Luego de la decisión de este martes del Banco Central de activar el requerimiento de capital contracíclico, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) destacó el nuevo hito en implementación de Basilea III
De acuerdo con la Ley General de Bancos, el requerimiento de capital contracíclico puede ser activado en un monto entre 0% y 2,5% de los activos ponderados por riesgo de cada institución bancaria. Esta decisión corresponde al Banco Central, y la definición del nivel y plazo para su constitución requiere el informe previo favorable de la CMF.
En ese contexto, este martes, en la Reunión de Política Financiera (RPF) del primer semestre de 2023, el Consejo del ente emisor acordó activar el requerimiento en un nivel de 0,5% de los activos ponderados por riesgo, exigible en el plazo de un año, contando dicho acuerdo con el informe previo favorable unánime de la CMF.
El objetivo del requerimiento consiste en la acumulación de un colchón de capital para que esté disponible frente a escenarios de tensión severos. En casos en que ellos se materialicen, se libera este colchón y, con ese margen adicional, se mitigan los impactos negativos de una restricción en la oferta de crédito.
Mediante un comunicado, la CMF sostuvo que es adecuado el uso del requerimiento como una herramienta de resiliencia. El regulador aseguró además que este marco para el requerimiento sería consistente con las recientes discusiones presentadas por el Comité de Basilea, que recalcan la importancia de tener disponible esta herramienta, “pues la evidencia indica que reducciones temporales en los requisitos de capital han ayudado a evitar caídas en el crédito durante periodos de tensión”, dijo la CMF.
Asimismo, la CMF destacó “el sólido nivel de solvencia actual de la banca que muestran las pruebas de tensión” y agregó que el objetivo de la activación del requerimiento genera un colchón adicional que puede ser liberado y generar holguras de capital adicionales durante eventuales eventos de tensión severos, contribuyendo así a reducir la probabilidad de que el comportamiento del crédito sea un elemento que amplifique los impactos en caso de episodios de tensión.
Con todo, la CMF además aseveró que comparte la visión general de los riesgos presentados por el Banco Central en el Informe de Estabilidad Financiera (IEF). “En particular, la CMF coincide con el diagnóstico sobre la compleja situación que atraviesa el sistema financiero global dados los eventos recientes en los mercados desarrollados y la persistencia de las presiones inflacionarias”, dijo.
De acuerdo con los plazos de implementación del requerimiento, los bancos deberán constituir la totalidad del colchón en el plazo de un año y, por lo tanto, incluirlo en los reportes de solvencia de mayo de 2024.