Chile, y en particular isapre Cruz Blanca, una vez más ocupó un lugar relevante en la entrega de resultados del año 2024 que hizo la semana pasada desde Londres el controlador de dicha aseguradora de salud privada, Bupa (The British United Provident Association Limited). En la ocasión, reportó que tuvo ingresos por 16.900 millones de libras esterlinas (US$20.732 millones) a nivel global el año pasado, un 16% más que en 2023.
Lo cierto es que desde los estados de resultados que publicó en el año 2022, Bupa viene destacando en sus reportes la marcha de este negocio en Chile, y esta vez no fue la excepción. De hecho, fue desde el balance de 2023 cuando empezó a reconocer como un “pasivo contingente” los efectos de los fallos de la Corte Suprema sobre las isapres, aunque sin tener una estimación fidedigna sobre el monto total que ello podría significar para la suya propia, dado que no se había aprobado el proyecto de ley que puso en marcha dichos fallos el año pasado.
Cuando eso finalmente se aprobó en el Congreso, desde Bupa hicieron una nueva estimación del dinero que tendrían que desembolsar, pero aún no tenían el plan de pago y ajustes aprobado por parte de la Superintendencia de Salud, por lo que aún persistía cierta incertidumbre respecto de la deuda final que tendrían que pagar a los afiliados, en un plazo de hasta trece años.
Así, recién ahora, en el balance al cierre de 2024 Bupa, que opera en más de diez países donde tiene sobre 60 millones de clientes, reconoció el impacto final y definitivo que debe asumir por este concepto en su balance. Según hizo notar en el reporte que publicaron la semana pasada: “Debido a la incertidumbre causada por las medidas de Chile, no había sido posible estimar de manera confiable el valor de los pagos futuros al año fiscal 2023, lo que resultó en la divulgación de un pasivo contingente″, comenzó señalando.
Agregó que “luego de una legislación adicional y la orientación del regulador local, la Superintendencia de Salud (SIS), el Grupo tiene un plan de pago a los asegurados aprobado por la SIS en relación con el asunto de las Tablas de Factores de Riesgo, lo que llevó a que se reconociera un pasivo financiero por 187 millones de libras esterlinas (US$240 millones) por los montos adeudados a pagar durante 13 años. Las utilidades por provisiones en Chile se mantuvieron estables en 2024″.
Esto último está en línea con lo que dio a conocer la Superintendencia de Salud en octubre del año pasado, cuando informó que Cruz Blanca tendría que desembolsar 7.789.704 UF (unos US$230 millones, dependiendo del tipo de cambio) para 150.079 contratos. La deuda total de las isapres abiertas asciende a 30.242.152 UF, el equivalente a $1.147.819 millones, o unos US$1.200 millones.
Asimismo, explicó que el año pasado, “en Chile, los ingresos por seguros disminuyeron y el negocio reportó una pérdida subyacente tras la cancelación del aumento del precio GES en el negocio de isapres y otras pérdidas asociadas con medidas gubernamentales adversas. Como se reveló anteriormente, el negocio de isapres de Bupa en Chile se ha visto afectado negativamente por acciones gubernamentales, judiciales y regulatorias, incluido respecto al método e implementación de las Tablas de Factores de Riesgo legales (utilizadas para ajustar el precio de los contratos de seguro en función de factores de riesgo como la edad)”.
En todo caso, aseguró que “tanto en el segmento de proveedores como en el de seguros, Bupa Chile continúa enfocándose en brindar la mejor experiencia posible a sus pacientes y clientes, y en aumentar sus niveles de recomendación, junto con la apertura de un nuevo centro médico ´Libertad´, en Viña del Mar durante 2024″.