El Chapter 11 es uno de los procesos más caros para una empresa. Wom es la última empresa con operaciones en Chile en someterse a los tribunales de Delaware, en Estados Unidos. Wom es asesorada legalmente por White & Case LLP y Richards, Layton & Finger P.A., en ese país, y por Carey, en Chile. Los dos primeros ya suman más de US$ 20 millones en cobros en total.

Carey es el estudio más grande de Chile, con 280 profesionales ubicados en el edificio Titanium. Uno de sus socios, Alfonso Silva, declaró en el proceso en Delaware que Carey trabaja desde hace dos décadas con Wom -cuando existía su predecesora Nextel- en una amplia gama de servicios: derecho societario, fusiones y adquisiciones, gobierno corporativo, contratos, regulación, competencia, marcas, litigios, seguros y derecho laboral, entre otros.

En ese texto, Silva -quien dirige el grupo corporativo de telecomunicaciones, medios y tecnología- explicó que la factura que Carey emitirá por sus servicios se basaría en tarifas horarias estándar que detalló así: un senior partner cobra entre US$ 470 y US$ 480 por cada 60 minutos, mientras la tarifa de los socios va de US$ 320 a US$ 460. Los asociados senior van de US$ 240 a US$ 310, los asociados, entre US$ 170 a US$ 220, y los servicios de profesionales paralegales, por lo general, procuradores, entre US$ 90 y US$ 110. Las tarifas son similares a las de otros grandes estudios corporativos, pero con una salvedad: a los buenos y antiguos clientes les ofrecen descuentos, dice el socio de un bufete.

En el Chapter 11 de Wom -que hoy lideran los acreedores, que presentaron la mejor oferta en un proceso que termina el 15 de noviembre- hay un gran contingente de abogados. Cada parte, por lo general, se asesora con bufetes estadounidenses y chilenos, quienes serán pagados por Wom. El estudio Morales & Besa, por ejemplo, trabaja para un grupo de acreedores reunidos en el Official Committee of Unsecured Creditors. Uno de los socios principales del estudio fundado en 1992 es Guillermo Morales, especialista en banca y finanzas. Su tarifa por hora asciende a US$ 370.

Las tarifas de los abogados van desde los senior partners hasta los procuradores.

La comparación con EE.UU.

El costo de un estudio chileno, aún los más grandes y sofisticados, están muy lejos de sus pares estadounidenses. White & Case, una firma global que facturó nada más que US$ 2.950 millones en 2023, lidera el proceso de Wom. En un informe del 1 de noviembre, la compañía detalla sus honorarios por fees y gastos en los primeros tres meses de trabajo: abril, mayo y junio. La cifra asciende a US$ 12.792.733. A ello se suma julio, con otro US$ 1.742.379, y agosto, con US$ 1.666.240. En total, ya supera los US$ 16 millones con Wom.

La firma detalló, en 94 páginas, las 1.293 horas dedicadas por sus profesionales en agosto. En total, 36 profesionales de White & Case trabajaron para Wom ese mes. Dos socios de White & Case reportan los honorarios más altos en ese informe. El primero es John K. Cunningham, socio del bufete desde 1992, experto en reestructuraciones financieras e insolvencias. Su tarifa por hora es de US$ 2.150 cada sesenta minutos. Cunningham dedicó 49,1 horas en agosto a Wom. Otro socio, David Dreier, experto en impuestos, cobra los mismos US$ 2.150.

John K. Cunningham ha liderado el proceso que desarrolla Wom en Estados Unidos. Pero no ha trabajado solo en ese país. También viajó a Chile: el 29 de agosto, Cunningham reporta reuniones en Santiago con profesionales de Carey y uno de los asesores financieros de Wom en la reorganización, Eduardo Moyano Luco, exgerente de finanzas de Automotores Gildemeister. Moyano, en este caso, cobra US$ 675 por hora. Según la declaración de Moyano, su tarifa “está dentro del mercado para un profesional de mi conocimiento y experiencia tanto en Chile como en complejas reestructuraciones transfronterizas para clientes tanto latinoamericanos como estadounidenses”.

Los estudios de abogados no solo cobran los servicios profesionales, sino también los gastos. En agosto, por ejemplo, White & Case reportó US$ 10.589 por distintas categorías. Por ejemplo, US$ 6.531 en data hosting y almacenamiento; US$ 1.188 en tarifas de transporte aéreo, US$ 1.102 en taxis. Y US$ 5 en teléfono.

El otro estudio que asesora a Wom, Richards, Layton & Finger, P.A., ha presentado a tribunales cobros por más de US$ 5 millones. La tarifa más alta corresponde a Daniel J. DeFranceschi, asociado desde 1989 y director desde 2000, con US$ 1.450 por hora. En ese estudio, los paraprofesionales cobran US$ 395, casi lo mismo que un socio de Carey.