Que la deuda pública tendrá una trayectoria ascendente no es novedad. La crisis hundió la actividad, y para hacer frente a la crisis económica que dejó el Covid 19, el gobierno tuvo que aumentar su endeudamiento.

De hecho, se espera que para 2024-2025 se estabilice en niveles de 45% del Producto Interno Bruto (PIB). Y en línea con aquello, ese indicador cerró el año pasado en 32,5% del PIB, su mayor nivel en casi 30 años, cuando en 1991 llegó a 37,4%. La cifra muestra una aceleración en relación a 2019 cuando se alcanzó a un nivel de 27,9% del PIB.

De acuerdo al informe de Hacienda, “a diciembre de 2020 la deuda bruta del Gobierno Central alcanzó los $65.167.462 millones, equivalente a 32,5% del PIB, lo que implica un aumento de la deuda nominal de $9.774.292 millones en relación al stock mantenido a diciembre de 2019”.

Asimismo, la deuda neta escaló a 14,9% del PIB, cifra mayor en 4,3 puntos porcentuales a la registrada en diciembre de 2019. Por su parte, los activos del Banco Central alcanzaron un 17,4% del PIB, lo que representa un aumento de 1,1 puntos porcentuales en relación a lo observado en diciembre de 2019.

De esta forma el Banco Central registró un pasivo neto negativo a diciembre de 2020, según se mide en este informe, de $4.981.422 millones, lo que equivale a un -2,5% del PIB, en comparación al -5,7% del PIB observado a diciembre de 2019.

Para este año, el gobierno espera que la deuda se sitúe en 36,4% del PIB.