Los créditos de consumo se siguen hundiendo en medio de la crisis sanitaria. Si en abril este tipo de préstamos bajó 1,2% anual, en mayo la caída fue más pronunciada, disminuyendo 2,9% año contra año, su mayor retroceso desde octubre de 1999.

Eso es lo que revelan las cifras nominales que consolida el Banco Central (BC), que se diferencian a los datos que entrega la Comisión para el Mercado Financiero, pues el instituto emisor publica los balances individuales de los bancos, es decir, excluye las filiales.

También hay novedades en los créditos para viviendas: hay una disminución en el ritmo de crecimiento, considerando que si en abril éstos subieron 12,5% anual, en mayo esa cifra fue de 11,6%, lo que implica una diferencia de 0,9 pp. La última vez que se había desacelerado este tipo de colocaciones fue para el estallido social, pero en ese momento la tasa de crecimiento se redujo desde 10,7% anual de septiembre, a 10,4% en octubre.

En tanto, el dinamismo de los créditos comerciales siguió sorprendiendo en mayo al expandirse 14,2% en el quinto mes, versus el alza de 13,6% de abril. El BC explicó en un informe que esto se relaciona con la entrega que ha hecho la banca de los créditos con garantía estatal mediante Fogape para pymes, programa que justamente empezó a funcionar en mayo.

Tasas y caja

Según las cifras que publica el BC, la tasa de interés para préstamos comerciales disminuyó en mayo desde 5,6% a 4,8%. Y mientras la tasa de interés para préstamos de vivienda se mantuvo en 2,9%, en créditos de consumo se incrementaron en comparación a abril, pasando desde 18,9% a 20,9%, lo que se debió a “una mayor tasa del producto cuota y una mayor incidencia de los créditos rotativos”.

Y la búsqueda que están haciendo las personas de efectivo no para. Así lo refleja el M1, indicador del BC que monitorea el efectivo, depósitos vista y las cuenta corrientes, y que el mes pasado se disparó 34,7% anual, superando el alza de 32% que registró en abril. La de mayo se convierte en la mayor alza desde febrero de 1993.