Más optimista que antes respecto de la posibilidad de que el mundo político logre un acuerdo en la reforma previsional, aunque aún queda mucho camino. Así se muestra el economista David Bravo luego de que la mesa técnica que convocaron los senadores integrantes de la Comisión de Trabajo, junto con el gobierno, entregara la semana pasada su informe final.
El director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica sigue mirando en detalle el trabajo que hizo la mesa técnica, y espera pronto tener un análisis más en profundidad, con datos, a partir del documento. “Algo que permita continuar el buen trabajo que partió la mesa técnica”, puntualiza Bravo.
Eso sí, ahora y hasta nuevo aviso, esos análisis los está haciendo de manera individual, y no como parte de la iniciativa académica que había anunciado hace algunos meses, la cual iba a ser realizada con el financiamiento de la Asociación de Aseguradores. “Cuando vimos que eso estaba ocurriendo (la mesa técnica), simplemente pospusimos ese trabajo que íbamos a hacer como grupo, porque se podía entender que era una comisión paralela, en fin, el timing no era bueno. Creo que hay momentos en que uno tiene que poner por arriba lo más importante, que en este caso era que hubiera éxito en este grupo”, señala.
¿Qué le parecieron las conclusiones y el trabajo de la mesa técnica?
Estoy muy contento con el trabajo que se hizo. Es un ejemplo de lo que ocurre cuando se miran los datos. Con la petición de información que hicimos al gobierno junto a un grupo grande de centros, se generó poca información, porque un elemento muy central era tener información sobre las historias laborales de las personas, que es la forma de poder calcular tasas de reemplazo históricas. Esa información solo se dio a conocer formalmente a partir del estudio que encargó el gobierno unos pocos días antes de que se votara en la Cámara de Diputados el proyecto de ley. Entonces, la pregunta para mí siempre fue: ¿cómo se puede hacer una discusión si no sabemos las tasas de reemplazo?. Yo hice un trabajo que presenté a fines del año pasado, con información que no proveyó el gobierno, sino con información que recolecté AFP por AFP, y los datos formales llegaron recién en enero. Y creo que en la mesa técnica, la discusión que se empezó a hacer es una discusión que tuvo tiempo para poder mirar con calma todos esos datos. Porque básicamente las cosas que se han estado repitiendo a lo largo del proyecto, algunas se han ido cayendo.
¿Como cuáles?
Por ejemplo, hay un hecho muy importante que los datos muestran, que es que las pensiones actuales, independientemente cómo se midan las tasas de reemplazo, son superiores a las tasas de reemplazo futuras. Entonces, el proyecto de ley está pensado básicamente como una continuación de una miopía, es: miremos a los pensionados actuales, y los futuros se las van a arreglar de alguna manera. Creo que eso cambió con estos estudios de tasas de reemplazo. Por supuesto me habría encantado que hubieran tenido más tiempo incluso, porque creo que el análisis fue muy breve, creo que corresponde hacerlo y continuarlo bien.
¿En qué otros temas encuentra que los datos dieron más claridad?
El otro caso donde yo creo que la mesa técnica miró los datos, fue al decidir que no hay argumentos para separar la industria, y más bien concentrarse en el tema de la licitación del stock de afiliados. Ese es otro ejemplo, yo creo, donde la mirada mucho más serena, técnica, fue importante. Vamos a ver qué es lo que ocurre ahora con la discusión del proyecto, pero solamente este resultado me parece a mí que marca un quiebre muy importante en lo que ha sido la discusión sobre pensiones en la Comisión de Trabajo del Senado, versus lo que ocurrió en la Cámara de Diputados. Así que tengo una mirada muy positiva de lo que ahí ocurrió. Por supuesto que hay temas que quedaron abiertos, hay temas que no se tocaron, pero el hecho de que se liste un conjunto de temas que podrían ya constituir un acuerdo, es muy importante, evidentemente lo que falta es la suscripción del gobierno sobre esto, y que empiece la discusión y la tramitación en la Comisión.
¿Dónde más cree que falta avanzar?
Lo que hizo la mesa técnica fue, correctamente a mi juicio, ir acotando este tema, esto no es para 1,5 millones de pensionados, es para un grupo de esos pensionados. La pregunta ahora es, si tiene que seguir en la misma línea, vale decir, cómo se acota. ¿Qué se consideró dentro del proceso de tasa de reemplazo? ¿Sin retiro, o con retiro? Cosas por el estilo. Y el correcto uso de la tasa de reemplazo, porque yo creo que están usando una medida que es extrema. Lo otro que hay que considerar, que parece ser menor, pero es muy importante, es que las tasas de reemplazo que hay que considerar son líquidas (...) Yo creo que las tasas de reemplazo que se están usando lleva artificialmente a tasas más bajas, así que creo que ese trabajo hay que hacerlo mejor. Y, con la misma fuerza con la que se está mirando a los pensionados actuales, que parece ser casi la única preocupación que tienen las autoridades, hay que mirar las tasas de reemplazo de las personas en la transición, que creo que puede ser muy larga, de 20 años o 30 años, y las tasas de reemplazo futuras. Porque lo que no puede quedar es una reforma que en la práctica se preocupe solamente de una generación y chutee el problema, porque estaríamos perdiendo una oportunidad de buscar una nivelación de tasas de reemplazo hacia adelante, que es lo que necesitamos, que es el grupo que está más desprotegido. Pero el trabajo de la mesa técnica generó un avance importante, y mostró que cuando se tienen los datos y se tiene tiempo, se van generando acuerdos.
¿Qué le parece la propuesta de mesa técnica para que la PGU se ancle a la línea de la pobreza y que no se extienda al 100% de la población?
Me parecen muy bien. Son coincidentes, además, con lo que me tocó presentar en la misma Comisión de Trabajo del Senado. Lo que no puede ocurrir, creo yo, nunca más, o lo que tenemos que evitar, es que los grupos políticos hagan campaña con la PGU. Por ejemplo, ahora estamos discutiendo sobre los $250 mil porque está dentro del programa de gobierno. Entonces, lo que la mesa técnica está diciendo, que es un principio muy sano, es que no puede estar en los programas de gobierno. Básicamente la PGU es un parámetro que se tiene que definir de manera técnica, que requiere estar anclado a algo.
¿Qué temas considera que no se tocaron?
Hay un tema que me preocupa siempre, que creo que no se ha abordado, que es la edad de jubilación. También me preocupa mucho que el gobierno insista en el autopréstamo. Me preocupa mucho que no se tenga conciencia entre los actores sobre cómo se va a abordar el tema de los retiros, porque podemos demorarnos mucho en encontrar un camino para esta reforma, podemos seguir tomándonos más tiempo, pero supongamos que llegáramos a un acuerdo, que ahora nos fuera bien, y a la vuelta de la esquina hay un retiro de fondos de pensiones, en ese caso yo diría que como que se acabó el sistema de pensiones en Chile, porque simplemente el sistema no aguanta. Toda esta discusión que hemos estado teniendo, el tiempo que se tomó la mesa técnica, toda esta discusión vale nada si es que a la vuelta de la esquina se genera otro retiro. Esa es la parte que me preocupa. Creo que el tema de los retiros debería ser un acuerdo explícito de toda la clase política. Me preocupa que no haya sido tema en la mesa, pero entiendo que el tiempo fue muy breve. Necesitamos una institución autónoma que eventualmente tenga autoridad para poder eventualmente detener retiros. O sea, creo que no hablar de los temas no es bueno. Hacer como que no existen.
¿Por qué puso en pausa la iniciativa académica que estaba impulsando?
Lo primero, es que estábamos justo en este proceso, en la discusión del proyecto de pensiones. Cuando salió este tema en los medios, salió como una segunda comisión (Bravo), o 2.0, que de verdad estaba bastante lejos de eso, pero claro, aquí generó, a mi juicio, preocupación. Me pareció que no era el momento para hacer algo así, de hecho, el objetivo no era generar una comisión paralela, creo que lo que todos teníamos que hacer era dejar que esta comisión nueva que creó el Senado, pudiera hacer su trabajo. Y yo creo que eso es lo que ocurrió finalmente y me alegro mucho de que eso haya sido así (...) Por eso es que como centro de la Católica le comuniqué a la Asociación de Aseguradores que no era el momento para poder hacer esto y le pedí que lo postergáramos, que lo dejáramos para el próximo año, o algo por el estilo. Quedamos de conversar un poco más adelante si es que retomamos esto, y también con otras instituciones que eventualmente podrían colaborar.