Columna de Josefina Montenegro: “Dirigir la acción climática”

Josefina Montenegro, nueva presidenta de la Asociación de Isapres
Josefina Montenegro

“Tenemos un largo camino por delante en esta materia y los directores somos responsables de supervisar los riesgos y administrar el valor de la compañía en el largo plazo, por ende, jugamos un papel clave para evaluar los impactos ambientales y sociales que tiene la empresa en su entorno y, al mismo tiempo, cómo estos factores pueden impactar su rendimiento financiero”.


El cambio climático es, sin duda, uno de los principales desafíos que enfrentamos como sociedad. El último Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) no deja dudas sobre la emergencia climática a la que nos enfrentamos y la necesidad de actuar lo antes posible.

Como una forma de invitarnos a tomar acción al respecto, cada 24 de octubre se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, que tiene como objetivo generar conciencia y promover medidas concretas que aporten a mitigar los devastadores efectos que hoy provoca el calentamiento global.

Este día nos recuerda que todo lo que hacemos será determinante para el futuro del planeta y de las nuevas generaciones. Por lo tanto, abordar este desafío requiere de un esfuerzo conjunto de todos los actores que formamos parte de la sociedad.

En el caso de las empresas, la exigencia de los inversionistas y otros grupos de interés por una gestión responsable en términos de ASG (Ambiental, Social y Gobernanza) ha ido tomando cada vez más fuerza y los reguladores están exigiendo mayor transparencia en la entrega de información y una mejora en la calidad de los datos reportados. En Estados Unidos, la Securities and Exchange Comission (SEC) ha manifestado su interés de implementar una “disclosure rule” que exigiría a las empresas abiertas informar a los inversionistas sobre sus emisiones y sobre los potenciales impactos materiales que la crisis climática puede tener sobre el negocio. En Chile, en tanto, este año se concretó la primera etapa de implementación de la nueva normativa 461 de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que exige a las sociedades anónimas abiertas incorporar en sus memorias anuales el reporte de sus políticas, prácticas y metas adoptadas en materias ambientales, sociales y de gobernanza.

En ese contexto, quienes formamos parte de directorios de empresas tenemos un rol clave que cumplir para que el cambio climático tenga un espacio relevante en nuestras agendas. Según la encuesta del Centro de Gobierno Corporativo UC y la auditora Mazars, publicada a inicios de 2023, al preguntarles a los directores con qué frecuencia se abordan los criterios ASG en los directorios, solo un 26,1% respondió hacerlo “siempre”, un 28,3% señaló que lo hacen “frecuentemente” y un 34,8% declaró hacerlo “a veces”.

Debemos incentivar que la acción climática sea abordada de forma estratégica y transversal en toda la organización, impulsando a analizar y comunicar la forma en que sus riesgos y oportunidades pueden afectar las operaciones, su cadena de valor y la demanda por sus productos y servicios.

También comenzar a promover que se midan las emisiones de Alcance 1 (aquellas que provienen de fuentes que son de propiedad o son controladas por la empresa) y las de Alcance 2 (emisiones asociadas al consumo de electricidad y/o vapores generados por terceros); junto con progresivamente tomar medidas para adaptarnos a este nuevo escenario, estableciendo metas en línea con el objetivo de Chile de alcanzar la carbono neutralidad en 2050.

Para avanzar en esa dirección, los gobiernos corporativos debemos capacitarnos y estar calificados para reportar y abordar los riesgos del cambio climático, así como identificar oportunidades de crecimiento y transformación.

En esa línea, en el último tiempo han surgido iniciativas como Chapter Zero -impulsada por el Instituto de Directores de Chile y EY, junto a la Bolsa de Santiago y el World Economic Forum-, una red de directores de empresas por la acción climática que busca incentivar lineamientos y actividades que favorezcan una actitud propositiva respecto a la urgencia climática que vive el planeta.

Tenemos un largo camino por delante en esta materia y los directores somos responsables de supervisar los riesgos y administrar el valor de la compañía en el largo plazo, por ende, jugamos un papel clave para evaluar los impactos ambientales y sociales que tiene la empresa en su entorno y, al mismo tiempo, cómo estos factores pueden impactar su rendimiento financiero.

La invitación a una semana del Día Internacional del Cambio Climático es que nos formemos en ASG, instalemos este tema en las agendas de los directorios y aportemos a través de nuestra labor a dirigir la acción climática.