Este jueves, el directorio de la Clínica Las Condes citó a una junta extraordinaria de accionistas para el próximo 26 de junio, con el objetivo de someter a votación una propuesta de aumento de capital en la firma por $35.000 millones para enfrentar su
La empresa detalló quela propuesta consiste en la emisión 2.850.163 nuevas acciones de pago normativas, ordinarias, de una única serie y sin valor nominal. La firma, que tiene hoy 8.375.856 acciones, subiría así a 11.226.019 acciones, con lo que los nuevos títulos emitidos representarían cerca del 25% de la propiedad de la empresa a futuro.
“La administración y el directorio confían en que el aumento de capital consolidará la situación financiera de CLC para reforzar su expansión, crecimiento y desarrollo”, expresó la compañía a través de un comunicado.
CLC precisó en un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero que “el aumento de capital tiene por objeto fortalecer financieramente a la compañía para permitir el pago de obligaciones crediticias de corto plazo; además, dotarla de fondos para enfrentar de manera más efectiva los retrasos en los pagos por parte de las isapres y entidades públicas del sector salud (hospitales y Fonasa), realizar inversiones en activo fijo, y contar con caja para necesidades de capital de trabajo y gastos operacionales”.
El documento presentado ante la Comisión para el Mercado Financiero dice que en concreto, los fondos que se obtengan de este aumento de capital se utilizarán para pagar intereses y capital de bonos clase B y F hasta mayo del 2025, por un total de más de $9.024 millones. Además, de utilizarán cerca de $17.183 millones para pagar obligaciones con bancos comerciales y otros $2.392 millones serán orientados a la realización de inversiones en activo fijo. Los $6.400 millones restantes serán ocupados en las necesidades de capital de trabajo y otros gastos operacionales, indicó la empresa.
En la próxima junta los accionistas definirán el precio mínimo de colocación de las nuevas acciones, pero el directorio propuso que este sea de $12.280 por acción.
“Todo lo anterior permitirá a la compañía quedar en una posición sólida para aprovechar crecimientos por actividad hospitalaria y ambulatoria”, proyecta la sociedad en el documento firmado por su gerente general, Pablo Ortiz.
La empresa atraviesa por una delicada situación financiera que se arrastra desde hace bastante tiempo. Clínica Las Condes, uno de los mayores prestadores de salud del país, es controlada desde hace más de cuatro años por Cecilia Karlezi, la que consiguió más del 50% de la propiedad a fines de 2019. Desde esa fecha, la actividad de CLC ha descendido sistemáticamente, dañando sus balances: sus utilidades, que sumaban $4.654 millones en 2019 -año en que asumió el control Karlezi y puso en la presidencia a su pareja, Alejandro Gil- se transformaron en pérdidas por $3.401 millones durante el último ejercicio de 2023.
Las cifras operacionales de la empresa demuestran el deterioro de sus actividad central: en 2019, la clínica registraba 80.856 días/cama y una tasa de ocupación del 78%. El año pasado, la redujo casi a la mitad: 42.079 días/cama y un factor del 35,6%. Las consultas médicas sumaban 736.306 en 2019 y el año pasado llegaron a 421.054. Y las intervenciones quirúrgicas bajaron de 19.260 en 2019 a 16.733 el año pasado. La dotación total también ha caído en cinco años un 16%: La memoria 2023 reportaba un total de 3.662 personas, ahora tiene 3.077.
Solo el año pasado la firma comenzó a precisar cifras sobre su staff médico, tras el ruido ocasionado por las masivas salidas de profesionales de renombre. El punto más bajo se contabilizó en marzo de 2023, con 739 médicos, de los cuales 465 son staff y 267, residentes. A marzo de 2024 subió a 864.
El grupo controlador
La situación financiera de CLC llevó a tomar medidas extraordinarias. Hace menos de un mes, el 22 de mayo, el directorio de CLC aceptó la contratación de una línea de crédito con Inversiones Santa Filomena Limitada y Lucec Seis SpA, sociedades vinculadas a Karlezi, hasta por $ 5 mil millones.
“Las condiciones de dicho crédito serán para CLC las mismas que obtengan las sociedades Inversiones Santa Filomena Limitada y Lucec Seis SpA del mercado, pari passu, sin utilidad para el controlador, pero sin la constitución de garantías”, reportó CLC en la comunicación de sus estados financieros a marzo, el 28 de mayo. “A la fecha no se ha materializado ningún giro en utilización de dicha línea de crédito”, dijo la empresa. “La caja de CLC está muy debilitada”, alerta un ex ejecutivo de la empresa.
El aumento de capital obligará al grupo controlador a volver a poner dinero en la empresa. Karlezi es dueña del 50,05% de la propiedad y si suscribe la totalidad de las acciones a las que tiene derecho, debería aportar $ 17.517 millones. En el mercado financiero asumen que Karlezi y Alejandro Gil suscribirán su porción, ya que han estado haciendo gestiones para levantar recursos entre entidades como compañías de seguros. Karlezi, hija de María Luisa Solari, integra el pacto de las familias controladoras de Falabella: al cierre de 2023, el grupo Auguri tenía un 12,73% de la empresa de retail.
El grupo controlador tendrá otro obstáculo: convencer al resto de los accionistas de suscribir la capitalización. Muchos minoritarios se han mostrado públicamente críticos de la conducción de Alejandro Gil, quien desde la presidencia ha tenido en menos de cinco años a seis gerentes generales. “No voy a suscribir nada mientras no ceda el control”, amenaza un socio minoritario.
Otra opción sería que la capitalización permita el ingreso de un socio estratégico a la empresa -UC Christus estuvo interesado en los activos de CLC-, pero todos ven difícil que ello ocurra si Gil y Karlezi mantienen el mando de la entidad, que ha atravesado numerosas polémicas en cinco años.
El hecho esencial propuso un precio de colocación de las nuevas acciones de $ 12.280, un 22% más bajo que los $14.998 a los que cerró este jueves. Si los minoritarios no aportan más capital, y el controlador suscribe las acciones que se liberen, Auguri pasaría a tener más de 60% de la propiedad de la compañía, lo que consolidaría aún más su posición, pese a su controvertida gestión.