Un 12% de las comunas del país disminuyó su calidad de vida urbana durante la pandemia, mientras que en un 22% mejoró. Esto, de acuerdo a los datos del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción correspondiente a los años 2021-2022, el que mide un conjunto de variables referidas a seis dimensiones que expresan el estado de situación en la provisión de bienes y servicios públicos y privados.
El estudio se actualiza cada dos años, midiendo a 99 comunas del país, con un alcance de cerca de 14.000.000 de habitantes.
El registro del último ICVU muestra lo ocurrido durante la pandemia y los efectos de las restricciones a la movilidad que se originaron. El índice mide 44 variables levantadas a través de fuentes públicas oficiales, entre ellas vivienda y entorno, salud y medio ambiente, condiciones socioculturales , ambiente de negocios, condiciones laborales, conectividad y movilidad.
Estas variables son medidas arrojando distintos niveles: alto, medio alto, medio bajo y bajo.
Del total, 40% de las comunas registraron un nivel bajo de calidad de vida urbana en la pandemia, lo que corresponde a más de 4 millones de habitantes; 23% mostraron un nivel medio – bajo; 18% un nivel medio alto y solo un 19% demostraron tener una alta calidad de vida.
Al comparar el ICVU 2021 con el 2022, del total de las comunas medidas, 22, equivalentes al 22%, mejoraron su nivel, contemplando a 2.755.440 habitantes; 65 comunas (64%) se mantuvieron en el mismo nivel que la medición de 2021, cubriendo a 9.288.103 habitantes y 12 comunas (12%), con 1.894.217 habitantes, disminuyeron su nivel.
Dimensiones con mayor impacto
Entre las dimensiones que alcanzaron mayor impacto en el total de las comunas entre el ICVU 2021 y 2022 se encuentran Vivienda y Entorno, y Ambiente de Negocios.
En este sentido, el informe explica que durante la pandemia, las restricciones de movilidad y el mayor control policial aportaron significativamente a la disminución de las brechas en la dimensión de vivienda y entorno en materia de seguridad.
También se pudo observar un mayor aporte al ambiente de negocios por un alza en el emprendimiento personal, creación de empresas como una alternativa a la caída en el empleo o empeoramiento de los ingresos, especialmente en el sector de comercio o servicios.
Como contrapartida la pandemia amplió la brecha de calidad de vida urbana en la dimensión de salud y medio ambiente, dado que los habitantes de las comunas que dependen más del sistema de salud público resultaron mayormente afectados y en particular, la población de adultos mayores y con baja calificación laboral.
A su vez, las condiciones laborales también se vieron afectadas, dado que el confinamiento contribuyó negativamente en el mercado laboral, disminuyendo la generación ingresos especialmente en adultos mayores y en personas con baja calificación laboral, aumentando también el endeudamiento de familias de menores ingresos.