó que “este escenario podría mejorar levemente en caso de observarse un cambio relevante al alza en la presentación que se debería realizar mañana de los parámetros estructurales estimados por los comités de expertos, específicamente del precio de referencia del cobre y del PIB no minero tendencial”.
Para cumplir las metas de BE y reducir la deuda pública, el organismo indicó que es crucial adoptar las siguientes medidas por parte del gobierno y el Congreso: que hagan un esfuerzo para que en las próximas leyes de Presupuestos el gasto público no crezca a tasas mayores a alrededor de 1,6% en promedio entre 2025 y 2028, y que el financiamiento de activos mediante deuda se mantenga acotado en ese período.
“Según estimaciones de la Dipres, el crecimiento promedio del gasto para el horizonte de planificación financiera sería de alrededor de sólo 1,6% anual para cumplir con las metas, cifra que contrasta significativamente con el promedio de crecimiento del gasto durante la década previa a la pandemia (2010-2019), cuando el gasto aumentó a un ritmo promedio de 4,9% anual”, dijo el informe sobre la primera medida.
Y en cuanto al segundo, sostuvo que “las cifras de la Dipres muestran que la deuda pública en Chile ha aumentado en los últimos años no sólo por los déficits fiscales, sino que también por movimientos en activos que requieren de financiamiento, como, por ejemplo, la capitalización de empresas públicas o el otorgamiento de préstamos”.
El CFA alertó que hay riesgos de que el gobierno no logre cumplir su meta de déficit estructural si es que no se logran sus proyecciones de ingresos fiscales o si no se reduce más el gasto público.
“Cumplir con la meta de BE es crucial para la estabilidad de la deuda pública y la credibilidad de la regla fiscal”, planteó el CFA.
El riesgo de incumplimiento, según el organismo, radica principalmente en que no se alcancen sus proyecciones de ingresos tributarios no mineros. Esto, ya que al cierre del primer semestre el avance de esta fuente de recursos alcanzó un 48% de lo estimado para el año.
“si en el segundo semestre se registrase un nivel de recaudación similar al primero, los ingresos fiscales al cierre del año podrían resultar en 0,7 puntos porcentuales del PIB más bajos que lo estimado por la Dipres, e incluso 1,5 puntos del PIB más bajos si la recaudación fuese similar a la del segundo semestre de 2023″, postuló el organismo.
Por otro lado, el CFA enfatizó que si bien las proyecciones de la Dipres indican que la deuda bruta no superará el nivel prudente de 45% del PIB en el período 2024-2028, se requiere alcanzar un BE de 0% del PIB a contar de 2027 para estabilizar la deuda bruta a mediano plazo. Esto, sobre todo considerando que la deuda pública está cercana a su nivel prudente.
Y además destacó la necesidad de que el gobierno haga un esfuerzo adicional para reconstruir gradualmente el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) para fortalecer los colchones fiscales, en vista de la tendencia de desacumulación observada en años recientes.