La desaceleración de la economía ya está comenzando a sentirse con fuerza en el mercado laboral, en medio de las preocupaciones por una recesión y las incertidumbres en materia cambiaria y políticas.
De acuerdo a los datos dados a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las personas ocupadas crecieron en doce meses 9,9%, y llegaron a 8,83 millones. Sin embargo, en términos desestacionalizados respecto al trimestre móvil inmediatamente anterior (marzo-mayo), solo se crearon 3.992 puestos de trabajo, la cifra más baja desde mayo de 2021 (cuando cayeron en 28 mil, en medio de una nueva cuarentena). Además, el dato está muy por debajo de los registros de los meses anteriores, que estuvieron por encima de las 63 mil cada mes, es decir, en el último trimestre hubo un freno en seco en la creación de nuevos puestos de trabajo.
Ya habían señales de alerta respecto a cómo evolucionará el mercado laboral. A inicios de julio el Índice de Avisos Laborales de Internet, elaborado mensualmente por el Banco Central, mostró en junio una caída de 12,8% en las plazas de trabajo ofrecidas respecto al mes anterior y de 17,4% frente al mismo mes de 2021. Con esto, el índice llegó a su menor nivel desde abril del año pasado y da cuenta de una profundización de la tendencia a la baja que venía mostrando desde fines del ejercicio anterior.
Esto, en un escenario además en el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer que el país tendrá crecimiento cero en 2023 y algunos analistas anticipan que ya con el dato del Imacec de junio -que se conocerá la próxima semana- la economía chilena registrará una “recesión técnica”, consistente en dos trimestres consecutivos de caídas desestacionalizadas respecto del trimestre inmediatamente anterior. Así, la situación del mercado laboral no se ve auspiciosa.
Con esta evolución de las personas trabajando, la tasa de ocupación (ocupados respecto a quienes tienen edad de trabajar) llegó a 55%, una décima menos que el trimestre móvil anterior.
El número total de ocupados (8.838.430) tampoco logró cerrar la brecha con la cifra pre pandemia, quedando aún 224 mil puestos de trabajo por recuperar. Eso, considerando solo el número de trabajos que había antes del Covid, pero dejando de lado el aumento de la población en estos dos años. Tomando este crecimiento en cuenta y la tasa de ocupación de febrero de 2020, se necesitan aún 514 mil puestos de trabajo por crear para llegar a un nivel similar.
Desempleo
El INE informó además que a tasa de desempleo llegó a 7,8% en el segundo trimestre, cifra que representó un descenso de 1,7 puntos porcentuales en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (7,9%) fue menor a la registrada por las personas ocupadas (9,9%).
las personas desocupadas disminuyeron 11,2%, debido principalmente al retroceso de 12,4% en el número de cesantes.
En tanto, el aumento interanual de la población ocupada fue incidido por comercio (11,8%), hogares como empleadores (37,3%) y alojamiento y servicio de comidas (22,0%). Por categoría ocupacional influyeron las personas asalariadas formales (8,1%), las trabajadoras por cuenta propia (11,5%) y las personas asalariadas informales (14,2%).
Informalidad
Otra mala noticia es que la tasa de ocupación informal -y que por lo tanto no cotizarían en el sistema previsional ni en el de salud- se ubicó en 27,1%, creciendo 1,1 puntos en doce meses. Las personas ocupadas informales aumentaron 14,8%, incididas tanto por las mujeres (20%) como por los hombres (11,0%) y por las personas trabajadoras por cuenta propia (14,5%) y asalariadas privadas (15,4%).
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 7,6%, lo que implicó nula variación respecto al trimestre móvil anterior.
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 16,7%.
De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 6,2%, llegando a 38,4 horas. La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,2%, con una reducción de 5,3 pp. en el período.