La cuenta regresiva ya partió. Las isapres empezaron a notificar a los empleadores y afiliados que este mes se inició la rebaja de la prima GES que ordenó la Corte Suprema en el fallo de agosto, donde anuló el último incremento de esos precios que hicieron las aseguradoras en octubre del año pasado.

En concreto, Colmena, Banmédica y Vida Tres ya comenzaron a reportar que la reducción de la prima GES se aplicará desde diciembre. Eso significa que no hay vuelta atrás y que ya en enero dichas isapres sufrirán una disminución de sus ingresos por este factor.

La caída promedio que estimó la Superintendencia de Salud para la industria es de un 12%. Consalud es la que vería una mayor reducción de ingresos, equivalente a 25,8% mensual. Le sigue Nueva Masvida, con 17,7%. Luego se posiciona Cruz Blanca, con una baja mensual de 14,8%. A continuación Banmédica, con una merma mensual de 8,4%, y Vida Tres, con una disminución de 6,5%. Por último, Colmena, con un recorte de 5,3% de sus ingresos.


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Este lunes la propia Colmena notificó a sus afiliados que “hemos implementado el fallo GES de la Excma. Corte Suprema, por lo que en diciembre de 2023 la prima GES bajará de UF 0,93 a UF 0,77 mensuales por beneficiario”. Esto equivale a una rebaja de 0,16 UF, o $ 5.853 por beneficiario.

En tanto, Banmédica tendrá que reducir su precio GES desde 0,83 UF mensuales a 0,6 UF, esto es una baja de 0,23 UF mensuales, o $8.414 por afiliado. Por su parte, Vida Tres recortó su prima GES desde 0,85 UF a 0,63 UF, es decir, una caída de 0,22 UF, o $8.048 por beneficiario.

El resto de las isapres debería informar a los empleadores respecto de estos cambios antes del 10 de diciembre, para que así las empresas lo puedan incorporar en sus planillas de las remuneraciones de este mes. Consalud reducirá su precio GES desde las actuales 1,39 UF que cobra, a 0,6 UF, esto es una disminución de 0,79 UF, o $28.900 por afiliado.

Cruz Blanca deberá bajar la prima desde 1,228 UF a 0,74 UF, una caída de 0,488 UF, o $17.852 por beneficiario. Por último, Nueva Masvida tendrá que moderar su prima desde 1,29 UF a 0,795 UF, esto es una baja de 0,495 UF, o $18.108 por afiliado.

Clínicas en alerta

Cuando recién se conoció el último portazo que dio la Corte Suprema para que el regulador pudiera aplazar la entrada en vigencia del fallo GES para las isapres, las aseguradoras privadas de salud recibieron un sinnúmero de llamadas. Muchas de ellas fueron de los mismos prestadores, quienes querían entender la nueva situación a la que se enfrentaban.

Y no es de extrañar si se considera que la deuda de las isapres con las clínicas era de $652.861 millones a octubre, según cifras de Clínicas de Chile, monto que en caso de generarse alguna quiebra los prestadores tienen claro que no lograrán recuperar del todo, y además, se interrumpiría el flujo de ingresos hacia adelante. De hecho, un actor de la industria asegura que el futuro de las clínicas está ligado al de las isapres, sobre todo en el caso de aquellas que tienen más ingresos por isapres que por Fonasa.

La gran preocupación de los prestadores alude a que no quieren que vuelva el fantasma de la ex Masvida, donde los recursos que les adeudaba dicha isapre no los han podido recuperar hasta el día de hoy.

Javier Fuenzalida, vicepresidente ejecutivo de Clínicas de Chile, afirma que “esta crisis nos mantiene altamente preocupados. Los cierres de establecimientos y las eventuales suspensiones de convenios son una muy mala noticia para nuestro sector, porque los prestadores privados existimos para atender a nuestros pacientes, los que pertenecen tanto al sistema público como privado. Hasta la fecha esas lamentables situaciones han sido algo absolutamente excepcional y solo en aquellos casos en que se han agotado todas las instancias para arribar a una solución diferente”.

Sin embargo, advierte que “la actual crisis de las isapres y el inminente cumplimiento del fallo GES puede afectar en cadena de manera directa a los pacientes, a los prestadores privados y a los médicos. Por ello, como gremio hemos insistido en todas las instancias que los tiempos se agotan. Es fundamental arribar a soluciones que pongan en el centro al paciente y su necesidad de atención, entregando condiciones que permitan la normal operación de nuestros recintos, poniendo fin a la incertidumbre que hemos enfrentado por años”.

Por su parte, el gerente comercial de Indisa, Claudio García, enfatiza que “la verdad es que estamos muy preocupados y no solamente por las isapres, sino por el sistema de salud en general”. García cree que el principal problema es no “tener claro qué es lo que se requiere para encontrar un punto de equilibrio. Entendíamos que con el comité de expertos y la semana del Senado, donde se ahondaron las miradas de distintos sectores, nosotros esperábamos que esa fuese como la mirada del gobierno. Pero lamentablemente no lo ha sido. Inclusive, el mismo senador Juan Luis Castro dijo este fin de semana, por favor, que tomen una decisión. O sea, si dentro del mismo sector se está pidiendo una definición clara y precisa, imagínate nosotros...”.

El gerente comercial de Indisa agrega que “una gran preocupación que tiene todo el sector privado de salud es que no se vaya a repetir la misma película de terror que vivimos con Masvida. Nosotros, al día de hoy, clínica Indisa, solamente hemos rescatado, de todas sus prestaciones entregadas, el 23%. Y eso fue en 2017. Ya han pasado seis años. Y no hay ningún resultado. Imagínate si eso lo multiplicas por cuatro o cinco isapres más. Sería un descalabro mayor”.

Por otro lado, también apunta a “las incertezas, porque después de lo que pasó con Masvida, hay un mandato claro y preciso al superintendente, que tiene que cautelar que todas las isapres tengan el 100% de las deudas cubiertas. Sabemos que no está al 100%, y la pregunta es por qué. El superintendente no ha dado una respuesta clara y precisa”.

La verdad es que todos los prestadores están altamente inquietos. Fuentes ligadas a Red Dávila señalan que mantienen vigentes todos los convenios pactados con las isapres, pero aseguran que también saben que esta industria enfrenta una crisis importante, por lo que están evaluando rigurosamente el cumplimiento de estos acuerdos. Además indican que esperan que el Ejecutivo proponga una solución oportuna para dar continuidad a las atenciones de las personas.

Desde Clínica Santa María manifiestan, en reserva, que junto a sus centros médicos también mantienen vigentes todos los convenios con las isapres. Sin embargo, ven con preocupación la crisis que afecta a esta industria, y advierten que un eventual incumplimiento de los acuerdos y plazos de pago podría poner en riesgo la continuidad de sus atenciones.

Este es un riesgo que las clínicas han reflejado en sus balances en el último tiempo. Sin ir más lejos, en sus estados financieros a septiembre, todos los prestadores que reportan cifras públicamente hicieron alusión a la crisis de las isapres y cómo eso les podría afectar.

RedSalud reportó que “frente al escenario actual de incertidumbre que atraviesan las isapres existe preocupación por los impactos financieros de esta situación en la continuidad de sus operaciones. Si bien, no es posible determinar a esta fecha si el desarrollo de la situación de las isapres afectará la cobrabilidad de las cuentas por cobrar, la administración está dando seguimiento al comportamiento de pago y al cumplimiento con los acuerdos suscritos por las isapres para monitorear este riesgo”.

A su vez, Clínica Las Condes sostuvo que “si bien no es posible determinar a esta fecha si el desarrollo de la situación de las isapres afectará la cobrabilidad de estas cuentas; CLC está dando seguimiento al comportamiento de pago y al cumplimiento con los acuerdos suscritos por las isapres, para monitorear este riesgo”.

Algunas clínicas han cortado convenios con isapres en el último tiempo, pero no necesariamente de forma directa por el temor de no pago futuro de las deudas. De hecho, no han ocurrido cortes desde que se conoció el último portazo de la Suprema en noviembre. Eso, hasta ahora, porque el presidente de la Asociación de Isapres, Gonzalo Arriagada, ha dicho que de no mediar de manera urgente una medida que mitigue los efectos del fallo GES, la crisis puede llegar a las personas incluso antes de que incumplan los indicadores legales: cuando los prestadores inicien los cortes de convenios.