Ha participado de una u otra manera en todas las reformas previsionales que se han tramitado en el país en el último tiempo, pero recién en este proyecto el economista Cristóbal Huneeus tiene un rol más protagónico, en su calidad de asesor externo del Ministerio del Trabajo (Mintrab).
Había sido parte, marginalmente, de la reforma de 2008 que creó el Pilar Solidario en el primer gobierno de Michelle Bachelet. Ahí le tocó ver la licitación del Seguro de Invalidez y Sobrevivencia. En la segunda administración de Bachelet, participó en el diseño de la reforma previsional y en la breve tramitación que tuvo el proyecto.
En el segundo gobierno de Sebastián Piñera, fue parte de los técnicos de los senadores de la entonces oposición. “Siempre me quedó dando vueltas que esta era una reforma que hay que sacar, porque ya en dos gobiernos ha fracasado”, comenta Huneeus al ser consultado sobre por qué aceptó asumir como asesor del Mintrab.
Llegó cuando el proyecto todavía proponía un 6% a solidaridad y nada a cuentas individuales, pero aceptó el desafío porque tuvo una conversación previa con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, donde le contó todos los cambios que querían hacer. “Eran justamente todas las cosas que yo había pensado. Y me pareció que podía contribuir y jugar un rol, un granito de arena para ver si este proyecto salía”, recuerda.
A poco más de un año de que ello ocurriera, ahora el gobierno propone un 3% a cuentas individuales, un 2% de préstamo al seguro social de manera transitoria, y un 1% permanente a solidaridad para compensar la mayor expectativa de vida de las mujeres.
¿Cree que esta es la fórmula del acuerdo?
-No sé si esta es la fórmula del acuerdo final. Siento que están pasando dos cosas. Uno, que hay más ideas sobre la mesa. Hay voluntad real de todas las partes de llegar a un acuerdo. Siempre teniendo en cuenta que cada uno tiene su posición. Creo que hemos avanzado cualquier cantidad desde que el proyecto salió de la Cámara de Diputados. El documento que presentaron los ministros, en el que estuvieron de acuerdo los parlamentarios de la comisión, creo que es un paso muy importante. Para mí, subió de manera discreta la probabilidad de que haya reforma, y lo más importante, es que todos quieren que esto funcione, que haya una buena ley, que se apruebe, que se resuelva este problema, y podamos avanzar así hacia el siguiente problema. Obviamente cumpliendo los objetivos de que mejore las pensiones, y sea sustentable, ojalá que sea más solidario (...) Se está generando un ambiente positivo. Aunque el pan siempre se puede quemar a la salida del horno, aunque el senador Gastón Saavedra el otro día dijo que el pan no se iba a quemar a la salida del horno. Eso me deja más optimista todavía.
¿Cómo surgió esta nueva fórmula de distribución del 6%, y hace cuánto tiempo lo venían trabajando?
-Hubo varios actores que habían planteado ya hace mucho tiempo la idea de este préstamo. Eso lo escuché la primera vez del mundo político más que del mundo técnico, y obviamente todas las ideas hay que mirarlas y analizarlas en su mérito. Se ha hecho harto análisis, y al parecer es una fórmula que genera cierto consenso. Sobre el préstamo del 2%, la gran discusión que hay es, bueno, a qué tasa de interés se devuelve. Y es curioso, porque mucha gente dice que tiene que ser muy alta, casi a nivel de mercado, pero yo siento que el préstamo hay que mirarlo en el conjunto del portfolio en que los fondos de pensiones invierten nuestros recursos.
¿A qué se refiere?
-Si yo miro hoy día la cartera de inversión de las AFP que siguen todas las regulaciones y los límites, un 20% está invertido en instrumentos del Estado. Hay una composición que es real, que es el BTU, y hay una inversión en instrumentos nominales. Eso es un 20%. Más o menos, en regla de tres, son 2 puntos de los 10 (que hoy se cotizan para pensión). Entonces, si voy a estructurar 2 puntos de ese 15% o 16% (de cotización), en un préstamo que se va a invertir en bonos del Estado, y va a tener más o menos la misma rentabilidad, yo tengo que reponderar el portfolio, sacar la inversión en instrumentos del Estado que tengo del 10%, para que la composición entera no quede distorsionada. Y por lo tanto, la tasa de interés tiene que ser más parecida a lo que son hoy día los bonos de inversión del Estado, que está más cerca del 2% que del 3%. Entonces, no entiendo mucho esa discusión, es cosa de mirar hoy día las inversiones de las AFP, donde hay instrumentos del Estado, y sabemos la tasa de interés. Si vamos a incluir un préstamo, que es como un bono del Estado, tengo que recalcular y rehacer la inversión que tengo hoy día, para que en un todo, diversifique el riesgo de todos nosotros.
Está hablando de UF+2%, UF+3%.
Claro, real.
O sea, va a rentar como un bono del Estado.
No sé, pero uno lo puede pensar de esa forma. Obviamente hay otra experiencia anterior, no me refiero a hacer que esto sea igual, pero en la reforma del 80 (la tasa de interés de) los bonos de reconocimiento fueron de un 4%, y la rentabilidad de los bonos del Estado superior a 4%. No digo que se justifique eso, pero obviamente va a haber una discusión grande sobre la tasa de interés, y si pensamos que este es un símil de un bono del Estado, ya sabemos cuál es la tasa de interés de los bonos del Estado.
A su juicio, ¿esto es o no una cuenta nocional, y por qué?
-No es una cuenta nocional, porque la cuenta nocional lo que te asegura después es un beneficio, no es un monto de vuelta. En la cuenta nocional yo no sabía la tasa de interés, aquí yo sé la tasa de interés a la que está rentando. Y esto es heredable. La cuenta nocional no era heredable. Entonces, claro, la gente se confunde, pero tiene diferencias importantes. Aquí hay una titularidad, esa plata va a ser tuya.
¿Este 2% de préstamo, cómo funciona, primero pasa a la cuenta individual y es la AFP la que tiene que invertir obligatoriamente en este bono que se va a emitir, o el 2% va a ir directo al fondo?
Esos son detalles por resolver, pero hay alguien que recauda, va a recaudar el 15% o el 16%, y por lo tanto, 3% va a ir a la cuenta individual y 2% va a ser un préstamo que probablemente va a ir al Fondo Integrado de Pensiones (FIP).
Hay un 1% que se destina al bono tabla, pero según el informe de la mesa técnica, la Dipres calculaba que costaba entre 0,6% y 0,7% de cotización. ¿Por qué se está destinando más?
Este beneficio depende en gran medida de cuánta gente va a postergar su edad de jubilación. Si nadie la posterga, como si este beneficio no fuera suficientemente económico, se gasta mucho menos de 0,6% y 0,7%; pero si todo el mundo posterga, se termina gastando más que eso. Entonces, el 0,6% y 0,7% es bajo supuestos conservadores, pero también hay escenarios en que esto puede terminar siendo una señal muy potente donde muchas mujeres terminan postergando la edad de jubilación y, con eso, sube el costo del bono tabla. Pero nuevamente, estas son estimaciones preliminares. Yo estoy seguro que vamos a llegar a un consenso de cuánto va a salir, y cuánta cotización se va a terminar usando.
¿Saben qué porcentaje del PIB podría alcanzar este fondo?
No, porque va a depender del tamaño, de la gradualidad, de la duración, y cuántos recursos fiscales va a tener. Ahora, es más chico que el fondo que había con 3%-3%.
¿Si la mesa técnica dijo que hay que ayudar a quienes han cotizado más tiempo, por qué definieron que vaya a las personas que cotizaron un mínimo de cinco o diez años?
Yo creo que esa es una pregunta que hay que hacerle a los ministros. La mesa técnica hizo simulaciones con 10 y 15 (años de cotización). Incluso hay gente que propone más de 15, que ya me parece muy restrictivo. Ahora, la plata que se gasta en menos de 10 (años cotizados), es súper chica. Porque mucha gente tiene poca cotización, entonces si pensamos en los 0,1 UF por año cotizado, ese 0,1 no es mucha plata, porque tienen pocos años cotizados. Entonces, en términos del gasto del sistema, no es tanta plata. Sí es importante la señal, si es diez, si es 15. Ahora, tampoco sabemos si esto va a partir en cinco y diez (años cotizados), y después va a ir subiendo, o está fijo. Entonces, todas esas cosas van a influir en el grupo final.
¿A su juicio, a qué segmento hay que ir a ayudar?
Yo me quedo con lo que hicimos en la mesa técnica. Creo que a las mujeres hay que darle un doble clic y ayudarlas de manera importante. Hay otros mecanismos que hay abordar, el bono tabla se hace cargo de uno de ellos, pero las mujeres también tienen bajas cotizaciones, baja densidad, hay que dar una señal hacia adelante. A mí me hace sentido que tengan un mínimo de años de cotización. Y otro elemento que tenía la discusión desde antes, es el beneficio intra. Yo creo que hay una confusión un poco con el beneficio intra.
¿En qué sentido?
El beneficio intra lo que quiere hacer es compartir el riesgo de la volatilidad del ingreso. Yo para recibir beneficio intra, tengo que haber cotizado ese mes. Si yo no trabajé, no recibo beneficio. Entonces, una mujer que ganaba $400 mil y producto de una reestructuración de la empresa, o porque quiere compartir más con su mamá, baja a $200 mil, esa diferencia de ingresos yo la voy a compartir con otro que, en el fondo, mejoró su nivel de ingreso. ¿Cuál es la ventaja que tiene ese beneficio? Es que de alguna manera suaviza las tasas de reemplazo, y como mostramos en el informe, la gente de los quintiles más bajos tiene tasas de reemplazo más altas. ¿Y eso qué implica? Implica que en el largo plazo, la presión para aumentar la PGU en esos grupos, va a ser menor. Entonces, no solamente estoy compartiendo el riesgo hoy día, sino que también hacia el futuro es fiscalmente más sustentable un sistema así, que sin el beneficio intra. Entonces, el beneficio intra de alguna manera trata de compartir el riesgo de la volatilidad de los ingresos. Cualquier persona que haya mirado los ingresos del seguro de cesantía, o del sistema de AFP, ve que se mueveen cualquier cantidad. Este es un riesgo inherente en el mercado laboral chileno.
El economista jefe de la Unidad de Pensiones de la OCDE, Pablo Antolín, dijo que las reformas y los sistema de pensiones no buscan, no tienen como objetivo mejorar las distorsiones del mercado laboral.
Dice las discriminaciones, es distinto la discriminación entre hombres y mujeres, que la volatilidad del ingreso. La volatilidad del ingreso es algo inherente en los mercados laborales. Mi lectura de la evidencia, es que aquí es más alta que en otros países. No es una discriminación. Está bien, el sistema de pensiones no tiene que mejorar las diferencias entre hombres y mujeres, pero sí se puede hacer cargo de la volatilidad del ingreso que tienen los hombres y las mujeres.
En todo caso, en la mesa técnica no hubo consenso respecto a ese beneficio.
Siento que agrega valor al sistema de pensiones, a pesar de que no generó consenso en la mesa técnica.
¿Cómo se asegura que este mecanismo, el 2%, sea transitorio y no quede como algo permanente? Con el IFE pasó...
-Pero terminó.
Pero no fue cuando se esperaba. Y a diferencia del IFE, este sistema va a operar por 20 años o más.
-He visto que es una preocupación de todos los que están sentados en la mesa conversando, de cómo asegurar que sea efectivamente transitorio. Ahora, ojo, también hay una diferencia con el IFE, en el sentido de que si en la transición hacia abajo, si cada vez requiero menos plata para el préstamo, es porque esa plata va a ir a tu cuenta individual. Entonces, aquí hay un uso alternativo del recurso, los incentivos son un poco distintos. Pero yo estoy de acuerdo en que es una preocupación súper válida y hay que diseñar el sistema para que esos mecanismos vayan funcionando de manera automática.
¿Existe experiencia comparada donde se implemente un mecanismo previsional...?
-Ojo, la reforma del 80, los bonos de reconocimientos, fueron transitorios. Antes de esa fecha se podía elegir y después de esa fecha no se podía. Estábamos en dictadura y todo, pero llegado el 90 no se cambió esa transición, el juego democrático siguió con esa transición. Yo entiendo que los tiempos han cambiado, pero creo que es una preocupación de los parlamentarios que va a quedar bien reflejada en una buena ley. Soy superoptimista.