Las isapres registraron su trimestre de menores pérdidas desde que empezaron a anotar mermas en marzo de 2021. En concreto, si bien la industria sigue en números rojos, y ahora encadenó su noveno trimestre consecutivo sin ganancias, en los tres meses terminados en marzo pasado las isapres reportaron pérdidas totales por $3.389 millones. Hasta antes de este resultado, las menores pérdidas fueron anotadas en el primer trimestre de 2021 con mermas por $7.125 millones.
Eso es lo que revelan las cifras que publicó la Superintendencia de Salud en su sitio web, donde se observa que cinco isapres tuvieron pérdidas al cierre del primer trimestre, mientras que otras dos isapres lograron ganancias. Cruz Blanca es la isapre que sigue liderando los números rojos, con -$4.569 millones, pero consiguió reducir las mermas casi a la mitad en comparación al resultado que obtuvo en igual periodo de 2022 (-$8.072 millones). En 2022, Cruz Blanca perdió casi $ 43 mil millones, la mayor cifra de la industria.
Le siguió Banmédica con mermas por $1.583 millones, y luego se posicionaron Esencial (la isapre recién formada por Grupo Alemana, con pérdidas por $1.237 millones) y Colmena (con cifras rojas por $1.047 millones). En tanto, Consalud quedó a un paso de lograr números azules, ya que perdió solo $67 millones. En la vereda opuesta se ubicó Nueva Masvida con ganancias por $2.670 millones. Y luego se posicionó Vida Tres con $2.443 millones.
Bajo este escenario, en el total de la industria las pérdidas se redujeron a un sexto de las mermas que anotaron en igual lapso del año pasado ($21.099 millones). Esto se explicó porque los ingresos subieron 19,7% a marzo, hasta los $993.032 millones, más que el costo de ventas, que creció 16,5%, hasta $909.797 millones.
Eso significa que lo que gastaron las isapres en el pago de prestaciones y licencias médicas fue inferior a los ingresos que obtuvieron por la cotización que hicieron sus afiliados. Si esas fueran las únicas variables a considerar, las isapres habrían obtenido utilidades por $83.234 millones (ganancia bruta), pero a eso hay que restar los $100.798 millones que tuvieron en gastos de administración, por lo que en el total se registran pérdidas. Eso sí, a eso también hay que restar el pago de impuestos, y sumar $10.055 millones que tuvieron en otros ingresos.
Con todo, la industria logró reducir la siniestralidad en 2,5 puntos porcentuales, ya que el 91,6% del total de ingresos que recibieron las isapres a marzo lo destinaron a entregar prestaciones y al pago de licencias médicas a afiliados. Esto se compara con el 94,1% que marcaron en igual lapso de 2022. De esta manera, la siniestralidad llegó a su menor nivel desde el trimestre terminado en septiembre de 2020, momento en que hubo una siniestralidad más baja de lo usual producto de las restricciones de movilidad que generó la pandemia. El peak fue de 98,4% en el tercer trimestre de 2022, la misma cifra del tercer cuarto de 2021. Ello se explicó por el menor gasto en licencias médicas.
Al cierre del primer trimestre, la isapre que marca la mayor siniestralidad es Esencial, con 96,5%. Le sigue Banmédica con 94,7%. Un poco más atrás está Cruz Blanca con 93,7%, y luego Consalud con 92,2%. En el quinto puesto se ubica Colmena con 89% y Nueva Masvida con 88%. La menor siniestralidad la tuvo Vida Tres con 87%.
Al ver el detalle del costo de ventas del primer trimestre se obtiene que este ítem sube explicado por dos cosas: el costo por prestaciones de salud se incrementó 26,6% a $679.459 millones; mientras que las prestaciones ocurridas y no liquidadas subieron 180%, a $26.073 millones. Pero el pago en licencias médicas se redujo, ya que los desembolsos por el Subsidio por Incapacidad Laboral (SIL) disminuyeron 11% a $204.161 millones.