El décimo Reporte de Insolvencia de Chile (RIC), trabajo conjunto de Fix Partners Advisors y Castañeda, Chadwick & Pino Abogados, confirma el deterioro que vive la economía en el país y cómo ello golpea a las empresas.


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De acuerdo al informe, en el tercer trimestre de este año la deuda de las firmas en restructuración sumó $1.511.000 millones, lo que constituye su mayor nivel desde la promulgación de la Ley de Reorganización y Liquidación de empresas y personas N°20.720 en octubre de 2014, es decir, hace casi una década. Al respecto, todos los indicadores dan cuenta de que existe un incremento sostenido de tales procesos concursales.

La deuda total de compañías que se han acogido a procesos de reorganización concursal (ARJ), entre 2015 y 2023, asciende a $7.134.000 millones.

Según el reporte, las principales industrias que entraron en reorganización concursal durante el tercer trimestre están ligadas a los sectores de servicios, agrícola y comercio al por mayor y menor.

En dicho periodo, el monto de la deuda reestructurada fue 221% mayor que el trimestre previo y 325% superior al de igual lapso de 2022.

Según el CEO de Fix Partners Advisors, Ernesto Solís, existen causas estructurales (externas) y causas relacionadas a cada empresa (internas) que explican este fuerte incremento.

Deuda de empresas en reorganización alcanza en el tercer trimestre su mayor monto desde 2014

“En el contexto estructural estamos frente a una economía chilena estancada, financiera y políticamente. Tenemos malos indicadores económicos, desempleo alto, costo de financiamiento alto, inflación alta, caída de la inversión, burocracia, etc. A esto se suma un escenario externo muy volátil, con inestabilidades geopolíticas, una economía China debilitada y altos costos financieros en EE.UU.. Políticamente estamos con un nivel de incertidumbre y estancamiento preocupante. Recientemente S&P puso una advertencia en la nota crediticia de Chile debido al escenario político del país. Nuestros políticos están más preocupados de buscar quién tiene la razón y la verdad, que el desarrollo de políticas públicas de largo plazo que hagan crecer la economía”, sostuvo.

“En los factores internos, tenemos muchas empresas sobreendeudadas, con malos sistemas de gestión, con baja productividad y con baja capacidad de innovación y adopción de tecnología. Lamentablemente, si estas firmas no mejoran sus modelos de negocios, muchas entraran en procesos de insolvencia o liquidación en el mediano plazo”, añadió.

A su vez, el informe indica que en el tercer trimestre se registraron 15 Acuerdos de Reorganización Judicial (ARJ), procedimiento concursal que permite a las empresas evitar la quiebra, mientras que en el trimestre anterior hubo sólo siete casos.

En cuanto a cuáles son las empresas que han iniciado procesos de reorganización concursal que presentaron los mayores niveles de deuda reestructurada durante lo que va del 2023, Solís puntualiza que “este año tuvimos varios casos emblemáticos tales como Mainstream o Nova Austral. Se sigue repitiendo que los sectores de la construcción, agrícola, retail y energía son los que concentran los mayores casos de procesos concursales”.

Deuda de empresas en reorganización alcanza en el tercer trimestre su mayor monto desde 2014

Los mayores problemas

Solís detalló también los mayores problemas que enfrentan hoy las compañías: “Una fuerte caída de la demanda, caída de la inversión, altos inventarios, costos financieros altos y presión en los costos de remuneraciones y logísticos, están mermando los flujos de caja de las empresas. Es realmente preocupante la situación de empresas medianas y pequeñas”.

Según detalla, al revisar la serie histórica de procesos de reestructuración, generalmente en el cuarto trimestre se produce un peak de casos de insolvencia y liquidación. “No es claro cuáles son los motivos para este aumento de procesos concursales. Tal vez una explicación es que las empresas y acreedores prefieren ‘cerrar’ el año iniciando un proceso de reorganización o de liquidación. De esta manera, los bancos provisionan los créditos en el año en curso, y las empresas buscan tener un nuevo comienzo durante el próximo año”, acota.

Por su parte, Ricardo Ibáñez, abogado y socio de Defensa Deudores, sostiene que “el aumento de la deuda reestructurada y el alza de las solicitudes de quiebras de las empresas se debe a un fenómeno complejo que obedece a múltiples factores, siendo uno de ellos el contexto económico a nivel mundial. Pero también, existe incertidumbre política local. Hoy la inversión extranjera ha decaído producto de la inestabilidad política que reina en nuestro país. A su vez, tenemos fenómenos económicos locales, con factores que escapan a lo predecible, como el agro con la sequía en la Cuarta Región, y las abundantes lluvias recibidas durante el invierno en la zona centro-sur”, concluye.