Desde hace años que en el país se está discutiendo una reforma previsional para poder aumentar la tasa de cotización y con ello las pensiones que se entreguen a futuro. Sin embargo, hasta ahora no ha habido acuerdo en el Congreso con los distintos gobiernos de turno, por lo que la cotización se ha mantenido en un 10% de la remuneración de las personas.
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Según un estudio sobre tasas de reemplazo que hizo la Superintendencia de Pensiones junto a la Dipres en enero de este año, la mediana de la pensión autofinanciada en el país es de $73.705, y sube a $278.535 si se incorpora la Pensión Garantizada Universal (PGU). Ese cálculo considera a todas las personas que se pensionaron por vejez entre 2015 y 2022, y que seguían vivos a diciembre de 2022. Al desagregar esa cifra, en el caso de los hombres es de $159.333 la pensión autofinanciada y sube a $354.046 con PGU; mientras que en las mujeres eso corresponde a $38.158 y $244.211, respectivamente.
Por quintil la diferencia es significativa. La mediana de la pensión autofinanciada es de $16.620 en el primer quintil, $38.659 en el segundo quintil, $60.698 en el tercer quintil, $116.700 en el cuarto y $442.593 en el quinto.
En tal contexto, ¿cuánto es lo que se requiere ahorrar para lograr una pensión de montos mayores a esos anteriores, por ejemplo, de $500 mil y de $1 millón? Todo va a depender de distintos supuestos, como el comportamiento que tengan las personas en el mercado laboral, si cotizan todos los meses o solo algunos (lagunas previsionales), y la edad a la que se jubilen. Pero también tiene que ver con algunos factores que no dependen de los afiliados, como la rentabilidad de los multifondos.
Un escenario u otro
Al respecto, Ciedess realizó una simulación considerando que no hay reforma previsional, es decir, donde todo se mantiene igual a ahora, y estimó que, para obtener un monto de pensión autofinanciada de $500 mil mensuales, un hombre debería tener un saldo acumulado a la edad legal de retiro -65 años- de $108.544.605. Esto se logra si es que ese hombre al momento de ingresar al mercado laboral a los 25 años, tenía una renta imponible inicial de $1.245.660, la cual experimentó un crecimiento de 2% real anual hasta los 40 años.
En el caso de una mujer, para lograr una pensión de $500 mil, debería acumular un saldo de $120.324.285 a los 60 años. Eso significa que al momento de ingresar al mercado laboral a los 25 años, debe tener una renta imponible inicial de $2.368.939, calculando luego un crecimiento de 2% real anual hasta los 40 años.
Considerando el escenario de $1 millón, el saldo final que necesita un hombre para obtener esa pensión es de $217.007.103, para lo cual la renta imponible inicial debería ser de $2.490.378.
En tanto, para una mujer el saldo total acumulado debería ser de $240.557.553, por lo que requiere una renta imponible inicial de $4.736.087, lo que supera casi en un 50% el tope imponible vigente.
Los supuestos
Eso sí, estos resultados pueden cambiar de manera importante si se modifican los supuestos que aquí se consideraron para realizar este cálculo. En este caso, Ciedess asume una edad de ingreso al sistema de pensiones de 25 años, así como una densidad de cotizaciones de 45% para mujeres y 60% para hombres, y un crecimiento del ingreso imponible de 2% real anual hasta los 40 años.
También usó como supuestos que la rentabilidad de los fondos de pensiones es de 4% real anual; una edad legal de retiro de 60 años para mujeres y 65 años para hombres; un monto de primer pago de pensión autofinanciada por renta vitalicia con tasa de interés de 3,4%; y tablas de mortalidad vigentes ajustadas por factores de mejoramiento. El cálculo también considera una cónyuge beneficiaria dos años menor en el caso de hombre causante, y un cónyuge beneficiario dos años mayor en el caso de mujer causante.
Bernardita Infante, jefa comercial de Alfredo Cruz y Cía., comenta en esta materia que “es fundamental tener en cuenta el concepto del Capital Necesario Unitario (CNU) para calcular las pensiones. El CNU es el monto en UF o en pesos necesario para financiar 1 UF o $1 de pensión. Sin embargo, este valor varía en función de varios factores, como la edad del pensionado, su grupo familiar o los beneficiarios de pensión de sobrevivencia, así como la tasa de interés proyectada utilizada en el cálculo”.
Infante explica que, “por ejemplo, si el grupo familiar del pensionado tiene una mayor expectativa de vida, el CNU será más alto, lo que implica que, con un mismo capital, la pensión será más baja en comparación con alguien que tiene un grupo familiar más pequeño. En cuanto a la tasa de interés, si esta sube o es alta, se requiere menos capital para financiar una pensión de un monto determinado”.
La ejecutiva señala que “el CNU también varía según la modalidad de pensión elegida. En el caso de la renta vitalicia, el CNU puede aumentar aproximadamente un 20% en comparación con el retiro programado”.
Para ilustrar este punto, Infante afirma que utilizando un CNU en UF basado en una tasa de interés del 4% (muy cercana a la actual del 4,41%), los montos aproximados que se deben tener ahorrados a los 65 años para una pensión en modalidad de retiro programado de $500 mil, corresponde a $90 millones para un hombre de 65 años sin cónyuge, y $100 millones si tiene un cónyuge del sexo opuesto dos años menor.
A la misma edad de 65 años, una mujer sin cónyuge necesita tener ahorrados $95 millones para obtener una pensión de $500 mil. Y si tiene 60 años, requiere de $100 millones. En cambio, si la mujer tiene un cónyuge del sexo opuesto dos años mayor, necesita tener ahorrados $100 millones a los 65 años, o $107,5 millones si se jubila a los 60 años. Para obtener una pensión de $1 millón, hay que duplicar los montos anteriores.