“En la última sesión de la Comisión de Trabajo del Senado se propuso el mes de abril para que se vote la idea de legislar. A diferencia de la Cámara de Diputados, aquí la idea de legislar se vota al principio, y después se vota en particular. Entiendo la idea de legislar como la voluntad de dialogar. Por lo tanto, creo que es importante mencionar que votar la idea de legislar en la Comisión, y posteriormente en Sala, es una expresión de voluntad de llegar a consenso”.
Eso es lo que plantea el subsecretario de Previsión Social, Claudio Reyes, al hablar de la fecha en que el gobierno propuso a los senadores votar en general la reforma previsional en la Comisión de Trabajo, pero que generó resistencia desde la oposición.
Reyes estima que no es hora de postergar la votación. “Es el momento de ir poniendo las cartas sobre la mesa. Hay o no hay voluntad de llegar a acuerdo. De nuestra parte, toda la voluntad de llegar a acuerdo. Pero queremos que esto que se exprese verbalmente... obras son amores”, señala.
También recuerda: “Tenemos una invitación (de los senadores de Chile Vamos de la Comisión de Trabajo) para almorzar el 3 de abril. Esperamos que ese almuerzo no gire en torno a la calidad de los platos que nos van a servir, sino que se expresen vías concretas. No se trata de finiquitar un acuerdo, pero al menos trazar los elementos básicos para llegar a un acuerdo. Y para nosotros un elemento básico, esencial, es encontrarle una solución a los pensionados actuales”.
¿Ve difícil que se empiece a votar en abril?
-Creo que la ministra estuvo en lo correcto al decir que votemos la idea de legislar. Esto no implica alteraciones, conversaciones, negociaciones, cambios, ajustes que se puedan hacer después. Pero implica expresar de forma clara la idea de dialogar y de llegar a un acuerdo, porque hasta el momento lo que hemos tenido son varios rechazos. Rechazo al 6%-0%, rechazo al 4%-2%, rechazo al 3%-3%. Pero la oposición no propone, la oposición solo se opone. Y ahí estamos: no tenemos una solución para los pensionados actuales, por mucho que alguien haya mencionado (aumentar) la PGU, que ya está desacreditada incluso por los propios estudios de la oposición. Pero no tenemos solución para ese 1,6 millones de pensionados actuales y para los 2,7 millones que van a venir en los próximos años. Entonces, por eso, más que calendario, es expresar la voluntad de conversar.
La tramitación de la reforma previsional en el Senado recién está empezando. ¿Ve un mejor ambiente que en la Cámara para debatir y llegar a consensos?
-Sin duda, es mejor el ambiente. Yo creo que las cosas se ven con mayor altura de miras, con más profundidad. Y en ese sentido, esperamos tener una respuesta positiva respecto del diálogo que se debe establecer. Lamentablemente, y lo hemos dicho varias veces, los tiempos electorales no contribuyen, porque no todo se resuelve en su mérito, sino que juegan las alianzas, los momentos, quién lo dice... Y eso efectivamente altera la tramitación de una ley tan importante como esta.
¿Siguen con la idea de poder despachar el proyecto en el primer semestre?
-La idea es despacharlo a la brevedad posible. Ya se manifestó que debiéramos, ojalá, despacharlo en julio o agosto en su totalidad, no como decía el senador Iván Moreira, que (sería despachado) en julio de su comisión. No, debiéramos salir en el primer semestre de la Comisión de Trabajo e ingresar a la Comisión de Hacienda, y eventualmente salir del Senado en este primer semestre, ojalá. Porque vamos a tener probablemente que volver a Comisión Mixta, y eso nos va a agregar algún tiempo más. Pero la urgencia no es sólo nuestra. La urgencia es de los que hoy día tienen una pensión baja.
Asegura que la oposición no propone, solo se opone. Pero ellos han dicho que su propuesta es destinar el 6% a cuenta individual y subir la PGU.
-Comparado con lo que ha hecho el gobierno, que ha cedido en varios momentos, que han puesto alternativas y generado nuevas condiciones, esa propuesta, entre comillas, de la oposición, no ha variado un ápice desde su inicio. Es la misma. Por lo tanto, como propuesta, no está señalando una voluntad de llegar a algún entendimiento. Por eso es que esperamos un gesto adicional, que primero se exprese en la idea de legislar, y luego en acercamientos, que es lo lógico de alguien que está conversando distintas alternativas. Ceder del 6%-0% al 4%-2%, o al 3%-3%, no es algo que salga gratis. Cada vez que se cede algo, alguien pierde. Y lamentablemente, la mayor parte de las veces, las que pierden son las mujeres.
Hay parlamentarios de Chile Vamos, como el presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, que han planteado aprobar ahora el 3% a cuenta individual, y dejar para después la discusión sobre solidaridad.
-Yo creo que esta discusión tiene que ser en serio. El planteamiento del 3%-0%, 3% a cuenta individual y 0% al seguro social, es una burla. Porque no es solamente dejar las cosas tal como están, no hay un cambio, sino que por el contrario, se le entrega más plata a las AFP, no hay seguro social, eso considera que la PGU sea aumentada, pero por otro lado no hay un compromiso claro de la oposición con aprobar el pacto fiscal. Entonces, si me dice, firmo el pacto fiscal, condición uno, y además tengo la posibilidad de una solución para los pensionados actuales, podemos llegar a un acuerdo. Por eso encuentro que el 3%-0% no tiene asidero, porque no responde a las necesidades actuales y a los elementos esenciales que nosotros hemos planteado. Es una manera, hablando de forma chilena, de embolinar la perdiz, pero aquí no hay una solución a los problemas reales de los chilenos y chilenas. Así que el 3%-0% me parece fuera de tono.
¿Ni siquiera si la oposición firma hoy el pacto fiscal para subir la PGU?
-Es que con el pacto fiscal estamos hablando solo de la PGU, y eso no resuelve las pensiones de ese millón y medio. Estamos llanos a estudiar otras alternativas. Ahí hemos abierto la posibilidad de que algún experto internacional nos diga si un seguro de longevidad es viable o no, ya que de nuestra parte, si bien lo hemos estudiado, nos parece que no calza, es un instrumento caro, que no tiene mercado, pero mejor que lo diga un tercero, como la Ocde, y así nos quedamos todos más tranquilos. No estamos cerrados a una fórmula específica, pero el fin tiene que ser el mismo: mejorar las pensiones actuales. No hay nada desde de la oposición que vaya en ese sentido.
Entonces, si bien el gobierno está dispuesto a transar en muchos temas, un intransable sería hacer solidaridad con el pilar contributivo.
-Mire, un intransable es cumplir con el objetivo que tiene la reforma, que es mejorar las pensiones actuales y futuras. Respecto de las futuras, hemos encontrado varias fórmulas, que básicamente es la contribución a las cuentas individuales y reducir los costos de administración de la industria. Pero respecto a los actuales (pensionados) no hemos encontrado acuerdos. Nosotros sugerimos un seguro social. Eso, mientras tengamos una oportunidad que no todos los países la están teniendo, que se llama la ventana demográfica, porque todavía nos queda una cierta base de cotizantes que nos puede permitir financiar pensiones de quienes hoy en día ya están jubilados, o están a punto de jubilar. Eso se nos va a acabar, en algún momento no va a existir esta solución si es que tenemos la misma evolución demográfica que están teniendo todos los países. He escuchado el argumento de que Suecia, Alemania, por ejemplo, están yendo para atrás en sus sistemas de reparto, y la verdad es que están yendo para atrás en sus sistemas de reparto no porque los sistemas de reparto hayan fracasado, o hayan cambiado su posición ideológica, es porque su situación demográfica no les permite enfrentar por ese camino sus problemas previsionales.
Se está hablando del séptimo retiro. ¿Qué estrategia tienen desde el gobierno por este tema?
-Creo que es parte de lo que debemos conversar con la oposición. Porque no se trata solamente de mejorar las pensiones, también de que protejamos un sistema. Porque no estamos hablando de una ley cualquiera. Esto es una ley que involucra a millones de personas y el futuro de millones de personas que van a pasar de una condición laboral a una condición de vulnerabilidad. Por lo tanto, no puede estar tan sujeto a la posición de un parlamentario que después pueda tener una minoría o mayoría circunstancial y alterarlo tan de forma. Creo que es necesario, en algunos casos, tomar precauciones para que ese tipo de propuestas no tengan una facilidad tan amplia de ser aprobadas. Requieren mayorías más amplias.
Las AFP han dicho que el ente estatal que se crea con la división de la industria para gestionar inversiones se podría quedar con el 80% de los afiliados, por el modo en que está construido. ¿Usted no está de acuerdo, o está hecho así?
-Creo que las AFP le tienen miedo a la marca Estado. No es cómo esté construido, ni la ley, no. Le tienen miedo. Hay muchas personas que confían más en el Estado y seguramente, existiendo una alternativa, van a cambiarse a esa entidad. Pero también es impresentable decir, mire, dejémoslo fuera. Porque así como se miran tanto las encuestas, también las encuestas dicen que hay muchas personas que les gustaría tener una alternativa estatal (...) Es contradictorio hablar de libertad de elegir y querer que no exista un competidor estatal, en igualdad de condiciones. Veamos qué pasa.
Ha habido críticas también hacia la Superintendencia de Pensiones. Las AFP han dicho que se ha vuelto un actor político, antes que técnico, a raíz de una presentación que hizo el superintendente donde hablaba de que la AFP cobran 20 veces más que la AFC. ¿Desde el gobierno dan órdenes al regulador?
-Las superintendencias en Chile son organismos de carácter autónomo. Ellos desarrollan su propia opinión, análisis, y toman sus propias decisiones técnicas. No están sujetas a órdenes. Incluso ustedes pueden mirar la página web del ministerio, y aparecen como servicios no dependientes. Por lo tanto, las opiniones que emiten las superintendencias son opiniones propias de ese organismo y creo que están basadas fundamentalmente en un carácter técnico.