Previo al estallido social la banca local ofrecía créditos hipotecarios a tasas de interés menores al 2%. Hoy están cerca del 5%. Y si hace un mes los plazos que daban eran de hasta 30 años, ahora es difícil encontrar a más de 20 años. El presidente de Banco Santander Chile y country head del Grupo, Claudio Melandri, explica las razones que hay detrás de este fenómeno. Los retiros de AFP, junto con la incertidumbre y el cambio de percepción que hay respecto del futuro de Chile han modificado el escenario crediticio para mal. Pero el principal ejecutivo del banco más grande del país -medido por colocaciones- cree que aún hay tiempo para enmendar el rumbo. También es enfático al señalar que su institución sigue confiando en Chile y asegura que no detendrán sus inversiones. Sobre los desafíos que se vienen hacia adelante, Melandri cree que “no hay que refundar todo para que el país continúe desarrollándose (...) También estoy de acuerdo en que hay cosas por solucionar, hay desigualdades de las que nos tenemos que hacer cargo como sociedad”.

Dice que no se debe refundar todo, pero hay un debate sobre cómo debería ser el Chile del futuro. ¿Cómo lo imagina de aquí a 10 años?

-Primero, me imagino un país que ha sido capaz de superar esta crisis que estamos viviendo, creo que es parte del proceso de desarrollo de cualquier nación. Me imagino que vamos a tener una nueva Constitución que represente a todo el país. Tengo confianza en que eso va a ser así. Y eso nos va a permitir continuar por la senda de desarrollo que estábamos acostumbrados a vivir, en un país más inclusivo, donde se respeten las minorías, donde se respete a todo el mundo y se pueda conversar. En este país hace al menos cinco años que no se conversa, todo es blanco o negro, y no hay ningún afán de buscar consensos. Pero cuando mejor le fue era cuando había consensos. Por eso no creo en la refundación de todo, porque este es un país muchísimo mejor del que teníamos hace 30 o 40 años, pero adolece todavía de problemas que vamos a ser capaces de superar.

¿Cómo ve Santander España todo lo que está ocurriendo en Chile?

-Todos los países pasan por crisis. Hay mucha confianza en Chile y sus instituciones. Es un país que lo ha hecho muy bien en los últimos años, y estos procesos también se ven en otras partes del mundo, con distintos matices. El compromiso que tiene el Grupo Santander en los países donde opera, y en particular en Chile, es de largo plazo. Va más allá de la contingencia política o económica.

Muchas empresas están repartiendo más dividendos este año. ¿Seguirán ese camino?

-Santander no ha variado su política de dividendos en los últimos 12 años. Siempre hemos repartido el 60%. Incluso, el año pasado, dado que había incertidumbre, propuse a la junta de accionistas repartir un 30% en abril y dejar como utilidades retenidas el otro 30%. El banco no va a sacar más de lo que ha sido su política. Y ahora estamos emitiendo bonos sin plazo de vencimiento, un AT1. Son US$ 700 millones que va a suscribir por completo el accionista mayoritario del banco. ¿Qué más prueba de confianza en el país que esa? Lo estamos haciendo para adelantarnos a los estándares de Basilea III y fortalecer más el balance del banco.

¿Le inquieta el resultado que pueda haber en las próximas elecciones presidenciales?

-El banco trabaja para generar bienestar al país, a las empresas y personas, para que prosperen, independientemente del gobierno que tengan los países. Tenemos una tradición en Latinoamérica de más de 60 años. En el caso de Chile, de más de 50 años. No vamos a variar eso por una coyuntura política, hemos pasado varias crisis. Vamos a seguir invirtiendo.

¿Cómo afecta a la banca la disminución de los fondos de pensiones en el país?

-Ya estamos percibiendo los efectos reales en la economía de los tres retiros y de un cuarto en trámite: desapareció el mercado de financiamiento local de largo plazo. Hoy casi no hay hipotecas a más de 20 años, porque cuesta encontrar financiamiento a plazos mayores. Además, es a una tasa mucho más cara de lo que teníamos meses atrás. Eso significa que también se va a ver mermada la capacidad de financiamiento en infraestructura, porque probablemente no vamos a tener fondeo barato para financiarlo.

Eso significa efectos concretos para la gente...

-Sí. Ya vemos afectada la economía, el desarrollo del país, y con la mayor inflación también se ve afectado el bolsillo de todas las personas. También hay menor oferta de créditos hipotecarios. La economía no es algo abstracto de lo cual hablemos quienes estamos en la industria, o las autoridades regulatorias y gubernamentales. La economía es el bienestar de todas las personas en el mediano y largo plazo. Con el primer retiro vimos que no pasó mucho, con el segundo ya empezamos a prender luces y con el tercero lo que pasó está a la vista de todos. Con el anuncio del cuarto los mercados se adelantan y están todas las luces rojas encendidas.

¿Por qué afectan tanto los retiros?

-Hoy no existe mercado, nadie compra bonos debido a los tres retiros que se han realizado de las AFP. Esto se debe a que las AFP ya no cuentan con la caja que tenían disponible para comprar, debido a que han tenido que ocuparla para poder pagar los retiros. Las AFP y compañías de seguros permitían tener financiamiento local de largo plazo, dando profundidad y liquidez al sistema. A su vez, esto permitía tener financiamiento barato dado que, además, la percepción del riesgo país era menor. Antes, rara vez teníamos que emitir deuda en mercados internacionales, no había necesidad porque en Chile era más barato. Solo emitíamos en el exterior cuando encontrábamos alguna oportunidad. En cambio, como actualmente no hay mercado en Chile, porque nadie compra bonos, hay que ir a mercados internacionales. Y como todos van al extranjero, eso afecta los precios al alza. Además, la percepción del riesgo país ya no es la misma.

¿Qué factores inciden en ese cambio de percepción?

-Las imágenes de violencia que hemos visto no quedan solo en Chile. Todo eso da la vuelta al mundo. A esto se suma la incertidumbre política y la incertidumbre jurídica y regulatoria.

¿La incertidumbre jurídica y regulatoria se produce por el retiro de rentas vitalicias?

-Ese es un tema. Pero también genera incertidumbre cuando se hacen declaraciones diciendo que se va a revisar todo, que se va a refundar el país. Y la incertidumbre no es una buena aliada para la economía y el crecimiento. Entonces, tenemos más incertidumbre, hay más riesgo político y también se observa violencia. Todo eso hace que la percepción apunte a un país más riesgoso y, cuando ello ocurre, los precios son más altos. Basta con ver los niveles de precios en la licitación del Banco Central (BC).

¿Se refiere a lo que ocurrió esta semana con la emisión de Tesorería que superó la Tasa Máxima Convencional (TMC)?

-Efectivamente. Por primera vez desde que tengo memoria, la señal de tasas entregada por el BC para determinado tramo, monto y moneda, supera la TMC que informa la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Eso está pasando hoy día. Tenemos una tasa algo por sobre el 5%, y por otro lado, hubo una emisión de la Tesorería donde el BC actúa como agente fiscal en representación del Fisco, del 6,48%. Si la tasa máxima está más baja que la tasa que fija el BC, no hay oferta. Eso es lo que está pasando. En todo caso, una vez ocurrido, la CMF debió ajustar la TMC tal como lo establece la norma.

Hoy los créditos hipotecarios se han acortado a 20 años. ¿Ese plazo podría seguir disminuyendo?

-Estamos al límite de que los créditos hipotecarios a 20 años dejen de estar en el mercado.

¿Y qué puede precipitar esa situación?

-Se romperá ese límite si las tasas de interés de mercado siguen subiendo. Las tasas de los bancos están reguladas por la TMC. Entonces, si el costo (al que se financian los bancos) es más alto que la TMC, no hay nada que hacer. Por esa razón hoy no hay créditos a más de 20 años.

¿Esa será la nueva normalidad de tasas y plazos? ¿Hasta cuándo va a durar?

-No lo sé, porque si me hubiesen preguntado hace unos meses si veía las tasas de los créditos hipotecarios al 5%, habría dicho que me costaba verlo. Creo que todavía estamos a tiempo de enmendar el rumbo. El país ha hecho bien su trabajo, teniendo una economía ordenada, lo que le ha permitido dar ayudas. Sin considerar los retiros de las AFP, y tomando en cuenta el PIB per cápita, las ayudas que dio el Estado chileno están al nivel de países como Japón, Nueva Zelandia, Australia y Canadá. Si le sumamos los retiros de las AFP, nos salimos del mapa. Pero eso se debe a que Chile tenía sus finanzas públicas en orden. De hecho, antes de la crisis, este país era excedentario. Producto de la crisis sanitaria se han consumido los ahorros soberanos y la deuda ha empezado a subir, pero todavía cuando se compara el nivel de deuda sobre el PIB con otros países de la Ocde o de la región, Chile está mucho mejor parado. El problema es la pendiente que tenemos de gasto. Pero estamos a tiempo de que el país se ordene, y terminar con anuncios como retirar rentas vitalicias, o que se eliminen las AFP, que son muy necesarias, porque no conozco ningún país que sea 100% de reparto que no esté con problemas financieros. Eso no existe.

¿Cuáles son los riesgos en caso de que se concrete un cuarto retiro?

-Las AFP ya han usado parte importante de la liquidez que tenían para hacer frente a los tres primeros retiros. Un cuarto retiro no va a hacer más que profundizar los efectos negativos en nuestra economía. Una reflexión: ha habido muchos planteamientos justificando la ola de retiros basados en la necesidad de la gente, no considerando los argumentos técnicos, y ese es uno de los déficits que hoy tenemos en el debate de políticas públicas. Hay un legítimo interés político de corto plazo que se debe tener en cuenta en la discusión, pero también hay que tener en consideración los argumentos técnicos para poder determinar políticas de largo plazo que sean sostenibles. Me preocupa que prospere el cuarto retiro, porque eso incrementaría más los desequilibrios y generaría peores condiciones financieras en la industria para poder ofrecer a los clientes. También habría mayor inflación.

Más allá de que en Santander no van a detener sus inversiones, ¿qué tanto observan que se han frenado las inversiones de las empresas en el país?

-Hoy la inversión está a niveles del 6%. Eso es bajísimo. Para que este país crezca, necesitamos tasas superiores al 20% de inversión. Pero para llegar a eso necesitamos paz social, certeza jurídica, eliminar los riesgos políticos. Así el país va a seguir andando. Así funcionan las economías del mundo. Los bancos somos un buen termómetro de la economía. Hoy existe un nivel de inversión muy bajo y eso preocupa. Vemos poca demanda por inversión en nuevos proyectos. El crecimiento que está teniendo el país se debe al exceso de liquidez que tenemos por los retiros, los créditos Fogape, los IFE, y hay una demanda gigantesca por consumo. Eso hace que la economía esté creciendo a las tasas que hemos visto en los últimos meses, pero no es un crecimiento sostenible, porque esa liquidez un día se va a acabar. El crecimiento sostenible es cuando hay inversión, cuando se genera empleo de calidad, cuando las remuneraciones van subiendo porque a las empresas les va mejor.

Fraude con tarjetas: “A la fecha hemos interpuesto 670 denuncias, pero el banco tiene más de 4,2 millones de clientes”

Claudio Melandri

Las últimas colusiones destapadas en el país afectaban directamente a las personas, pero la colusión del transporte de valores le impacta a la banca. ¿Cuál es su juicio?

-Lo encuentro grave. Esto se conoció hace unos días, primero queremos conocer los antecedentes del caso y si vemos que ha habido un perjuicio para nuestros clientes o para el banco, vamos a tomar las acciones legales que correspondan, como lo hemos hecho siempre, por ejemplo, cuando ha habido un fraude que ha afectado a clientes o al banco.

Santander ha presentado varias demandas por fraude con tarjetas luego de la modificación legal de 2020...

-Nuestra área de prevención de fraudes pudo detectar que personas, haciendo mal uso de esta ley, abrieron cuentas en las cuales depositaron un monto cercano a las 35 UF, las que luego retiraron y, posteriormente reclamaron diciendo haber sido víctimas de fraude, perjudicando así al banco. Por ello, nos hemos visto en la necesidad de interponer acciones en tribunales. A la fecha hemos interpuesto 670 denuncias, pero el banco tiene más de 4,2 millones de clientes.

¿Cuántos POS ha sumado la red de adquirencia de Santander, Getnet?

-Tenemos 40 mil POS y vamos camino a los 50 mil. El 20% está en clientes del banco, y el 80% no eran clientes. Al principio la ecuación era al revés. Además, la mitad de los 40 mil POS los tienen clientes que no tenían acceso al comercio electrónico. Eso habla de inclusión.

¿De aquí a tres años van a alcanzar la meta de tener el 15% en el mercado adquirente?

-Creo que la vamos a alcanzar antes, mucho antes.

La morosidad está en niveles históricamente bajos en la banca, pero de todos modos han constituido provisiones voluntarias. ¿Podrían empezar a liberarlas en lo que resta de este año o en 2022?

-La mayoría de los bancos hemos constituido provisiones voluntarias entre el año pasado y este año, porque vemos que hay riesgos que todavía no se disipan, pero mi intención es no usar esas provisiones. No estamos pensando en cuándo las vamos a liberar para generar utilidades. Ojalá no las tengamos que usar y queden ahí para ser un banco todavía más solvente.

¿Cuando habla de riesgos que ven que no se han disipado se refiere al momento en que se termine el dinero de las ayudas estatales y de los retiros?

-Ese es un riesgo que los bancos tenemos que tener en consideración. Si se drena la liquidez que hay, puede subir la morosidad y por eso hemos constituido provisiones voluntarias. Siempre digo que hay dos maneras de hacer banca: la responsable y la mala. No hay otra. Yo creo que la industria financiera en Chile es responsable.

¿Qué balance hace de la cuenta Life?

-El banco ha estado enfocado en mejorar la inclusión financiera a través de productos como Life, donde cambiamos la escala de mercado. Estamos muy contentos, es una cuenta corriente 100% digital. El año pasado, de 420.000 cuentas corrientes que se abrieron en el total del sistema financiero, Santander abrió 380.000.