El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) le sugirió al gobierno que debe tener prudencia con la estimación de los ingresos estructurales, pero el organismo también destaca el déficit estructural proyectado para el 2022, según el reciente informe del organismo.

Desde el CFA llaman a la moderación “debido a que esta proyección depende crucialmente de la brecha del producto (diferencia porcentual entre el PIB efectivo y el PIB tendencial), y que esta muestra resultados contra intuitivos respecto a la evolución de otras variables macroeconómicas”, dice el documento.

Según explica el CFA, para 2021 y 2022 la estimación de la brecha de producto es negativa (-0,9% del PIB y -1,8% del PIB, respectivamente), lo que corresponde a un nivel de actividad por debajo de su tendencia. Sin embargo, la evolución al alza de las proyecciones de inflación y la acelerada recuperación de 2021 son más consistentes con una economía cuyo nivel de actividad está por encima de su nivel de tendencia, detalló el organismo por medio de un comunicado.

Ante este escenario, el CFA estima que “la contradicción entre una brecha de producto negativa y el alza en las proyecciones de inflación refuerza el diagnóstico elaborado previamente por el consejo, con respecto a la importancia de revisar la metodología de cálculo del PIB Tendencial, especialmente a la luz de otras estimaciones que indican una brecha de producto positiva, como las del Banco Central”.

Otra de las advertencias del CFA tuvo relación con el déficit estructural de 10,8% del PIB registrado en 2021, que “refleja un desequilibrio significativo en las cuentas fiscales, el cual debe ser corregido para garantizar la sostenibilidad de la deuda y las finanzas públicas”.

Sin embargo, en relación al déficit estructural para este año, el CFA “valora que el déficit estructural proyectado para 2022 vaya en línea con el inicio de una senda de convergencia compatible con la sostenibilidad fiscal, e insiste en la relevancia que tiene para las finanzas públicas la materialización de este esfuerzo de reducción del déficit”.

El informe del CFA también resalta que las proyecciones de crecimiento económico y de la demanda interna, elaborada por el gobierno de Gabriel Boric, se alejaron del “sesgo optimista” y se acercaron a la opinión de organismos locales e internacionales.

La cartera de Hacienda de la administración anterior proyectaba para este año un PIB de 3,5% y una subida de la demanda interna de 2,6%, ahora las cifras son 1,5% y -1,0%, respectivamente.

Además, el CFA estima que el cálculo del escenario base y los alternativos para el medio plazo se ajustan a los criterios vigentes, pero nuevamente llama a la prudencia, “especialmente al verificar que el crecimiento promedio del PIB para el período 2023-2026 es mayor en el escenario pesimista que en el escenario base y optimista”.

Desde el CFA reiteran la necesidad de una posición de moderación ante las holguras fiscales que “si bien estas representan una medida del espacio fiscal disponible, no consideran pasivos contingentes y otros requerimientos de capital, y sus proyecciones se realizan en un horizonte de mediano plazo (cuatro años). Así, se recomienda complementar el análisis de las holguras con uno de sostenibilidad fiscal de largo plazo”

Por otro lado, el CFA destacó que la Dirección de Presupuestos (Dipres) “le entregará por primera vez para su revisión, las planillas de cálculo del Reglamento del Balance Estructural (BE) para el mediano plazo (2023-2026) y recomienda formalizar esta práctica para adelante”.

La mirada de CFA concluye sus observaciones anunciando que elaborará un diagnóstico y evaluación de las nuevas metas y mejoras del marco fiscal anunciadas por la Dirección de Presupuestos, cuando el gobierno publique el decreto que establece las bases de la política fiscal para su período.