Coca-Cola Andina aumentó la presencia de mujeres en su directorio, y anunció las inversiones proyectadas para 2023-2024. Esto en el marco de la junta de accionistas que se llevó a cabo este jueves.
Hoy se renovó el directorio de la compañía, e ingresaron María Francisca Yánez, Jacqueline Saquel y Gerardo Jofré. Así quedó integrado por: Juan Claro, Eduardo Chadwick, José Antonio Garcés, Gonzalo Said, Salvador Said, Luis Felipe Avellar, Georges Antoine De Bourguignon, Domingo Cruzat, Roberto Mercadé, Gonzalo Parot, Carmen Román, Francisca Yáñez, Jacqueline Saquel y Gerardo Jofré.
La empresa indicó que para 2023-2024 contempla inversiones por US$510 millones. Destacó la construcción de la planta Re-ciclar, que se desarrolla en conjunto con Embonor y que contempla una inversión de aproximadamente US$34 millones. Tendrá una capacidad instalada para recibir y procesar más de 13.000 toneladas de botellas plásticas al año y contará con equipos y tecnología de punta.
También tiene en carpeta una línea para producir cerveza, bajo la marca Therezópolis y otros productos con y sin alcohol, en la planta de Duque de Caxias en Brasil, con una inversión total cercana a los US$90 millones; y la reapertura de la planta de bebidas en Mendoza.
“Estas inversiones son posibles porque la compañía tiene amplia confianza en los países en que opera y van en línea con el compromiso de seguir por el camino del desarrollo sustentable en la producción y distribución de nuestros productos”, dijo Miguel Ángel Peirano, vicepresidente ejecutivo de Coca-Cola Andina.
Impuestos
A mediados de marzo el Servicio de Impuestos Internos anunció que bebidas isotónicas, hipotónicas y néctares deberán pagar impuestos, lo que ha generado molestia en el gremio de alimentos y bebidas. En la junta de accionistas Coca-Cola Andina, cuestionó esta medida y dijo que es discriminatoria.
“Vemos con preocupación los alcances de esta circular, ya que, de confirmarse, se estaría modificando administrativamente el hecho gravado con el IABA, lo que constituye una clara vulneración del derecho que tienen los contribuyentes a que los efectos impositivos de sus operaciones, sobre todo cuando ello incide en los hechos gravados, sean aquellos previstos por la ley y que, por tanto, no pueden ser alterados a través de normas administrativas que no tienen rango legal”, señaló Peirano.
Y agregó que el impuesto es discriminatorio, ya que “grava un solo ingrediente crítico (azúcar) y en una sola categoría (bebestible), en circunstancias que no hay evidencia científica ni fundamentos en el resto de la normativa chilena que justifiquen esta diferenciación. Asimismo, el IABA es arbitrario porque siendo un impuesto correctivo, que busca reducir el consumo de un ingrediente crítico, grava también a bebidas que no contienen azúcar”.
Ante esta situación, filiales y coligadas de Coca-Cola Andina presentaron acciones legales ante los Tribunales Tributarios y Aduaneros, por considerar que lo resuelto en la referida circular vulnera el derecho de los contribuyentes a tener certeza que los efectos de sus actos son aquellos previstos por la ley, los que no pueden ser modificados por vía administrativa.